La primera mujer del sultán, la sultana olvidada por culpa de sus otras mujeres y la madre del legitimo príncipe de la corona, mandada a llamar por la madre sultana debido a lo mucho que la extrañaba a ella y a sus nietos. Acaso esa joven de raíces...
acciones- *pensamientos* (Aclaraciones mias) ~susurros~ "Leyendo o Algo entre comillas" _Traducciones_ Así hablan en otro idioma
ˏ ˋ ♡ ˎˊ Mι ᥴorᥲzóᥒ ᥲbrᥲzᥲ ᥲᥣ tᥙყo ˏ ˋ ♡ ˎˊ
Narra la autora
Era una noche cálida, el viento entraba por el balcón de la joven sultana, ella estaba sumergida en aquel mundo que se creaba al dormir
Flashback
22 de enero de 1502
Era una mañana fresca, el viento soplaba y los cabellos castaños de una pequeña niña inglesa danzaban con ella, Elizabeth Borgia la menor de la familia, era un pequeño pajarillo que apenas estaba en época de vuelo, tenía tan solo 7 años pero ya tenía la elegancia y finesa de una dama, estaban en un barco, ella junto a su familia se dirigían al palacio de Topkapi, la capital otomana, ella conocía su destino ahí, ser criada para ser la esposa del hijo del sultán Selim
Anne: Elizabeth no te acerques a la orilla puedes caerte
Elizabeth: Lo lamento madre, pero estoy emocionada, espero que le agrade al príncipe Suleiman
Anne: Seguro lo hará si te comportas como debes -reprendio la mujer- Eres una dama debes comportarte como tal,no puedo creer que la tengamos que entregar a esta edad teniendo hijas aún más preparadas
Frederick: Es la que tiene edad más cercana al príncipe, además, la factibilidad es mejor con ella, es la menor, está claro que no esperamos mucho de ella
Los padres de aquella pequeña hablaban como si no estuviera presente, aunque para su joven mente esas palabras eran duras no les daba la importancia que merecían ya que, según su tierna mente, eras para evitar el dolor de la despedida.
Al desembarcar fueron guiados a un imponente castillo, la pequeña estaba sentada en el caballo de su padre admirando todo, la nueva cultura, la vestimenta, los olores, todo era nuevo para ella y eso era lo que más le gustaba. Al llegar al palacio fueron guiados a una habitación elegante la pequeña solo estaba encantada, la idea de una nueva experiencia siempre era algo que le fascinaba, de pronto una mujer entro, era bastante hermosa, usaba un vestido tan elegante que parecía una reina
Anne: Sultana -hizo una reverencia- es un honor verla en persona
Frederick: Está es nuestra pequeña, Elizabeth, la hemos preparado bien para este día
Ayşe: Dejen que ella hablé, dime linda te gusta estar aquí?
Elizabeth: Si su majestad -hizo una reverencia- es un lugar tranquilo y encantador, me agrada
Ayşe: Daye lleva a la pequeña a sus aposentos a cambiarse, después llegará la hora de que conozca a mi hijo
Daye: Si su majestad -hizo una reverencia- vamos señorita
La pequeña hizo una última reverencia y camino detrás de la mujer, a pesar de su corta edad se completaba como toda una jovencita llena de educación, hacia una reverencia a cada persona que encontraba aunque no fueran de la realeza, eran de respeto y eso hacia que se ganará el corazón de los demás muy fácilmente.
La pequeña fue vestida con una túnica rosa, sobre ella fue colocado un kaftan rojo de seda acompañado por un cinturón de este mismo color con detalles en plateado, era de mangas largas que incluso le quedaban un poco grandes a la pequeña, su cabello fue dejado suelto en su mayoría menos una parte la cual hicieron trenza para después enroscar para hacer un pequeño moño y por último un tocado que prácticamente fueron algunas flores de joyas rosas que colocaron en su cabello
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Daye: Al principio le será incómodo pero va a mejorar y con el tiempo se acostumbrara señorita
Elizabeth: Señorita Daye es perfecto para mi, me gusta mucho
Daye: Le será difícil pero le ayudaré en todo para que tenga una gran vida en el -antes de que pudiera acabar la pequeña había abrazado su pierna buscando algo de cariño a lo cual la mujer paso su mano por su cabello- En el palacio, usted y el Şehzade serán muy felices lo sé bien
Elizabeth: Y yo espero poder ser una buena esposa para el
Fin del flashback
La castaña despertó agitada en su cama, no por que fuera una pesadilla, todo lo contrario, se sentía en el paraíso y si no despertaba, no lo querría hacer jamás, era aún de madrugada, ella se vistió lo más rápido posible y salió a una habitación que conocía a la perfección. Al llegar los eunucos le abrieron y el hombre que ella amaba la tomo en sus brazos
Suleiman: A que se debe está inesperada visita querida flor
Zahira: Me llegaron en sueños tantos recuerdos de mi llegada que estaba deseosa de recibir un abrazo suyo mi sultán
Suleiman: Fue por eso? -pronuncio mientras la apretaba contra el-
Zahira: Así es, deseaba que usted me abrazara sultán, y que me hiciera saber que no estaba soñando
El hombre la cargo con cuidado para acostarla en la cama que tenían en esa alcoba
Suleiman: Y por qué pensarías que era un sueño mi sultana?
Zahira: Por qué nuestra familia está creciendo, por qué lo tengo a usted, por eso y muchas cosas más puedo agradecer y sentir que estoy viviendo un sueño... Un sueño del cual no planeo despertar
Suleiman: Mi sultana -tomo su menton para dejar un beso en la frente de la castaña- todo esto es real, y es un acto de amor, de este amor que te tengo y que estoy seguro va a ser eterno
El sultán abrazo a su acompañante para después ir a dormir juntos, ese era su acto de amor incondicional, sin importar el tiempo el uno al otro no podían dejar de sentirse como cuando se conocieron, con deseo de aventura y un amor eterno
