Mi mente viaja a cuando tenia siete años.
—¡Lucas estás castigado!—asiento con la cabeza y camino a mi habitación, me detengo en la entrada del pasillo, desde aquí mis padres no me pueden ver.
—Un castigo no me devolverá a Pat—llora Mateo.
—Ni una palabra más o también te castigaré—grita mi padre por encima de su llanto—a tu habitación.
Mateo pasa corriendo con la cara empapadas en lágrimas.
—Tenemos que hacer algo. Se nos está escapando de las manos y apenas tiene siete años.
—Es solo un niño Andrea, no hagas dramas.
—Cada vez que su hermano tiene algo él se lo arrebata.
—Solo son celos, es normal.
—Lo hace porque le gusta ver sufrir a su hermano, cuando te des cuenta de que ese niño es un demonio será muy tarde.
Mis recuerdos avanzas y me llevan a la edad de diecisiete años.
—Hijo mío, por fin de vuelta con nosotros—dice mi madre desde la entrada de la casa, está tal y como la recuerdo. Desde hace cuatro años que me mandaron a un internado no la había vuelto a ver.
—Ahórrate los discursos Andrea, en cuanto cumpla los diesiocho me largo—paso por su lado y entro en casa.
—Hijo no le hables así a tu madre—me reprocha mi padre que viene siguiéndome los talones.
—Ya veo que no te enseño nada ese colegio—escupe mi madre, nunca me ha querido, no la culpo, es la persona que mejor me conoce y sabe que no hay nada de bondad en mi.
—En eso te equivocas Andrea—me giro para encararla—ahora soy más hijo de puta.
—¡Hermano!.
Miro hacia las escaleras y me encuentro con Mateo, está igual de alto que yo, con su cabello perfectamente peinado y su ropa reluciente. Parece estar mirándome en un espejo, un espejo que me devuelve la imagen de lo bueno que podía llegar a ser.
—Me alegra que por fin estés aquí, hacía tanto que no te veía —cuanto largos años encerrado en ese puto infierno, el único que me visitaba era mi padre.
—Veo que algunas cosas tampoco han cambiado mucho—digo y lo señalo, luce como el hijo perfecto—dame un abrazo hermano.
Corre hacia mi y me abraza, huele a colonia, mientras yo huelo a puro cigarro.
—Apestas, date un baño esta noche saldremos, te voy a presentar a unos amigos—me sonríe, no lo quiero ni un poco, por muy hermano mío que sea no lo quiero, es un grano en el culo y si le acabo de pedir un abrazo es simplemente para quitarme a mis padres de encima, me queda un año para largarme y los quiero con sus narices fuera de mis asuntos.
Mi mente regresa a la realidad.
—Lucas, llevo una hora hablando contigo—vuelvo la cabeza a mi hermano, esta de pie en mi oficina, con un traje azul celeste.
—Me importa una mierda que la hermana de tu madre se esté muriendo, el médico aquí eres tú, no yo— tengo que despejar la mente, llevo unas semanas caragadas de trabajo, algunas cosas de la empresa se han salido de control.
—Nuestra madre nos necesita unidos, esto es muy fuerte para ella.
—Ya te tiene a ti que eres el hijo perfecto, que se conforme con eso.
—¡Deja de actuar como un crío malcriado que no le importa nada de una santa ve!—levanta un poco la voz, pero sigue siendo un tono bajo.
—Deja de meterte en donde no te llaman Mateo, lárgate antes de que se me olvide que eres mi hermano y te pegue una paliza.
![](https://img.wattpad.com/cover/357159845-288-k188494.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Antagonista
RomansaEn el corazón de cada ser humano yace una eterna lucha entre la luz y la oscuridad, entre el bien y el mal. Como dos fuerzas opuestas que danzan en un eterno conflicto, estas energías chocan y se entrelazan, tejiendo el tapiz de nuestras vidas. La l...