Capítulo 26

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_______:



Más tarde nos encontramos a Nick, que nos ayudó a encontrar transporte a saber dónde.






Ya era de noche y yo estaba recostada en el pecho de William, mientras el acariciaba mi pelo.







—Oye, ¿puede dejarnos aquí? -le preguntó el rubio y yo me asomé pudiendo divisar un motel.







— Claro, chico. — El hombre frenó y salimos del coche mientras William se paraba a pagarle al señor.






— Oye, ¿estás bien?— se me acercó acariciando mi espalda—







— No me gustan los moteles. Me transmiten malas vibras... —lo miré algo asustada.







—Oh, perdona... —se puso una mano en el pecho— no sabía que eras una de esas hippies que ven la maldad de las cosas — fingió sorpresa a lo que le empujé levemente— Es broma... probablemente no te gusten porque jamás has estado en alguno —.





—¿Y tu si? — elevé una ceja a lo que el asintió tras un par de segundos. —¿Para qué? — volví a preguntar a lo que el solo entrecerró los ojos.





—Bueno... fue hace tiempo, con mamá y Harry —me informó mientras caminábamos a la entrada.



Entramos al mostrador donde una señora mayor leía un periódico.





— Disculpe, queremos una habitación — habló William.






—Bien, ¿camas individuales o una matrimonial? — preguntó la mujer y William se giró a mirarme—




—Nos da igual, la verdad... —respondí yo algo dudosa.







— Individuales entonces, no queremos más ruidos raros por la noche... —tecleó algo en su ordenador mientras William se aguantaba una risa —Bien, aquí tenéis la llave, mañana a las 12 aquí ¿si? —






Ambos asentimos y nos dirigimos a nuestra respectiva habitación, la 29.





William abrió la puerta, no era algo tan terrible, eran dos camas, una mesita, una puerta que sería el baño supongo y una pequeña televisión en frente.







— Bien, iré a pedir unas toallas, ¿necesitas algo? — lo miré unos segundos y negué —¿segura?







—Si, William tranquilo, ve —señalé la puerta—








(...)







Una hora más tarde, ya estábamos cambiados, William trajó comida de un supermercado cercano 24/7 y ambos estábamos en mi cama acurrucados.







— _______ — me llamó.






—¿Si? —







—¿Te acuerdas de la primera noche en la que nos acostamos? —preguntó evitando mis ojos.





— No muy bien, ¿Porqué?— pregunte—




— Lo cierto es, que esa no fue nuestra primera noche juntos... —






— ¿A que te refieres?— me giré para verlo —






— Esa noche no pasó nada, estabas drogada de lanzaste, quise hacerlo pero no pude... — finalmente se giró y quedamos cara a cara—






— ¿Y... y qué hay de mi ropa? ¿Por- —






— Estabas incómoda con ella, intentaste quitartela tu misma y creí que así dormirías más cómoda —








—Entonces... ¿porqué —






— ¿Porqué te deje creerlo? No lo sé. Pero ahora lo sabes —




Me miro fijamente, y lentamente me acerque a su mejilla dejando un suave beso en ella





— Gracias, por decírmelo —le susurré








Y si, ese podría haber sido nuestro momento, si no hubiésemos sido interrumpidos por fuertes ruidos y golpes en la habitación de al lado.






— Ay, dios mío... ¿están?—






— Sí —William soltó una gran carcajada por mi avergonzada reacción.





— Vale, creo que deberías dormirte, William — le hablé al ver que no dejaba de reír.



—Oh vamos, no te comportes como una madre ahora...






—¿Una madre? —repetí indignada— ¿quieres que sea tu madre William? — pregunté cuando este dejo de reír al instante.






— Esa pregunta puede responderse en muchos contextos, Senorita Clarke— me respondió a lo que yo solo fruncí el ceño sin entender a que se refería.







— ¿De qué hablas? ¿A qué... —me callé al instante cuando me di cuenta por fin— ¡Serás idiota! —lo golpeé en el brazo.





—¡No es mi culpa! —volvió a reír — ¡Tu has hecho la pregunta!






— No pienso seguir manteniendo esta conversación —me crucé de brazos sonrojada.





— No te enfades... —giré mi cabeza al lado contrario— _______.







— Voy a dormirme. —






— No quiero que te duermas enfadada conmigo —







— No estoy enfadada contigo —giré la cabeza para mirarlo de nuevo






—Si lo estas... —





— No lo estoy —





— Si lo estas —






—  Vale, como no pares si que me voy a enfadar. —







— Bien... — se inclinó y dejó un beso en mi cabeza — Buenas noches, princesa. —







— Buenas noches, William. —


Y tras unos minutos, ambos acabamos durmiendonos, en aquella pequeña cama, con unos vergonzosos ruidos de los que estaban al lado.












(.....)


I know, I know.





Es que tuve un pequeño problemilla pero bueno ¡aquí está!





1st December? What?




En fin, como ya sabeis os quiero muchísimo my girlies 💐





Y... tal vez haya un especial Navidad 🤭




𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒎í𝒂, 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒂  ➤William y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora