Bruta

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Pasaron algunos minutos y la pelea terminó,pero yo quería seguir viendo a Jam, algo me hacía querer verla¿Tal vez solo quiero que seamos amigas? Estaba perdida en mis pensamientos hasta que Natael hablo.

-Yo ya me voy, supongo que tu igual, porque sin mi no eres más que una zorra, JAJAJAJ-. Tal vez tenía razón, soy una maldita zorra que necesita tener cualquier hombre estupido a su lado para no sentirse sola pero no quería irme.

-No-.

-¿Qué?- me respondió-.

-Dije que no me quiero ir y me quedaré aquí.

-Ya mejor dime que estas esperando a alguien más, zorra eres una maldita infiel,no me mereces-. Me llene de rabia al escuchar eso y por alguna razón me sentía más segura en ese lugar y le grité, algo que mi yo del pasado nunca se hubiera atrevido a hacer.

-¡DEJA DE LLAMARME ASI! Y SI NO MEREZCO A UN IDIOTA QUE SE LA PASA TRATÁNDOME MAL-. Dije entre lágrimas.

Esperaba que el me gritara pero no fue asi, alguien me agarro el hombro y cuando voltee a ver quien era era Jam, me quede helada,¿acaso Dios me escucho?.

-Dejala en paz, imbecil-. Natael se fue corriendo avergonzado y yo estaba tan nerviosa que no podía concentrarme en nada más que no fuera en lo hermosa que se veía Jam de cercas.

-¿Por qué me defendiste?-. Me encantó que lo hiciera, pero no quiero parecer una perrita indefensa.

-Me pareciste linda,solo eso yyy ¿Quieres ir a tomar algo con algunos de mis amigos?-. (No aceptes, no aceptes, no aceptes)

-E-eh ¡esta bien!, D-digo ¡NO!, Ni si quiera sabes mi nombre-. Aceptaría de una pero no quiero parecer una facil.

-mmhm, ¿Cómo te llamas?

Cuando llegaste tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora