Ocho días antes...

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Y las cosas no resultaron de la mejor manera.
Y si creí que algo sucedería bien, estaba equivocada.

Luego de un silencioso trayecto desde la escuela a la academia de ballet y de la academia de ballet a casa, analicé la información que acababa de recibir.

1. Estaba ahogada totalmente en el oceano profundo de los problemas académicos. Y no se solucionarían fácilmente, estaba segura de eso.

2. Si mis tíos no me habían sancionado aún, era una mala señal.

3. Mi madre me matará cuando lo sepa. Dios. Con su carácter perfeccionista, seguramente volaría inmediatamente desde Rusia para hacer que entrara en razón.

4. Mi tía le susurró algo a mi tío en el oído. Eso no es bueno. Jamás me habían ignorado de esta cruel manera, y era difícil sobrevivir con ésta ley del hielo.

5. Debo de estudiar. No quiero estudiar. Quiero ver a mi novio Johann y estamparle un beso apasionado.

6. Probablemente, lo último no lo podré tener en éste momento. Ni jamás.

Y eso lleva al punto 7.

7. Había llegado el momento. El momento de la muerte súbita, cariño.

Al llegar a casa, me tiré en el sofá para descansar un rato. Comenzó la batalla entre convencer a mi tío Charles de no decirle a mi madre nada, y la contraposición de mi tía Elizabeth diciendo que su hermana estará increíblemente molesta, y que estaba en serios problemas. Más serios que todos los problemas por los que ya había pasado.

Perdí, obviamente.

Al escuchar la voz de mi madre al otro lado del teléfono, supe cuánto la decepcionaría. Probablemente soy la peor hija del mundo en este momento.
Ella me dijo que me esforzara.
Ella me dijo que fuera obediente.
Y me dijo también que me concentrara en las cosas que valieran la pena.

Yo le prometí que lo haría.

¡Já já já!

Soy una mentirosa sin remedio.

No me alargaré en cosas que no son tan interesantes, si ya todos conocemos que me castigarían severamente y me darían el más aburrido sermón de la vida. O sea, ya se que lo estropee todo, pero ya entendí.

Pero para ellos, no he entendido lo suficiente.

Y me impusieron dos castigos y una advertencia.

A) Me la pasaría toda la semana sin salir de mi habitación. Y la pasaría estudiando, de eso se asegurarían. Además de el hecho que estaría siendo vigilada las veinticuatro horas del día con un monitor para bebés, Emily, quién es la mayor chismosa del universo, le contaría a mi tía de cualquier intento de romper las "reglas".

¡Qué guay!

La verdad es que no tengo el permiso ni para bajar a la cocina.
Me han dicho que mi vida debe ser los estudios, (y el aburrimiento en su máxima expresión.)

B) Me avisaron de las cosas que no podría utilizar: internet, celular, ni cualquier cosa que pueda ser de distracción para mi.

Y la advertencia, que fue lo último (y la que más me dolió):

Si me dignaba a reprobar mi año, tendría que mantenerme en su totalidad. Y mi familia me abandonaría por completo.

¡Vaya vida!

Entonces, hoy es domingo, 11:43 pm. Y estoy estudiando biología.
Y no entiendo nada.

Mi familia se ofreció a ayudarme a partir de mañana, pero tendría que poner todo mi esfuerzo.

Y esperó hacerlo.

Ya no quiero decepcionar a nadie más.

Pero hay una voz, muy dentro de mí, que me dice que las cosas resultarán correctamente.

Y espero que no me esté mintiendo.

Morir a tu Lado Sería un PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora