Finalmente paso la noche y otra vez estaba llegando tarde, solo que está vez no era a el teatro sino que a la escuela de música a la que iba Alison.
Salí tan apurado que olvidé mí celular en el hotel, de lo cual me di cuenta cuando estaba llegando a la escuela de música.
¡Diablos!, nosé si estoy llegando a horario o si voy bien con los tiempos, para mí suerte cuando llegue a la escuela me encontré con que Alison venía apenas llegando
_ Henry, o más bien Beethoven otra vez llegando tarde, que raro
- Parece que va a ser rutina el llegar tarde a todos lados - con una risa burlona le insinua; quien sabe, algún día te hago quedarte en la cama un poco más y te hago llegar tarde porque se largo nuestra sesión de cardio .
_ Si claro, ¿y a ti quien te dijo que iba a permitir que te acuestes conmigo?
- No hace falta decirlo, al momento de aceptar que vaya a a tu casa, también aceptaste la posibilidad de que eso pase.
_ Por cierto, ¿vas mañana en la tarde o en la noche a mí departamento?
- Voy en la tarde y vuelvo al otro día
_ No te hagas el grasioso, estoy hablando en serio
- mire al rededor y pregunté a la nada, ¿Alguien dijo que yo no lo estaba haciendo?
_ Henry, apenas nos conocemos hace una semana, ¿no crees que estamos llendo muy rápido?
- Voy a tomar eso como un si -ya mejor entra porque se te hace tarde.
_ Ahora te preocupas por el horario, que irónico, ¿no?
- Ahh, espera un segundo, aproveche su desconcierto para plantarle un beso en el medio de los labios y apretarla contra mí por tan solo un segundo, segundo que basto para que el perfume que llevaba puesto quede impregnado en mí nariz durante todo el ensayo.
Una vez terminado el mismo, me acerque hasta el piano donde estaba Alison y por la espalda la abraze y bese su cuello, ella se sonrojo en un instante
_ Henry, acá no
- Tan solo te estoy besando, nunca dijiste que no podía, la única condición era no meter mano y la estoy cumpliendo.
_ Si quieres este tipo de besos espérate a que estemos solos, nadie sabe que nosotros...
- Nosotros que, insinúe con curiosidad aunque ya sabía lo que iba a decir.
_ Que nosotros estamos juntos.
- ¿Así que oficialmente somos pareja?
_ ¿Que, Acaso no te gusta la idea o es que tienes miedo?
- No, por supuesto que me gusta, solo que no me lo esperaba ahora
_ Ahora soy yo la que te toma por sorpresa, ¿no?
- Espérate a que estemos en tu departamento haber quien se queda sorprendido.
_ Henry, hay niños, si quieres hablar de eso puedes llamarme cuando quieras y lo sabes.
- Está bien, me calmo.- por cierto, mañana como a las siete estoy por tu casa.
_ A las siete te espero, ni un minuto más.
- Procuraré llegar a horario
_ Si llegas tarde vas a tener que responder algunas preguntas, ¿te queda claro?.
- está bien, llegar temprano o castigo, entiendo
_ Bueno mí Beethoven, acá es donde nos despedimos, tengo que ir a preparar la casa para recibirte mañana, esta echa un desastre.
- ¿Ya te estás llendo y ni un beso me das para despedirte?
_ Está bien, para que después no te quejes de que soy mala.
- Se acerco a mí boca y volví a sentir ese perfume que llevaba puesto, era tan suave y delicado como lo era ella y no me lo pude sacar de la cabeza hasta que sus labios chocaron con los míos y sentí una cantidad de emociones que no había sentido nunca, era algo inexplicable.
_ ¿Ahora si me puedo ir tranquila?
- Extasiado dije que si, ella sonrió seguramente por la cara que debo haber puesto y luego se marcho.
Ver como su figura se alejaba de a poco me hacía sentir un vacío que solo se volvió a llenar cuando estuve en su casa.
- Ya estando ahí, había llegado dos minutos tardes por lo que luego de darme un lugar para que me siente se puso a preguntarme cosas que respondía en automático, mucha atención no le estaba prestando ya que había quedado sorprendido por la forma en la que me recibió - llevaba puesta una remera larga casi hasta las rodillas y un pantalón deportivo que había se le marque toda esa figura que se ve entrenaba demasiado.
_ Henry, Henry... Hace cinco minutos que ves mí piernas y no apartas la mirada de ahí, mis labios están mucho más arriba.
- Los que conozco si, los que estoy viendo aún no los conozco.
_ ¿Acabas de llegar y ya estás pensando en desnudarme?
- En mí defensa lo pienso desde antes de llegar.
Apenas note que se había sonrojado, bese la comisura de sus labios y comenzé a bajar hasta llegar a su cuello, una vez estaba en su cuello, comenzé a besarlo y ella solto una queja.
¿Apenas estoy besandote y ya estás gimiendo?
_ No estoy acostumbrada, no es algo que mí ex haya hecho muchas veces.
- Acá tu ex no existe, acá eres solo mia ¿entiendes?
_ Vale, pero si quieres hacer que me olvidé de mí ex, tienes que sorprenderme porque el no era de talla chica que digamos.
- Tranquila que yo tampoco lo soy mí reina, mientras ella se reía mis manos se clavaron en su cintura y empezaron a cercarla hacia mí, una vez estando pegados comenzó a besarme apasionadamente, una vez note que estaba sobre mí besandome, le quite prenda a prenda y ella hizo lo mismos hasta que ambos terminamos en la habitación buscando un condón entre la ropa que estaba en el piso
_ Henry, me están llamando, debo ver quién es
-Esta bien, solo no te demores.
_ Hola, quien habla
*Hola Alison soy...
_ con solo oir esa voz ya se quién eres
-Alison, quien es
_ Es el molesto de mí ex que no entiende que ya terminamos.
- Alison, pásame el celular que quiero hablar con el.
_ ya te lo paso.
- Te voy a ser claro, no me importa como te llames, que quieras o lo que sea.
Alison está ocupada follando conmigo y no quiere volver a verte, ¿te queda claro?
*Quien te crees para hablarme así.
_ Cortale y volvamos a lo que estábamos haciendo.
- Sin pensarlo un segundo corte el teléfono y lo deje hablando solo.
Habrán pasado unas cuatro horas cunado ambos caímos rendidos y nos quedamos dormidos. -al otro día me levanto y veo que Alison estaba preparando el desayuno con solo una remera mía para cubrirse un poco.
_ Buenos días Beethoven, al final esas manos no solo tocaban bien el piano.
- Te dije que tenía más talentos.
_ Espero te gusten las tostadas con mermelada porque es lo único que queda.
- de manera cómica insinúe que si no me gustaban las tostadas, tenía una mujer con una remera mía puesta, para comer todo el día
_ No nos quedan condones, entonces te deberás aguantar.
- eso se arregla fácil.
_ igual te aguantas, no podemos basar la relación en follar nada más.
- Esta bien, pero ahora nos tendremos que ver más seguido porque eres adictiva.
_ El martes tengo libre la tarde, si querés vamos a comer o al cine, lo que te parezca a ti
- mientras que sea contigo, puedo ir a ver pasar el día sentado en una banda del parque.
_ vamos a hacer eso entonces.
- te paso a buscar entonces, mañana me llega un auto desde Alemania y te paso a buscar en el, ¿te parece?
_ me gusta la idea, así capaz no llegas tarde.
_ que graciosa, si me sigues molestando tendré que llevarte a la cama de nuevo y mostrarte quien manda.
_ eso me gustaría, pero ya es de mediodía y ambos debemos trabajar.
- Es cierto, se me va a hacer tarde, la bese y mientras me cambiaba rápido me despedía
_ Adiós mí hermoso Beethoven, espero verte pronto.
- Ahora soy hermoso Beethoven, dije mientras salía del departamento, la vecina me miro raro pero no pude prestarle mucha atención porque iba apurado.
-¿porque me miro así?-
En cuanto llegue a el trabajo mí jefe me miraba conteniendo la risa, cuando lo noté le pregunté que porqué se reía, el soltó una carcajada y me dijo que se asomaba un preservativo usado en el bolsillo.
Muerto de la vergüenza le pedí disculpas y le dije que no volvería a pasar, fui chiste de la empresa todo el día.
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Arpegios del destino
Roman pour AdolescentsEn un teatro con encanto en el corazón de una ciudad vibrante, una talentosa pianista francesa se roba el escenario con su música cautivadora. A lo largo de las funciones, un joven alemán se encuentra magnetizado por la magia que ella crea con cada...