Capitulo I

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"¿Pesadilla?"

-Itadori...-Llamó, levantando la vista hacia el- dile a los demás que...

"No estuvo tan mal"

En aquel instante no pudo entenderlo , ¿acaso era una despedida?

Tal vez si o quien sabe.

Su respiración se había detenido por un momento y su cuerpo dejo de transmitirle información al cerebro en segundos, procesar lo que acababa de pasar no era fácil.

Su voluntad finalmente estaba por abandonarlo , si no es que ya lo había hecho.

Se había prometido salvar a las personas, pero ahora solo estaba viendo perder a sus amigos y compañeros importantes , esto era sin duda lo contrario a lo que pensaba.

Ya no quería seguir ahí, quería morirse en lugar de ellos.

Quería tantas cosas y ninguna de ellas las lograba.

En aquel momento solo pudo ver el cuerpo de la chica por la que sintió y sentía tantas cosas, sin vida.

Era como si las cartas le jugaran en contra.

-K-...Ku-...gi...Kugi-...-Su garganta empezaba a doler y su respiración no ayudaba como quisiera , ni siquiera sentía sus extremidades funcionarle.

Solo quedaba desear que fuese una broma , una horrible y amarga broma..

• • •

Con pesadez abrió los ojos , tomándose unos segundos para asimilar nuevamente aquella "pesadilla".

Segundos donde nuevamente llegó aquel extraño sentimiento de dolor y tristeza al corazón.

-Kugisaki...-Musito con dolor , dejando que las lágrimas llenarán sus mejillas por un momento.

¿Porque si solo era un sueño, se sentía tan mal de recordarlo?

Se sentía tan real y eso dolía en el fondo del corazón, de verdad que dolía.

Pasado unos segundos reaccionó.

Cierto, era solo un mal sueño ¿verdad?

Con las palmas de sus manos quito todo rastro de lágrima que hace unos segundos hubo.

<< Otra vez ese mismo sueño...>>

Suspiro, calmandose un poco.

Pasaron los segundos y decidió quedarse un rato más en aquella posición, mirando el techo en espera de que olvidase aquel mal rato.

Aquella no era la primera vez en la que soñaba con la misteriosa chica de cabellos cortos anaranjados. Todo había comenzado desde hacía una semana y media atrás, en la que se despertó llorando alertando a su hermano mayor; Chooso, quién por suerte pudo tranquilizarlo.

AL ATARDECER. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora