-15-

0 0 0
                                    

Ethan

-- Si, te engañe con Gis.

Mi mente ahora solo podira prepararse para perderla, porque sabia como iba a acabar esto.

-- ¿Algo más? ¿Alguna mierda más que me hayas ocultado?

Y como duele escucharla tan tranquila, cuando se ve lo rota que esta. 

-- Ethan, tu silencio esta hablando por ti, por una vez en tu puta vida se sincero y dime la verdad.

No se en que momento empezó a llover, pero ni siquiera me importaba mojarme, estaba a punto de perder al amor de mi vida, por segunda vez.

-- No fui yo quien expuso toda tu vida

--¿Que? ¿Qué cojones tiene que ver esto ahora? ¿Y como que no fuiste tu?

-- Fue Gisela.

-- ¿Cómo ella sabia todo? En ese entonces eras el único que lo sabias, además de Elaine, claro.

Se quedo pensando, y su cara al llegar esa idea, que seguramente era la verdad, me destrozo por completo.

-- Tu se lo dijiste, ¿Verdad Ethan? Te acostaste con ella y le contaste todo. 


N

o dije nada, solo la mire admitiendolo.

Se quedo en silencio, mirándome fijamente, ya era imposible diferenciar la lluvia de sus lagrimas.

-- Te odio Ethan.

Y tan solo esas tres palabras me mataron, se que me las merecía, pero nunca pensé que dolerían tanto.

-- Por favor, no me odies, todo menos eso.

Y que idiota soy diciendo eso, cuando se que es lo que más merezco.

--¿Cómo no quieres te odie si me jodiste la vida Ethan? Durante este tiempo he tratado de olvidarlo solo por ti, y quizás poder darte una segunda oportunidad, pero veo que sigues siendo el maldito niñato que conocí

-Claro que entiendo tu punto de vista y tú dolor, pero tú a mí no me entiendes.

Ni siquiera yo se que es lo que debía entender. 

-¿Que cojones quieres que entienda? ¿Acaso quieres que vaya, que te abrace y que te diga que no pasa nada, que nada fue tu culpa y que seamos felices y comamos perdices?

-No me refiero a eso Amelia, si no que no tienes ni idea mis motivos, no sabes por lo que yo estaba pasando en ese momento, y esa era la única opción que encontré.

Pero en verdad solo quería decirle que la amaba, aceptar que la jodí y rogarle perdón, pero al final ella tiene razón, sigo siendo un maldito niñato, pero en este caso este maldito niñato ya aceptado que la ama y que no quiere perderla, pero sabe que lo volverá a hacer por idiota una nueva vez.

-Me da absolutamente igual tus razones Ethan, me hiciste daño, mucho daño, tu no eres la víctima aquí. Por qué o sino dime algún maldito motivo de la razón por la cual me engañaste con una de tus amigas, justamente con la que a mi más inseguridad me daba ya que  le caía mal porque ella queria algo contigo y encima contarle mi vida de mierda, de que mi madre era una adicta a las drogas y que mi padre las únicas veces que se pasaba por casa era para traer a alguien para follarsela.

--Lo se coño, lo se. Se que no tenía una razón como tal, pero no sabía que más hacer.

--¿Pero que se supone que tenías que hacer?

--No sabía cómo sentirme después de que me contarás eso, estaba rayado, y decidí deshogarme con ella. Yo que iba a saber que luego me convencería de hacer algo y que al día siguiente contaría todos tus problemas

-- ¿Pero no te das cuenta que ya la cagaste al contárselo a alguien más? Te lo conté porque te amaba y confiaba plenamente en ti.

--Amelia...

--Ni se te ocurra hablarme, vete, no quiero verte más.

Solo podía mirarla en silencio, quería hablar y rogarle el perdón, que se diera cuenta que ahora sí la amaba, pero sin duda era demasiado tarde, quizás debí haberle contando toda la verdad desde el principio, o simplemente nunca haberlo hecho, esa hubiera sido la mejor opción.

Estábamos en un total silencio, solo podíamos escuchar nuestras respiraciones entrecortadas y ver nuestros ojos llorando. Ella estaba tan rota, por mi culpa, otra vez.

Y me di cuenta lo idiotas que somos los humanos, nunca aprendemos.

Quería rogarle que no me dejara, pero por una vez haré las cosas bien, sabia que ella ahora mismo quería estar sola, o tal vez con sus amigas, pero no conmigo. Yo ni siquiera era una opción para ella ahora.

-- Lo siento, lo siento tanto por todo.

Después de eso volví a entrar a la fiesta, dejandola sola, pero no si antes llamar a Elaine, y pasarle la ubicación pidiendo que la recogiera. 

Cuando llego y la metió en la coche ofreciéndole una manta y algo caliente, pero antes de irse me busco, y me dio la bofetada de mi vida, no dije nada y ella se fue. Realmente no dolió, ya que de toda la angustia que tenia era incapaz de sentir algo.

Estuve unos segundos asimilando todo, después me puse a beber todo lo posible, y no negare que me comí algo que contenía ciertas substancias. Seguí bebiendo, ya ni sabia por cual botella iba, en el proceso me rencontré con Giselea, y me volví a sentir aquel capullo de 17 años, y tal cual dije antes, nunca llegamos a aprender de nuestros errores, así que me la folle, no se cuantas veces lo hicimos esa noche, pero lo hicimos hasta que no pudimos más y yo acabe desmayando. 

Amelia, mi amor, aunque no puedas escucharme, aunque ahora mismo no estés aquí, aunque se que ahora si que vas a odiarme durante el resto de tu vida, te amo, y siempre te amare. 

Hoy no solo he perdido por segunda vez a mi novia, he perdido al amor de mi vida, a mi destino.

La luna y su destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora