doce

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Me di cuenta que me había vuelto adicta al sexo que me daba José, ya no usaba ropa interior, en la oficina y en la casa, estaba solo con la ropa puesta, para que sea más fácil acceder a José. También comencé a hacerle insinuaciones, mí cuerpo lo quería.

Pero José comenzó a estresarse mucho con el trabajo, así que cuando llegaba a casa, apenas hablamos y pasaba tiempo con Mateo. Hasta que le ofrecí irnos de vacaciones y después de mucha insistencia aceptó.

Nos fuimos a una playa privada, donde nos hospedamos en una cabaña de lujo con atención constante a excepción, de cuando José y yo queríamos intimidad. Cómo ahora,que después de lograr dormir a Mateo, nos acostamos en la cama, José arriba mío,mientras nos besamos con desesperación y manoseando el cuerpo del otro,aún con la ropa puesta. Con dificultad y sin separar nuestros hambrientos labios, nos fuimos quitando la ropa. Cuándo yo quedé en ropa interior, José separó nuestros hinchados y sensibles labios.

-¿José..?- pregunté con la respiración entre cortada

-Luisa...quiero probar cosas nuevas-se me cortó la respiración y tragué saliva con fuerza

-¿Cosas nuevas?- dije tímidamente y sintiendo como se calentaba mí cuerpo

Minutos después, estaba completamente desnuda, amarrada de ambas muñecas a cada extremo de los cabezales de la cama. Mí respiración era agitada, José un no me hacía nada, pero si mirada me dejaba sin aliento

Acercó sus labios a mí entre pierna e introdujo su lengua en mí. Comencé a gemir, mientras sentía como sus manos apretaban mí trasero. Sus lamidas se volvieron más intensas y pausadas, yo me estaba ahogando en el éxtasis.

-¡José!- le decía mientras gemía

Apretó mí trasero con más fuerza y acercó más su rostro a mí entre pierna, comencé a ver borroso. Gemi con fuerza en cuanto llegue al orgasmo,estaba cansada. Pero José,apenas estaba comenzando conmigo, ¿cómo puede ser que esté hombre,que casi me duplica la edad,tenga tanta energía?

José comenzó a tocar descaradamente mí cuerpo, yo me contraía,mientras mordía mí labio inferior y movía mis muñecas eufóricamente con la esperanza de soltarme,pero no pude. José reclamó mis labios, mientras estrujaba mis senos en sus manos. Gemi entre sus labios.

Para mí sorpresa, José libero mis muñecas,pero solo para colocarme boca abajo y penetrarme por detrás. José comenzó a darme besos en la espalda,la cual se me arqueó por la excitación, José aprovechó el espacio entre mis senos y el colchón,para volver a estrujar mis senos con fuerza.

Después de gemir, José se acostó al lado mío, aproveche para acercar mí boca a su entre pierna. El se sorprendió, pero no me detuvo, al contrario lo disfrutaba mientras se retorcía de placer. En cuánto llegó al orgasmo, me acosté a su lado.

-Buenas noches, José...-le dije aún agitada

-No vamos a dormir está noche,Luisa- en cuanto termino esa frase, se subió arriba mío y me penetró, ambos comenzamos a gemir, y cuanto más cerca estaba del orgasmo, con más fuerza me penetraba.

Cuando los primeros rayos de sol, de la mañana entraban por la ventana. Yo me encontré, arrodillada en el piso, con una venda en los ojos y una lencería que no dejaba mucho lugar a la imaginación. José pasa su mano pro debajo de mí tanga, y toca mí entre pierna, todo mí cuerpo reacciona. Comienza a introducir sus dedos en mí,uno detrás del otro. Yo apoyo mí espalda en su pecho, mientras disfruto de los sentimientos intensificador por mí venda. Pero poco después, José me pide que me levanté, me subo a la cama ,con mí trasero a su disposición y me dan unas fuertes nalgadas y mordidas en mí cuello y trasero. Ahogó un gemido, mientras proceso todas las sensaciones que José me da.

Momentos después,estaba boca arriba, mientras José me penetraba y yo clavaba mis uñas en su espalda y lastimaba mí labio inferior con mis dientes. Ambos llegamos al orgasmo.

Después de horas de sexo, quedamos profundamente dormidos, José tenía su mano en mí seño y yo en su entre pierna. Momentos después Mateo se despertó, así que,aún exhausta,me levanté de la cama, con el cuerpo muy adolorido,pero satisfechamente excitado.

Fuimos a nuestra playa privada, Mateo aprendió a hacer castillos de arena, también a pescar y disfrutó de estar en los brazos de su papá mientras se acercaba una ola y apenas los mojaba.

Cuando el sol comenzó a bajar, los empleados se llevaron a Mateo y yo me quedé en la orilla del mar con José penetrando me. Veía como la tanga de mí bikini,se alejaba de mí,en el abasto mar. José acercó sus manos a la parte de arriba de mí bikini y poco a poco la bajo, hasta que también se perdió en el mar,mientras José me hacía gritar su nombre entre gemidos.

El problema,fue volver a la lujosa cabaña,con los empleados y con José y yo sin ropa,ni forma de recuperarla. Después nos reímos juntos de eso,una vez en la cama, pero muchos empleados me vieron completamente desnuda, esa noche.

Los días de vacaciones llegaron a su fin y pronto nos encontrábamos preparando las valijas, bueno...en realidad eso es lo que deberíamos estar haciendo,en vez de estar acostada arriba de la ropa que tenemos que empacar, mientras José me penetra por detrás, mientras me dan nalgadas.

-¿Te gusta, Luisa?- me dice con voz egocéntrica

-Me fascina - digo,antes de llegar al orgasmo

Sé que parecía una locura, pero no creía que volviera a quedar embarazada tan rápido. En cuánto Mateo cumplió los cuatro meses, ya estaba confirmado mí segundo embarazo. Mí vientre comenzaba a crecer,mientras amamantaba a Mateo y lo veía dar sus primeros pasos y decir sus primeros palabras.

Pero pronto, todo cambiaría y entendería el por qué José cambió de parecer con respecto a tener hijos conmigo

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⏰ Última actualización: Aug 29, 2024 ⏰

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