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Amelia

(Hace 2 años)

Me sentía nerviosa, muy nerviosa, por fin iba a contarle todo a Ethan, mi novio. Llevamos cuatro años juntos, aunque nunca me había sentido lista para contarle las cosas más oscuras de mi ambiente, el por suerte siempre me ha entendido, pero ya de una vez le quiero decir todo, además de que el y yo estamos destinados, aquella noche, hace cuatro años. cuando la luna nos junto siempre será inolvidable, es por eso que no quiero ocultarle nada a la otra parte de mi alma y de mi corazón.

Escucho el timbre tocar, y por razones obvias tenia que ir yo, sabia que era el, así que mi corazón latía demasiado rápido. 

Abro la puerta y me lanzo a besarle, sus brazos sobre mi es mi cosa favorita del mundo. Terminamos de saludarnos y subimos directamente a mi habitación, ya que como no había nadie en mi casa, como siempre, no tenia el porque pararse a saludar a alguien.

-- Ha llegado el día amor -Le digo mientras le miro sonrientemente-

-- ¿Vamos a ser padres? Espera, ¿Acaso estabas embarazada y no lo sabia?

-- ¿Que? Claro que no, de verdad que eres tonto.

-- Perdón cariño, pero dime, ¿A que te refieres?

-- Quiero contarte todo.

Solo me mira esperando que continúe, pero me coge de las manos para darme un pequeño gesto de apoyo, así que doy un ligero suspiro y empiezo a soltar todo. Le conté que mi padre nunca estaba en casa ya que siempre estaba por ahí de fiesta, pero que cuando venia siempre estaba borracho y con una mujer nueva, también el porque cuando mi madre estaba en casa yo siempre me encerraba en mi habitación o me iba corriendo a casa de mis abuelos, era por que es una adicta a los drogas, y a veces es algo violenta a causa de ello.

Termine de hablar como pude, ya que estaba llorando, sentía como me quitaba un peso de encima, pero a la vez estaba algo asustada de su reacción.

-- Joder amor, lo siento muchísimo, pero muchas gracias por confiar en mi y contármelo.

Me dio un beso en la frente y me dijo que se tenia que ir, pero todo estaba bien, solo necesitaba despejarse un poco, me dolía un poco pero lo entendía, era demasiada información en poco tiempo.

Me dio un beso en la frente y me dijo que se tenia que ir, pero todo estaba bien, solo necesitaba despejarse un poco, me dolía un poco pero lo entendía, era demasiada información en poco tiempo

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Ethan

(Hace 2 años)

Me fui a casa de Gisela después de despedirme de Amelia, estaba algo mareado con toda esa información, quizás lo correcto no fue irme, lo admito, pero lo necesitaba.

Llegue a su casa y me abrió su hermana, creo que se llama Laila o algo así, tampoco me importa mucho sinceramente. Me indico que Gis estaba en su habitación, y que ella y sus padres se iban, que le avisará, subí a su habitación y me abrazo para saludarme, le dije que su hermana y sus padres se iban, que nos quedaríamos solos.

Cuando escuchemos la puerta cerrar fuimos a la cocina, me ofreció algo de beber y comer y volvimos a su habitación, no se en que momento me pareció buena idea contarle lo que Amelia me había dicho, pero ella es una de mis mejores amigas, y sabia que podía confiar en ella.

Se sorprendió bastante y hizo algunos comentarios burlescos, se que debí haberle dicho que se callará pero me reí con ella, era una simple broma. Al rato vi como se iba acercando a mi poco a poco, hasta que la distancia personal ya que no exista, y se que debí pararla cuando empezó a besarme y a tocarme, o cuando se puso encima mía y empezó a quitarse la ropa, o directamente quizás nunca debí seguirle el beso, quitarme la ropa y ponerla debajo mía y entrar en ella.

No sabia que estaba haciendo, mi mente estaba totalmente nublada.

Decidí no decirle nada a Amelia, y le rogué a Gis que no le digiera nada, no quería perder al amor de mi vida por un simple error de una noche en la cual estaba sofocado.

Llego el día siguiente, todo parecía normal hasta que entre al instituto, la gente me miraba con cara de pena y me decían que no sabían como había aguantado tanto, pero cuando ella llego todo el mundo empezó a reírse, a burlarse, no entendía nada hasta que mencionaron a su padre y a su madre, Gisela había hablado. 

Amelia me miro fijamente buscando respuestas, y en vez de afrontar la verdad me fui corriendo, ni siquiera la defendí cuando todo el mundo se puso en contra de ella.

No la volví a ver hasta la salida, me mando un mensaje pidiéndome que por favor fuera al parque cerca de nuestras casas, cuando la vi quise llorar, estaba rota, por mi culpa.

-- Ethan, confié en ti, ¿Por qué? 

Ni siquiera tuve los cojones de decirle que la soltó todo fue Gis, y que ella lo sabia porque anoche me acosté con ella y se lo conté, se que eso le destrozaría mucho más, porque la conozco, y realmente se que lo que más le duele es que haya roto su confianza.

-- ¿No vas a decirme nada?

Ni siquiera sabia que decir, todo estaba perdido.

-- Que te jodan Ethan.

Y se fue a casa, llorando, aún más rota de lo que ya estaba. Yo me fui a la mía en silencio, con la mente en blanco, no lloré hasta que llegue a mi habitación, ahí me destroce por completo.

Estuve dos días sin ir a clase, no me sentía listo para volver a verla, pero cuando volví me lleve una sorpresa, además del tremendo golpe (totalmente merecido) que me dio Elaine, su mejor amiga, me contaron que Amelia no volverá, que a partir de ahora estudiara desde su casa, y me preocupé, porque eso significa que estará encerrada en su casa, la cual para ella es un infierno.

Desde aquel día no volví a hablar con Gis,  Amelia me bloqueo por todos lados,  y yo me sentí como la peor persona del universo, cosa que sin duda era.

La luna y su destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora