Diamantes

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No hay nada que se me figure mas valioso, nada que pueda capturar tanta belleza en tan pequeña extensión de espacio, incluso en su conformación son tan puros, un solo elemento es necesario; en mi imaginativo entendimiento no hay otra cosa con la que pueda compararte aunque, de alguna manera, se queda corta la comparación.

En un principio puede que el empaque no sea demasiado sorprendente pero, no necesitas un gran contenedor para guardar un diamante, al final lo importante es lo de adentro, al desenvolverlo puede que te sorprenda, el momento de la revelación es de lo mas emocionante; hay que saber dónde buscar, tener paciencia y una vez que se le tiene saberlo cuidar y conservar. También esa es una de las razones por las que tienen tanta valía, los diamantes no abundan en este mundo y no llegaran fácilmente a las manos de cualquiera.

Un diamante es el claro ejemplo de que además de lo que eres al ser creado, es de mucha importancia como te moldeas, lo importante de un diamante es el corte y de acuerdo a este dependerá su manera de brillar, incluso no brilla por si mismo, sino que, toma prestada la luz y la refleja y magnifica a travez de sus múltiples facetas proyectando ese resultado esplendoroso; exactamente eso es lo que haces, tomas lo que esta a tu alcance y con ello creas cosas únicas y maravillosas, sin importar lo limitado de tu extensión encontraras la manera de usar lo que tienes a tu favor y brillar ante el mundo. No es de mucha importancia lo que eres al nacer, sino el corte que eliges al crecer.

Debemos tener cuidado en este mundo lleno de ilusiones, puedes encontrarte con falsedades, ¿Quién no desearía ser un diamante?, pero tristemente no todos pueden serlo y habrá quienes con miles de trucos intenten convencerte de que lo son; hay que andar con cautela, puede que con el primer destello logren engañarte pero, si analizas con cuidado el resultado no es el mismo, encontraras que solo imitan esa manera de brillar de los diamantes pero no obteniendo esa singularidad, a su manera, y de una muy especial, cada diamante es único.

Finalmente para mi eso eres, un diamante, y me encantaría que lo supieras. Hay diamantes en este mundo que no saben que lo son, sin ese corte correcto no llegaran a brillar como lo tienen destinado, son solo rocas singulares que no encuentran su lugar, incluso cualquier piedrecilla obtendrá más belleza con un corte bien trabajado; es un mundo cruel y hay que tener cuidado, no a todos les agradará que alcances ese brillo, ese nivel de belleza que ellos no podrán obtener aun con el mas grande de sus esfuerzos, pero brilla en cada momento importante, es lo mas especial de los diamantes, no necesitan gritarlo, no necesitan hacerse notar, los demás los notan por lo que son, cosas únicas y hermosas y nadie podrá negar ese brillo.

Estarás preguntándote de quien hablo en este relato, está curiosa reflexión; pues déjame decirte que tal vez seas tu, o tal vez no, puedes formar parte de ese mundo y ni siquiera te das cuenta, al final no necesitas mis palabras, si realmente lo eres despreocúpate por lo que pueda pensar el mundo y brilla, regala ese esplendor y adorna este mundo con tu belleza.

Ciertamente, un diamante es para siempre.

Sueños entintadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora