4 años atrás
Me escondo detrás de un árbol cuando pasa el auto de mis padres y me quedo quieta hasta que el portón se vuelve a cerrar. Me limpio como puedo el sudor de mi frente y paso mi lengua por mis labios partidos. Una punzada de dolor en el estómago me hace doblar y siento otra vez las arcadas, espero para vomitar, pero no tengo absolutamente nada en el estómago.
Respiro varias veces para poder estar estable de nuevo y caminó a paso torpe a la puerta trasera, la cual se encuentra encerrada, y fuerzo la cerradura con un alambre para poder entrar. Camino lo más silencioso por la mansión de mis padres y subo directo al cuarto de mis padres porque sé que mi madre tiene joyas de gran valor.
Cierro la puerta y me quedo quieta e intento escuchar algún sonido, pero creo que estoy completamente sola, así que no lo dudo dos veces y abro el joyero de mi madre en donde las joyas son de oro, plata, algunas tienen hasta diamante lo meto todo en mi mochila y caminó al otro lado donde sé que mi padre tiene una caja fuerte.
Me siento e intento varias veces con diferentes combinaciones, pero en ninguna accede hasta que pongo la fecha de cumpleaños de mi abuela paterna y se abre dejando a la vista más 4 mil euros donde los guardo en la mochila. Me levanto y ordenó todo como está para que ellos no se den cuenta y abro la puerta de su dormitorio, pero me topo con los ojos de mi madre.
—Kaira—susurra mi madre con tristeza—. ¿En dónde has estado? ¿Por qué te saliste del centro de rehabilitación?
Me quedo congelada en mi lugar y tomó con fuerza la correa de mi mochila porque había caído muy bajo para robarle a mis padres, pero es que no puedo vivir sin esas pastillas. Intento pasar, pero ella se interpone y tengo que dar un paso hacia atrás.
—¿Qué estás haciendo en mi cuarto? —Pregunta con dolor en cada palabra porque ella lo sospecha cuando ve por encima de mi hombro—. ¿Qué estás haciendo aquí? Quiero la verdad.
Agacho la mirada porque no puedo decirle que le acabo de robar todas sus joyas para luego cambiarlas por dinero para luego comprar pastillas.
—Me voy—susurró con voz ronca.
Mi madre me toma con fuerza de la muñeca e intentó soltarme, pero ella hace más presión.
—¡Dime que estás haciendo en mi cuarto! —Exclamó enojada y sus ojos se llenaron de lágrimas—. Por favor dime que no es lo que creo que yo estoy pensando, por favor Kaira.
Me quedó en silencio porque no tenía nada que decir y tomó con más fuerza la correa. Una lágrima se deslizó por su mejilla y niega con la cabeza.
—¡No puedo creer que me estás robando! ¿Por qué? —pregunta herida y doy un paso atrás—. Ya sé para qué para comprar más de esas putas pastillas. ¡Mírate, Kaira, mírate!
Ella me miró de arriba y abajo con cierto asco porque anoche dormí en la calle con otra chica llamada Damaris que está tan jodida como yo en las drogas, solo que ella tiene una vida mucho más dura que la mía.
—Te ves asquerosa. Emilio está preocupado por ti porque no te ha visto desde hace más de tres meses y yo igual, por favor hija, déjame ayudarte—intenta acercarse de mí, pero yo retrocedo—. Puedes dañarte un baño y después puedes volver al centro de rehabilitación.
Niego con la cabeza.
—¡No quiero volver a ese lugar!
—Aquí no puedes quedarte hija, ya sabes que tu padre está furioso contigo por lo que estás pasando y no quiere tenerte aquí—intenta explicar y una sonrisa brotó de mis labios—. Te parece gracioso esta situación.
ESTÁS LEYENDO
Insuperable Efímero
Ficção Adolescente[COMPLETA] Él juega con mi mente, apenas lo conozco. Y cuando me mira con esa sonrisa presuntuosa y traviesa algo dentro de mí, me dice que estoy en peligro y que debo alejarme de él. No sé nada de él y aun así me siento atraída a él como un imán, d...