Soledad (Después de ti)

20 2 0
                                    

Calma, todo se mueve tan rítmicamente, tan sin importancia, simplemente sigue el flujo, corre sin preocupación. Mis pensamientos no salen de ningún lado, tampoco se dirigen hacia ningún lado, simplemente están, y no.

Hace tanto tiempo que no me encontraba solo conmigo mismo, solo de verdad, sin el pensamiento de que estas en el otro lado, sin esa alerta dentro de la espera porque en cualquier momento podrías aparecer, sin esa parte de mi que a pesar de las actividades realizadas se reservaba para esperar por tu mágica materialización y esa casi armónica sección de pensamientos que se creaban y transformaban para estar listos en el momento que fueran necesarios para ti.

Hace no mucho de esa tormenta de emociones en la cual mi cabeza se dedicó a trabajar incansablemente buscando qué estaba mal y si era posible solucionarlo, negándose a la idea de tu desaparición y no aceptando la falta de posibilidades como respuesta; de esa mezcla de ira y tristeza que se arremolinaban y me golpeaban gritando que no era posible que se hubieran terminado las opciones, que lloraban apretando los dientes buscando una solución a lo que ya no la tenía. Hace no mucho que todo eso se apagó poco a poco, se terminó la energía y ya no se podía luchar, sólo quedó aceptar que era el final y hacerlo con la cara en alto.

Reflexionándolo detenidamente no fue tanto tiempo, pero el tiempo de ti verdaderamente me pareció una eternidad, tanto en las partes de luz como en las de oscuridad, fue un tiempo maravilloso pero no me percaté de su duración hasta ahora que ha terminado y, ya que estuvo lleno de ilusiones, viví mas de lo debido como suelo hacerlo. Y aunque el tiempo de ti fue el más largo, se reunió con otros tiempos igualmente llenos de pensamientos y de interacciones, de planes y acciones; así es, esa es la razón que desde hace tanto tiempo no haya estado solo en mi mente, sin la preocupación de alguien o algo mas.

Y aunque inesperadamente mis pensamientos volvieron a ti, en este momento ya hice un trato contigo, dejaste de habitar en el centro de mi mundo para mudarte a uno de los barrios importantes, uno donde pueda visitarte cada cuanto y vivas cómodamente con todo lo que mereces, seguirás siendo parte de el pero ya no gritaras a la mitad de la plaza central haciéndoseme imposible el prestarte atención. Me ha parecido correcto y no creo que tu tengas queja de ello.

Todo este tiempo mi mayor felicidad giraba en torno a ti, pero tu no estuviste ahí siempre, no había nada antes de que tu llegaras y tomaras ese lugar; es tan difícil recordar como se siente el estar solo cuando tienes a alguien que te haga compañía, pero si es buena compañía no te importa porque disfrutas de ella. Finalmente he tardado un poco en recordar como era estar solo, y como era estar feliz solo, pero he llegado a ello, se siente extraño después de que algo como tu haya sucedido pero es posible.

Esa felicidad en la soledad nunca se fue, pero con tu llegada se vio opacada por esa nueva felicidad que trajiste contigo, realmente era diferente y excitante, me encantaba pero la otra siempre estuvo ahí, y afortunadamente aquí sigue; ahora me encuentro con ella, aquí en soledad, de pronto me aparece una sonrisa por una pequeña idea loca sin sentido que surge en mi mente, soy feliz por el hecho de que estoy aquí y no me gustaría estar en otro sitio, no deseo hacer nada mas que estar, en este momento.

Había olvidado esta sensación de perderse en la eternidad con la mente en blanco y la mirada fija, simplemente existiendo y siendo parte de un todo, sin preocupación alguna, sin expectativa alguna, en este momento. Enfocándome en las sensaciones de mis manos inquietas que se mueven sin intención, disfrutan de las texturas de los diversos materiales a mi al rededor, respirando profundamente cada cuando, olvidándome que respiro, me surge otra estúpida sonrisa, que locura describir estas cosas, pero simplemente y sin razón, me hace feliz.

Sin darme cuenta mi mente se ha desplazado a otro lado, solo me percato cuando ya estoy ahí, en medio de esa idea, no, espera es un sueño, o ¿Un plan?, jaja, no importa, simplemente dejo que siga su curso, veamos a donde me lleva, parece ser que es un recuerdo, el recuerdo mas insignificante, ni siquiera me imaginé que estuviera ahí; revive las emociones de ese momento y me enoja un poco, no es un recuerdo muy feliz. Finalmente se desvanece y vuelvo aquí, a la nada.

Nada, oscuridad y nada mas, pero es bastante acogedor, escucho el tic tac del reloj de la pared y me recuerda que el tiempo pasa, no se cuanto ha pasado pero había olvidado que el tiempo seguía corriendo, sin quererlo me pausé, y no. Respiró profundamente y me dejo ir nuevamente, sin rumbo, no estoy completamente aquí, pero tampoco me he ido, simplemente soy, y dejo de ser, desaparezco y dejo de importar, existo y de pronto ya no, en este momento.

Finalmente vuelvo y sin querer apareces de nuevo en mi cabeza, sonrío, aún es muy pronto para poder controlarte a voluntad, pero logro manejarlo y sin mayor esfuerzo te saludo y me despido de ti, volveré a esa felicidad solitaria, a mi propia compañía, porque de verdad soy feliz, aquí, pensando y no, sin preocuparme por ti, sin preocuparme por mi, en medio de la nada, simplemente existiendo, y no.

Sueños entintadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora