La primera mujer del sultán, la sultana olvidada por culpa de sus otras mujeres y la madre del legitimo príncipe de la corona, mandada a llamar por la madre sultana debido a lo mucho que la extrañaba a ella y a sus nietos. Acaso esa joven de raíces...
acciones- *pensamientos* (Aclaraciones mias) ~susurros~ "Leyendo o Algo entre comillas" _Traducciones_ Así hablan en otro idioma
｡☆✼★━𝑭𝒆𝒍𝒊𝒄𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔 𝒔𝒖𝒍𝒕𝒂𝒏𝒂━★✼☆｡
Era una nueva mañana, la sultana como siempre despertó justo para el amanecer, cuando su querida compañera apareció se baño y cambio, llevaba un vestido de tela color perla con un kaftan rosado lleno de bordados dorados, ese día había decidido no llevar joyas, prefería verse sencilla al igual que su cabello fue atado en una trenza que llegaba a su cintura
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Luego de eso ella se decidió por ir a su jardín privado, claramente prefirió hacerlo sola, tomo un libro y se fue para disfrutar su propia compañía, estaba ahí, acostada en el verde pasto leyendo como siempre, como si no le importara nada más y no tardó mucho para que alguien llegara a verla
Ibrahim: Sultana que está haciendo?
La castaña lo volteo a ver y se incorporó limpiando su espalda por el pasto que podía tener encima
Zahira: Estaba leyendo Ibrahim Paşa, necesita algo?
Ibrahim: El sultán la llama, dice que es importante
Zahira: perfecto en un momento voy
Ibrahim: Gusta que la acompañe mi sultana?
Osman: Mi madre es capaz de llegar sin ayuda, Ibrahim, por qué no me ayudas a buscar unos papeles para la junta que abra, será más útil
Ibrahim: No quiere que nada le ocurra a su madre o si Şehzade
Osman: Más bien, rezo por quién trate de herirla, porque mi madre es capaz de cuidarse sola sin ningún problema Paşa
La sultana simplemente hizo una breve reverencia y camino hacia los aposentos del sultán, el comportamiento de sus hijos era curioso para ella, eran bastante sobreprotectores con dejarla sola con Ibrahim Paşa pero pensaba que era por su alianza con la sultana Mahidevran.
Ella llegó a los aposentos del sultán y noto a cierta pelirroja salir con los ojos algo hinchados, parecía que había llorado, ella trato de hablarle sin embargo la pelirroja le dió un golpe en la mano y se fue a sus aposentos, la esposa del sultan claramente estaba confundida por el comportamiento de la menor pero lo atribuía a una discusión con el gobernante aunque su teoría no estaba del todo incorrecta.
La anunciaron y ella entro a esa habitación que conocía a la perfección, el sultán la recibió con una sonrisa llena de alegría
Suleiman: Mi hermosa flor -le dió un suave beso en los labios- te tengo un regalo muy especial
El sultán saco una pequeña caja para luego entregársela a la castaña, ella la abrió con cuidado y en su interior observo una hermosa corona de oro con diamantes incrustados que sin duda le encantó
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Zahira: majestad es un regalo verdaderamente hermoso, me parece bellísimo
Suleiman: Es solo un detalle para resaltar tu gran belleza, tu eres mi más grande amor y me gusta consentirte siempre que puedo, además mereces esto y más
Zahira: Para nada su majestad, yo no soy merecedora de tanto que usted me entrega, lo único que deseo es tener su gran amor y con eso soy feliz
Suleiman: Eso es algo que ya tienes mi amada rosa, no debes preocuparte por ello, yo soy el que no merece tu gran corazón capaz de amar tanto
La sultana estaba apunto de decirle aguó cuando entro el Şehzade Mustafa y tuvo que alejarse del sultán, no era propio darle muestras de afecto frente a su hijo
Mustafa: Padre perdón, no sabía que estabas con la Sultana, puedo volver más tarde
Zahira: Descuide Şehzade, osman .e había pedido que comamos junto a las sultanas, nos veremos en otro momento mi sultán -hizo una reverencia- Mustafa
Ella con eso se despidió de los hombres y se retiró a sus aposentos, al llegar ella pidió la comida y espero a sus amados hijos los cuales no tardaron en llegar a pasar tiempo con ella
Osman: Madre, escuché rumores de que mi padre corrió a una de las hatum de sus aposentos
Zafira: ya no es una Hatun, tiene cuatro hijos desgraciadamente
Zaynab: Y uno de ellos se la pasa de aquí para allá como si fuera sultán, se le subió la idea como si no estuvieran sus hermanos, Mustafa y Osman en la línea de herederos
Zahira: Por favor controlen sus impulsos, no olviden que son sus hermanos, y herederos de su padre
Zaynab: Para mi no son hermanos, al menos no después de ver el comportamiento de Mihrimah, es idéntica a su madre
Zafira: Actúa como si fueran nombradas las sultana madre
Zahira: Hijos! -hubo un silencio luego del grito de la sultana- Nos guste o no son desendientes del sultán, y la señorita Hürrem es una sultana, por lo tanto son parte de la familia y debemos aceptarlo ya que nuestro sultán así lo deseo, recuerden como es el sultanato, lo mismo fue con su hermano Mustafa... Es necesario para mantener la línea
Zaynab: Igual como es necesario el fraticidio?
Por un momento el silencio reino la habitación, la sultana estaba apunto de decir algo cuando entro su fiel amiga a darle una indicación
Fadila: Mi sultana -hizo una reverencia- La sultana madre la llama a sus aposentos, parece que es urgente
Zahira: Está bien, está conversación la terminaremos después, y que no se entere nadie, es algo que pueden usar en nuestra contra y no sería favorable
La mujer simplemente se levantó y comenzó a caminar siendo seguida por la Hatun, ella miraba atentamente a todo el camino, estaba nerviosa por algún momento y cuando llegó a la habitación de la sultana madre vio salir a la doctora de ese lugar lo cual la preocupo. Ella levanto su ropa para caminar más rápido y pudo ver a su suegra recostada en su cama, se veía más pálida de lo normal, ahí igual estaba la sultana Hatice lo que la estreso más
Zahira: Sultanas -hizo una reverencia- se siente bien sultana?
Ayşe: Mi querida Zahira... Desgraciadamente mi salud ha decaído un poco
Zahira: Necesita alguna ayuda?
Ayşe: Deseo que te encargues de mi labor en el harem temporalmente, mientras mejoro
Zahira: No podría majestad, sería suplantarla...
Hatice: Eres la más capacitada... Y tus pensamientos son más fríos... Las otras estoy segura de que aprovecharían para su favor...
Ayşe: Desgraciadamente... Hatice tiene razón Zahira... Eres la única capaz... Además cuando muera tu serás madre sultana, al ser hija del heredero
Zahira: está bien su majestad, pero no diga eso, Al-lāh mediante su salud se recuperara y regresará a su labor diaria
