Me levanto temprano llamo al restaurant para hacer una reservación, quiero un espacio privado que nos dé algo de intimidad, una vez que tengo la reservación marco el número de Lucas para recordarle el cumple de nuestro padre e informarle donde cenaremos.
Nada, no me contesta, vuelvo a insistir y obtengo la misma respuesta, no me extraña, son muy pocas las veces que Lucas me responde el móvil.—Buenos días cariño—me saluda mi madre cuando entro a la cocina.
—Buenos días mamá.
—¿Ya reservaste para la cena?.
—Ya está hecho, ahora voy a reunirme con la persona encargada de pasar la noche con Anna, quiero que entienda todo.
—Tú padre merece esta cena, haces bien, un poco de distracción es lo mejor.
Tomo un café y me como unas tostadas.
—Hasta más tarde—me despido.
—No desayunaste nada—grita mi madre y yo me rio, siempre es igual, amo sus gritos mañaneros.
Primero paso por la joyería, recojo un par de elegantes gemelos, mi padre los colecciona, es un regalo que no falla.
Cuando terminó paso por la casa de la mujer que se encargará de Anna, es enfermera y fue vecina de mi tía, al principio quiso quedarse de gratis pero no lo iba a permitir, así que la contraté, si funciona mañana se empezará a quedar las noches, mis padres deben descansar y Anna no quiere estar sola.
Maritza que es como se llama me pareció una persona encantadora y buena enfermera. Le comento lo que quiero hacer y algunos detalles de Anna y ella lo entiende todo, está dispuesta a quedarse a trabajar para mí.
Llego a la empresa de Lucas, espero que esté aquí. No me apetece ir a su depa y encontrarme una orgia como la última vez.
—Buenos días señor a esto...
La nueva secretaria de mi hermano se queda en blanco. No se qué pasa pero cada vez que vengo es una nueva y siempre tienen la misma reacción al verme.
—Soy Mateo, el hermano de Lucas.
—El señor está reunido con unos inversores—logra explicarme.
—Dígale que estoy esperándole a dentro.
Entro al despacho de mi hermano. La secretaria intenta detenerme pero no le hago caso.
Admiro la decoración del despacho. A mi hermano le gusta lo clásico y simple, colores oscuros pero combinan a la perfección con el ventanal que tiene a sus espaldas. Hasta en esto somos diferentes, mientras a mi me gusta la decoración moderna y minimalista y Lucas le gusta la clásica.
—No se qué haces aquí ni me importa, poder irte por donde viniste—dice mi hermano nada más que entra al despacho sin tan siquiera mirarme.
—No estaría aquí si te dignaras a contestarme el móvil—el cree que me gusta venir aquí a aguantar sus malos tratos.
—No tengo tiempo.
—Solo vengo a recordarte que mañana es el cumpleaños de nuestro padre. Tendremos una cena en el The View a las siete, espero que por lo menos vayas—solo ha faltado a dos cumples de mi padre y este se negó a celebrarlo sin Lucas.
—Ahí estaré.
—A mamá le haría ilusión que pasaras por el hospital a ver a Anna—Anna siempre fue una tía estupenda con ambos y él no ha preguntado ni una sola vez por ella.
—Peor para ella que le hace ilusión, no voy a pasar.
—¿Por qué me odias?—le pregunto, jamás me ha dado una respuesta coherente.

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El Antagonista
RomanceEn el corazón de cada ser humano yace una eterna lucha entre la luz y la oscuridad, entre el bien y el mal. Como dos fuerzas opuestas que danzan en un eterno conflicto, estas energías chocan y se entrelazan, tejiendo el tapiz de nuestras vidas. La l...