Ceren se encontraba en su habitación buscando universidades. Ella podía entrar a cualquier universidad que quisiera, sus notas siempre fueron muy buenas, pero ella aún no sabía que universidad entrar, ni siquiera sabía que carrera estudiar.
Una notificación le llegó al celular haciendo que fijara su vista en el celular.
Era un mensaje de un número desconocido.
"Hola"
"Hola" "¿Quien eres?
"Soy Jules"
"Hola, Jules"
"Lo siento si te molesto"
"No te preocupes, no me molestas"
"Me gustaría invitarte a desayunar mañana"
"Claro"
"¿Te parece en la misma cafetería donde nos conocimos"
"Perfecto"
La conversación llegó hasta ahí, porque Jules no le volvió a responder. Ceren no pudo concentrarse durante toda la tarde. Solamente pensaba en que mañana desayunaría con un chico precioso. Alice pasó el resto de la tarde eligiendo la ropa que Ceren se podio al día siguiente.
Dieron las nueve de la noche y Jules le volvió a escribir.
"Perdón por no responderte, es que mi ahijado junto a su familia llegaron a mi casa y recién se fueron"
"No te preocupes"
"¿Te molesta si mañana paso por ti para ir a la cafetería?"
"¿No es mucha molestia?"
"No, para nada"
"Te estaré esperando entonces"
"A las nueve estaré afuera"
Alicia soltó un grito de emoción.
—Mañana saldrás con ese chico tan bello.
—Baja la voz —Pidió Ceren—. Mi padre te puede escuchar.
—¿Tú padre no sabes que estás saliendo con un chico?
—Aún no se lo cuento.
—¿Se lo contarás?
—Es que Jules y yo no estamos saliendo. Simplemente nos estamos conociendo.
—Esa es la primera fase para ser novios: conocerse.
Ceren río.
—¿Se puede saber cual es la segunda?
—Que sean novios, y la tercera: que se lo presentes a alguien especial para ti, eso demuestra que es algo oficial.
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—Hola —Jules saludó a Ceren cuando la vio salir del edificio—. Buenos días —Le dio un beso en la mejilla para luego abrir la puerta del auto para que Ceren se pueda subir.
—Muchas gracias —Ceren se subió al auto.
—Me alegra mucho que aceptaras mi invitación —Le dijo Jules una vez que se subió al auto y comenzó a andar hacia la cafetería—. Pensé que no la aceptarías.
