—Gracias por venir a dejarme —Le dijo Ceren a Jules una vez que se bajó del auto.
—Que descanses —Jules le dio un beso a Ceren en la mejilla.
—Tu igual.
Ceren estaba apunto de entrar al edificio cuando sintió como una mano la jalaba del brazo.
—¿Sucede algo? —Ceren le pregunto a Jules.
—Probablemente no me quieras volver a ver con lo que haré, pero no puedo evitarlo.
Jules junto sus labios con los de Ceren.
Era un beso despacio, con cariño. Ambos se daban cuanta como se querían con ese beso. Ceren al principio se sorprendió, pero luego de unos segundos le siguió el beso.
Jules puso sus manos en la cintura de esta para poder atraerla a el, mientras que Ceren puso las manos en el cuello de Jules.
Jules se separó poco a poco.
—Lo siento —Se disculpo con Ceren—. No pude controlarme.
—Me gusto —Comentó—. Por favor, no juegues conmigo. Tal vez aún es muy pronto, pero te estoy entregando mi corazón, no lo rompas.
—Te prometo que lo cuidaré.
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—¡¿Se besaron?! —Pregunto Alice.
—Baja la voz —Pidió Ceren—. Mi padre te puede escuchar.
—¿Se besaron? —Volvió a preguntar, pero más despacio.
—Si —Respondió Ceren con una sonrisa.
—¿Como fue?
—Me vino a dejar, cuando me baje del auto nos despedimos con un beso en la mejilla y cuando estaba apunto de entrar al edificio sentí como me agarraba del brazo, me dijo que tal vez no lo quiera volver a ver con lo que hará pero no puede evitarlo... y me beso
Alice solto un grito de emoción, pero intento no gritar tan fuerte.
—Eso es maravilloso.
Lamentablemente el padre de la chica Ceren había escuchado la conversación... y había visto el beso.
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Junio del 2010 (Mónaco)
Jules junto a Ceren se encontraban en la cafetería donde se habían conocido. Era un día especial para Jules aunque Ceren no lo sabía. Era el gran día.
A Ceren le entregaron un postre, pero ella se confundió, ella no había pedido ningún postre.
—Te lo pedí yo —Explicó Jules al ver la cara de confusión de Ceren—. Es un postre muy rico, espero que te guste.
Ceren cortó un trozo de postre para poder llevárselo a la boca, pero se dio cuenta que el postre tenía un papelito.
—¿Que significa esto? —Agarró el papel.
—Léelo.
Ceren abrió el papel ante la mirada de Jules.
—No me lo creo —Ceren se tapo la boca con sus manos luego de leer el papel.
—¿Que dices? —Pregunto Jule—. ¿Aceptas?
—Si quiero ser tu novia, Jules —Ceren acepto.
Jules no dudó en acercarse más a ella y poder darle un beso.
—Por favor, no rompas mi corazón.
—Nunca lo romperé, mi bella novia.
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