『226 al 228』

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Fu Sui también intervino:

"Se supone que hoy será un día feliz. Realmente no debería ser tan desagradable. Si hay algún malentendido, es mejor aclararlo lo antes posible".

Le Wan los evaluó a los dos y luego miró a Le An, que estaba de pie agarrándose de la barandilla.

"Entonces, ¿dijiste que tenemos que ser castigados como criminales y quedarnos aquí para que nos interrogues?"

Su expresión casi decía: "¿Quién crees que eres?"

"Muy bien, ya que tienes prisa, dejaremos todo claro. Como el banquete aún no ha comenzado y todos están aburridos de esperar, lo trataré como algo divertido para aliviar el aburrimiento de todos".

Le Wan llamó al jefe de seguridad y le pidió la cámara de vigilancia.

"Todo gracias a la previsión del abuelo, instalaron la cámara de vigilancia más arriba para que las escaleras también estuvieran incluidas en el campo de vigilancia. De lo contrario, podrían haber hecho daño a alguien".

Cuando Le An escuchó lo que dijo, su rostro palideció.

Si las cámaras de vigilancia habían capturado la situación en ese momento, una cosa era que Zhai Jing no la salvara. Pero cuando se abalanzó sobre Zhai Jing, incluso si pudiera explicar que fue un accidente, a los ojos de los demás, todavía se sospechaba que tenía malas intenciones.

Si hubiera expuesto su motivo desde el principio, es posible que la vigilaran estrictamente si quisiera acercarse a Zhai Jing en el futuro.

"Sé que la hermana mayor siempre ha sido justa en el manejo de las cosas. No hará daño a nadie ni será parcial hacia nadie". Le Yan fingió halagarla.

Obviamente no vio la expresión de Le An. Solo pensó que dado que Zhai Jing había causado problemas el primer día de su visita, la buena impresión que los dos ancianos tenían de él se reduciría considerablemente.

Originalmente, en los corazones de los dos mayores, Fu Sui fue una vez el nieto político número uno, pero debido a que se conectó con Le Yan y rompió su compromiso con Le Wan, se convirtió en la persona más despreciada en los corazones de El viejo maestro Le y la vieja señora Le.

Cuando se conocieron, aunque no lo ahuyentaron por cortesía, lo trataron como si no existiera, lo que hizo que Fu Sui se sintiera avergonzado.

Si Zhai Jing viniera y se ganara el favor de los dos mayores, el trato de Fu Sui sería aún más insoportable.

Por lo tanto, Le Yan quería tomar la delantera. Cuando se conocieran oficialmente, ella pisaría a Zhai Jing primero para que nadie se desagradara.

¿Cómo podía Le Wan no ver lo que estaba haciendo? Sin embargo, lo que Le Yan no entendió fue que incluso si a los dos ancianos realmente no les agradaba Zhai Jing, no era una cuestión de importancia para ella. Gracias a Le Wan, tenía suficiente confianza para vivir sola y no depender de las opiniones de otras personas.

En segundo lugar, Le Wan también creía en el juicio del abuelo Le y la abuela Le. Incluso si ellos dos no estuvieran a cargo de los asuntos ahora, ocasionalmente harían algunas cosas sesgadas debido al favoritismo. ¿Cómo es posible que no se dieran cuenta de sus pequeños trucos?

Por eso, cuando Zhai Jing bajó la cabeza y le preguntó:

"¿Confías tanto en mí?"

Le Wan se dio la vuelta y mostró una sonrisa tranquila y segura.

"No confío en ti, pero confío en mi propio juicio".

Zhai Jing no se sintió decepcionado.

"Entonces, tu criterio es que me crees, ¿verdad?"

La prima mimada de la protagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora