Atada A Sus Sábanas

tres

José tenía razón,era evidente que algo nos pasaba con el otro. Me mordía el labio inferior mientras me hablaba y mí entrepierna estaba lista para más acción.

José Martínez, 45 años, separado,tres hijos, empresario e inversionista en la bolsa. Tiene dos mansiones, yate, avión privado,según lo que yo sabía, una flota de barcos del ejército,herencia de sus padres y una empresa armamentista.

-Te voy a ser sincero Luisa,yo no quiero tener más hijos-me mira serio- y es evidente que vamos a seguir teniendo sexo-en ese momento, notó mí labio inferior está sangrando de tanto morderlo -por eso,quiero que tengamos todas las medidas posibles,para evitar que te embaraces -trago saliva-otra cosa,no puedo tenerte más en el trabajo,me distraes -lo miró sorprendida-asi que voy a tener que trasladar te. Además-termine mí té -vas a venir a mudarte conmigo-no podía creer lo que acababa de decir-te quiero en mí casa cuando te necesito,no quiero esperar-mientras decía eso-se acercó a mí y sin importarle el resto,me beso. Seguí con el beso,hasta que se separó de mí y me susurro en el labio-vamonos de aquí -dejo muchos billetes grandes en la mesa,me tomó de la mano y nos fuimos a su limosina,dónde nos abrió la puerta el chófer y José me ofreció subir primero,como todo un caballero.

Una ves dentro los dos,nos sentamos juntos de espaldas al espejo donde detrás estaba el chófer, noté que José evitaba mí mirada, hasta que de repente,su mano toca uno de mis pezones y lo aprieta, reaccionó con sorpresa y José me sube a su regazo, mientras me desabotona los botones de mí camisa.

-Estaba esperando hasta llegar al motel- desliza su mano por mí abdomen-pero estás irresistible-besa mí cuello

Rápidamente me levanto,dejo caer mí falda y me siento arriba de él,con las piernas abiertas. Tomo el cuello de su camisa con fuerza y lo acercó a mí.

-Tener sexo en el auto,me excita aún más- José mira mí entrepierna y despues me mira a mí con una sonrisa pícara

-Ayudame, a quitarme la ropa-le desabotone los botones de su camisa, le baje el pantalón junto con la Roma interior y abrí más mis piernas, esperándolo impacientemente,mientras reclamaba sus labios

El auto comenzó a acelerar,José bajo el vidrio aue daba a la calle,sentía el frío y fuerte viento en mí espalda y como elevaba mí cabello. Aún así no deje los labios de José y baje mis manos por su pecho. Por fin, tomó mí cintura y me penetra, comenzamos a gemir, José toma parte de mí cabello con fuerza y empuja mí cabeza a él.

-¡Muévete!-me dice-no te quedes sentada -toma con ambas manos sus hombros como apoyó,mientras subía y bajaba levemente,causando que nuestros gemidos se hicieran más sonoros. De repensar,el auto frena de golpe. Mí cuerpo va con impulso hacia adelante, en ese movimiento brusco, José me penetra profundamente veloz, mí gemido no pudo salir de mis labios, solo salió un grito desgarrador,mí cuerpo comenzó a temblar, José tomó mí trasero con fuerza,empujándolo a él,para evitar que me apartará, enterré mis uñas en sus hombros,mí corazón se aceleró, de mí boca los gritos de dolor poco a poco se transformaban en gritos de placer,hasta que un grito de placer envolvente, salió de mis labios, momento el que titulé El mejor orgasmo que he tenido hasta ahora.

Tuvimos que estacionar la limosina y con dolor y letitud, salir de la penetración de José,me dolía mucho a medida que iba saliendo de él,me contraía y por momentos quería para,pero me dolía aún mas, cuando estoy a punto de salir,veo la cara de José,estaba maravillado con mis expresiones de dolor.

En cuanto por fin logro salir, comienzo a respirar de manera muy agitada y mí cuerpo tiembla. José toca un botón y los asientos se transforman en una amplia cama. José me toma en sus brazos y me apoya boca abajo,mientras se acomoda arriba mío

- José ,por favor...-le iba a decir que se detuviera,que mí zona íntima,seguía muy dolorida,pero me cayó con un beso,en cuanto separó nuestros labios,cerré mis párpados con fuerza y me preparé, volví a sentir el punzante dolor- José- el dolor no me dejaba decir una oración, el dolor se hizo cada ves más fuerte,quería detener a José,pero por otro lado escuchaba sus gemidos y no quería callarlos- José - sentía como el dolor aumentaba cada vez más,hasta que en un rápido movimiento,llego al fondo

-Luisa- gimió diciendo mí nombre, solo por eso,valió totalmente la pena, el doloroso proceso,para que saliera de mí,fue aún más doloroso que antes, pero valió la pena

Mí cuerpo estaba exhausto, se desvaneció una vez que José se apartó. Desviamos el camino al motel,para ir a su mansión. Creí que me llevaría a la cama,pero en lugar de eso,puso la bañera,me desnudó,me puso en la bañera y después se desnudó el para meterse conmigo. Masajeó mí espalda y me susurro al oído

-Tus gemidos me enloquecen- me dio un beso en el hombro y me enjabonado, libere un jadeo, después labo mí cabello suavemente- quédate a dormir -me sugirió,lo miré y asentí

Una vez bañados,me comenzó a secar con el toallón,mientras él estaba enfrente mío, completamente desnudo y con las gotas de agua deslizándose por su cuerpo,que me tentaban, mordí mí labio y me dolió, José se da cuanta,al mirar mis labios y me besa.

Me carga hasta la cama y me arropa, yo seguía desnuda,nada más que tapada con la sábana. José se acuesta al lado mío y me abraza,me acomodo en sus brazos e inhalo su adictivo perfume importado.

-Descansa Luisa, has tenido muchas actividades por hoy -me acercó a su rostro con dificultad y aún muy adolorida a sus labios,los cuales beso muy delicada y pausadamente.

-Buenas noches-mis párpados pesan y antes de quedarme profundamente dormida, siento los brazos de José rodeandome