🧡 › day six : proposal 🐰 ִֶָ

57 8 7
                                    

Hoy era el día.

Miyano estaba temblando de emoción, sí, pero también estaba bastante nervioso porque esto solo era algo que podía proponer una vez en la vida.

Las sutiles pistas que había estado dejando a lo largo del mes no parecían funcionar mucho, especialmente porque Sasaki siempre ha sido muy respetuoso con todo el tema de los límites (él también, por supuesto).

Esta vez, sin embargo, se siente definitivo.

El apartamento en el que están viviendo desde hace cuatro años es acogedor porque es pequeño y perfecto para los dos. Aunque lo habían conseguido cuando ambos se decidieron a por ello en el segundo año de universidad de Miyano, ahora que se han graduado y todo eso parece que el siguiente paso es... este.

Miyano invirtió mucho dinero en conseguir las argollas. Le pidió asesoramiento a su madre y le mostró los prototipos a Kuresawa quien, felizmente casado desde hace dos años, le dio el visto bueno.

Ahora solo tenía que proponerlo. Lo cual, bueno, no era tan fácil como parecía.

Los momentos donde sentía que era oportuno se le deslizaban entre los dedos con facilidad y Sasaki era terrible para captar indirectas cuando quería.

Tanta es su mala suerte que pasa una semana completa antes de que llegue el momento —es de buscar el momento oportuno le recordó al último año de preparatoria de Sasaki, cuando quería confesarse y estaban tan ocupados...—.

Sasaki está organizando la estantería repleta de mangas BL de la sala de estar cuando Miyano regresa. La caja donde las argollas se guardan pesa como diez rocas en el bolsillo de su sudadera, y espera con mucha fuerza que su rostro no se vea tan mal.

Se detiene cuando nota que Sasaki está mirando un álbum de fotos. Bueno, su álbum de fotos. El número 3, exactamente.

—¿Qué haces, Shuumei?

—Myaa-chan. —Sasaki sonríe y alza la cabeza en su dirección, alzando el álbum—. ¡Mira qué adorable nos vemos aquí!

Miyano se acerca, sentándose al lado de su pareja para poder observar lo que le muestra. Ahí, con una sonrisa gigantesca compartida, ambos están en Hokkaido, preparando helados para el otro. La encargada del lugar estaba detrás de ellos, con el signo de paz, y ambos lucían sonrojos saludables por la temporada y sus sentimientos.

Qué bonito recuerdo.

—Ha pasado realmente mucho tiempo desde eso, eh.

—Ni que lo digas. En ese entonces solo me preocupaba por hacerte dulces y sacarte a citas.

Miyano resopla. Por supuesto que Sasaki todavía hace eso, pero con las preocupaciones de sus trabajos y sus responsabilidades como personas funcionales a tiempo completo en una sociedad, no es tan fácil.

—Recuerdo que estuve a punto de estropear ese helado.

—Lo importante es que supo genial al final, Myaa-chan. Incluso sobró para tu madre.

—Uh-uh, dijo que si me lo proponía, seguro que podría cocinar. Ya ves que eso apenas ha alcanzado cierto nivel.

—¡Tu sopa de miso es excelente, Myaa-chan!

Sopa de miso.

Miyano parpadea hacia Sasaki, quien le sonríe de esa forma familiar suya. Ojos un poco achicados, mejillas abultadas y el brillo incondicional de su amor exudando de cada uno de sus poros.

No hay duda alguna de que...

—Si quieres, puedo hacerte sopa de miso por el resto de nuestras vidas.

Lo dice en un susurro, apenas comparable al zumbido del aire acondicionado encendido cerca de ellos. Pero Sasaki lo escucha, por supuesto, y su rostro es sonrosado cuando se gira hacia Miyano, en busca de algo.

Algo que encuentra en forma de la cajita de argollas. Miyano siente que su corazón podría salirse de su pecho y hacer una maratón a este paso.

—N-No son modelos tan caros, ya sabes, pero conseguí unos sencillos y bonitos.

—Tú...

—Sí. —Leyendo la pregunta de Sasaki, Miyano asiente. Toma la mano un poco temblorosa de Sasaki y la aprieta entre sus dedos—. Hemos estado juntos por tanto tiempo, que, honestamente, no es solo la costumbre lo que me impulsa a ofrecerte mi presencia por el resto de nuestros días. Shuumei —pronuncia con una suave exhalación, sonriendo cuando ve que los ojos de su pareja están vidriosos—, eres mi persona favorita en el mundo, eres... mi hogar. Y aunque siento que todo esto es un poco innecesario, sé que el simbolismo de ello te emociona. Te oí decirlo en la boda de Kuresawa en aquel tiempo, e hice las paces conmigo mismo. No me molestaría llevar tu apellido, o que tú lleves el mío, no lo sé. ¿Qué... dices, Shuumei?

Hay lágrimas, pero sin duda alguna esa sonrisa grande y acuosa es una buena señal. Sasaki deja el álbum de fotos en el piso y se lanza a abrazar a Miyano con todas sus fuerzas. Lo asfixia un poco, pero es tan familiar y perfecto como siempre que Miyano se concentra solo en regresar el apretón.

—Myaa-chan siempre se está adelantando a las proposiciones oficiales, hmp.

Miyano no puede evitar reírse.

—¡Lo siento...!

—Shh, no, te amo justamente así. —Sasaki se separa un poco, apoyando su codo en el suelo para poder verlo a los ojos—. Mi respuesta es sin duda alguna sí. Dios, ahora estoy comprometido con la persona más hermosa, inteligente y perfecta de este planeta.

—Shuumei —se queja Miyano.

—¡No me cansaré de decirlo!

Y sella sus palabras con un beso que expresa todos aquellos sentimientos y emociones que no tienen nombre pero que palpitan como un segundo corazón en sus pechos.

La felicidad siempre es así de magnífica entre ellos

SasaMyaa Week  🦁🐰 2023 !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora