diez

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Con José descubrí mí nuevo fetiche,el poder que te dan el dinero. Resulta que José me hizo una extensión de su tarjeta,sin límites,al principio hice gastos necesarios,hasta que comencé a gastar de más y José no se quejo al respecto, entonces comencé a gastar más y más.

Cambié todo la ropa de mí armario y mí ropa interior por pura lencería. También le hice modificaciones a mí cuerpo,como cirugía estética, depilación definitiva, gimnasia y una alimentación eliminando grasas saturadas.

Cuando mí aparecía cambió, note más miradas y un cierto interés de algunos compañeros de trabajo en mí físico. Comencé a recibir coqueteos, insinuaciones muy buenos tratos. Me resultó muy curioso, el cambio abismal de ser una don nadie y ser sexualidad de esa manera.

Pero mí ego decayó,cuando comencé a tener fuertes mareos y náuseas. Constantemente corría al baño y me sentía hinchada,a pesar de todo lo que vomitaba. Preocupada,me fui al médico, quien mientras me hacía una ecografía,me mostró la pantalla y me señaló un punto

-Tienes ocho semanas de embarazo - la mire con la boca abierta,¿! qué!?

Volví a mirar el punto. Iba a ser mamá....

Después de la noche, del sexo en el auto con José ebrio. Él actuó distante, cortante. Apenas hablábamos, nos centramos en el trabajo y hasta estábamos intentando conocer nuevas personas. Un bebé ahora,es complicado...

Llegué a casa y mire mí vientre en el espejo, note una curva en ella y el retrasó de mí período.

Esa noche, cité a José y le dije

-Estoy embarazada - me miró sorprendido- vamos a ser padres, José...

-¿Cómo es eso posible?- el día siguiente a su borrachera, tenía unos vagos recuerdos del sexo que tuvimos en el auto, así que sabe que esa noche, realmente pasó

-Tengo ocho semanas de embarazo. Las fechas coinciden y yo no estuve con nadie más...eres el único que provoca excitarme de esa forma- me miró, asintio y se acercó a mí con una sonrisa amplia

-¡Vamos a ser padres!-me dio un abrazo y días después fuimos juntos al médico

Todo están bien en el embarazo,y tiempo después llegó la fiesta de la revelación de sexo. Donde no solamente vinieron familiares,sino también periodistas y gobernadores, a excepción de los hijos de José,los cuales no estaban interesados. Fue una ceremonia grande y hermosa. Donde se nos reveló que estábamos esperando un varón.

Tal como lo habíamos planeado,hace varios meses, José volvió a ponerse en forma,dejo el alcohol,de llegar a casa a altas horas de la noche y a la mujer que estaba conociendo antes de enterarse de mí embarazo.

La pasión volvió a florecer entre nosotros y nuestros besos se volvían salvajes en cuestión de minutos, y aunque estuviera embarazada, José me provocaba con sus manos en mí cuerpo, sus besos,chupetones y sus fuertes mordidas. El sabía cómo enloquecer me, me tenía completamente desnuda ante él y con las hormonas a topé.

-Jose...por favor -le rogaba llegar al orgasmo

-No podemos...por el buen de Mateo,Luisa-me decía entre gemidos

-Por favor... José -me aferraba a él- lo necesito..- le beso apasionadamente -te necesito- le digo agitadamente

José toma un vibrador,yo me decepcionó,pero tener sexo en mí embarazo peligroso. Me aferró a las sábanas y José me penetra con el vibrador. Comienzo a gemir,pero no es suficiente, José lo mueve en mí interior,yo me contraigo.

-Jose...- enciende el vibrador en mí,yo muerdo mí labio inferior y disfruto -se siente bien -Jose muerde mí oreja y me excitó más

Para mí sorpresa, José saca el vibrador, lo miró y veo como lanza el vibrador a un costado. Toma mis piernas,me acerca más a él y me dice

-Te necesito,Luisa-me penetra

Nos miramos a los ojos, mientras vamos llegando al orgasmo, con mí vientre de ocho meses que nos impide aferrarnos al otro.

Por fin llegamos al orgasmo y siento una satisfacción de liberación en mí cuerpo.

Me acuesto con José en cucharita y el toma mí vientre en sus manos,mientras lo acaricia y deja besos en mí hombro.

-Estuviste excelente,Luisa- sus besos se acercaban lentamente a mí cuello y una mordida en el, ahogó un gemido mío

Sentí la patada de mí hijo y sonreí,mire a José quien estaba sorprendido

-¿Pateó?-asenti con la cabeza

Él me sonrió y me beso, yo me entregué al beso y a sus brazos.

Pero nada es perfecto, tiempo después llegó una llamada del extranjero, Ángela nos venía a visitar.

No estaba muy emocionada de recibir a Ángela. Además ella fue la que más insistía en que no me embaracé. Y ahora vería en mí vientre a su futuro medio hermano. No sabía que esperar de ella,si una rabieta, enojo o insultos. José trato de calmarme pero no lo logró e ignoro mí petición de no recibir a Ángela, pero se negó, después de todo él quería ver a su hija.

Semanas después llegó Ángela a la casa. Cómo siempre, me trataba bien ante su papá,pero fue indiferente ante mí embarazo,en ningún momento lo mencionó o felicitó.

Hasta que un día, José se fue a una reunión y yo en quedé en casa con Ángela. Comencé a tener contracciones, lo normal cuando estas a pocos días de dar a luz. Ángela me vio contraer me del dolor y me ayudó a sentarme en una silla. Me sorprendió mucho su ayuda y me ofreció un té,el cual ella misma preparó.
Cómo tenía náuseas,no quería tomar el té,pero como Ángela había sido tan buena conmigo,no quise rechazar lo, así que sin que se diera cuenta, regué la planta que estaba en el centro de la mesa y le agradecí por el té,ella me sonrió,me preguntó sí quería algo más y como me negué se fue.

Horas después,llego José sobresaltado de la oficina y me preguntó

-¿Estás bien?- miró mí vientre y apoyando su mano en el y me dijo-¿Ángela te ofreció algo para tomar?-me alarmé

-Si-le digo y veo como se pone pálido

Rápidamente llama por teléfono a un médico y me lleva a la cama

-Jose,¿qué pasa?-no me quiso decir y en su lugar,llamo a la mucama y delante mío le dijo-abre le al médico ni bien llegue y encierra a Ángela en su habitación -la mucama se fue y yo le pregunté a José

-¿Por qué quieres encerrar a Ángela en su habitación?- él se sentó a mí lado

-Mi detective privado, me avisó que Ángela trajo a casa unas hierbas para que abortes -me quede sorprendida,no estaba siendo amable,estaba buscando el momento adecuado para hacerme tomar ese té

-Jose -el se aferra a mí mano-yo no tomé el té que Ángela me dió -el suspiro aliviado y me dio un beso en el vientre

-Me alivia oír eso,pero...¿por qué no tomaste el té?- suspiré y le dije

-Tengo náuseas y no quería tomar nada- acaricia mí mejilla y llega el médico

No era ninguna sorpresa que Mateo y yo estemos bien,lo que si fue una sorpresa, fue que entre en labor de parto y tuvimos que ir corriendo al hospital.

Atada A Sus Sábanas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora