Las manos le sudaban de solo pensar en que opinión tendrían todos en cuanto apareciera con aquel postre que daría el toque dulce a aquella cena navideña. Marinette había hecho un esfuerzo enorme en replicar la receta enseñada por su abuelo, estaba segura de que había dado lo mejor de ella, aun cuando de labios de este no haya salido más que un "no era así como debía hacerse, pero sabe bien" ¿eso era algo bueno? ¿Algo malo? No lo sabía, pero dentro de unos minutos en cuanto pasaran a probar el platillo, saldría de dudas.
- Muchas gracias por asistir, cariño. De seguro esto es delicioso. ¿Lo preparaste tú misma? -pudo escuchar a aquella rubia de facciones delicadas y sonrisa amable.
- S-si. Lo he hecho yo, usando la receta de mi abuela, ya que los cannelés no son un dulce muy típico de París, señora Amelie.
Pero deseaba sorprenderlos...
Le faltó agregar. Sin embargo, en el fondo realmente deseaba hacerlo. No todos los años podía darse el lujo de cenar con la familia de su novio. En especial con su tía y primo, a quien pese a todo había tenido que acostumbrarse, puesto que ahora eran una presencia recurrente en la vida del Agreste.
- Oh no, cielo. Llámame Amelie, o Tía Amelie, si lo prefieres. Ya que eres como otra sobrina para mi. -la forma en que sonreía si que podía reconfortar hasta el corazón más dolido, la gemela Graham era muy dulce. -Pero no te quedes ahí, jovencita. Acompáñame, Adrien bajará pronto pero mientras tanto puedes acomodarte con nosotros en el comedor. Kagami nos acompaña hoy también.
¿Kagami? Vaya, eso si que era una sorpresa. No tanto por ahora ser novia de Félix, sino más bien por tener una madre tan controladora, pero al menos podía contar con una amiga en esa situación, pues los nervios la estaban consumiendo. Y Félix... Bueno, ninguno era la compañía más deseada para el otro, si bien su relación se había amenizado ahora que ambos compartían un pedazo de vida con Adrien, aun restaban asperezas por limar.
- Marinette, ven. Me alegra que hayas venido, ya hacía falta otra presencia femenina aquí.
- Oh, Kagami. ¿No era suficiente con la mía? -preguntó en un fingido tono dolido la mamá de Félix.
- No, cielos no. Discúlpeme, madre.
- Linda, relájate. Solo bromeo.
Aquella broma que le hizo casi hiperventilar a la japonesa fue salvada por la presencia de Adrien, quien lucía impecablemente atractivo, mucho menos formal que su primo, pero aun conservando ese aire de elegancia que dejaba hipnotizada a la pelinegra desde sus días de adolescente enamorada y loca.
Tuvo que recibir un toque de parte de su amiga para poder despabilar, pues su novio no solo se había llevado la atención y elogios de su tía y nueva cuidadora, sino también su respiración.
- Bien, ahora que estamos todos juntos creo que podremos empezar a cenar. -con una seña Nathalie, hizo entrada en compañía de varias personas pertenecientes al catering de esa noche. -Nathalie, te he dicho que no es necesario que siempre estés pendiente de todo, ya no trabajas para la familia Agreste, ahora eres parte de ella, así que por favor toma asiento.
Aquel regaño fue el único "desacuerdo" de la noche, puesto que luego de ello la cena dio inicio con normalidad, la comida era una delicia y ni se diga de la bebida, una exquisitez cada vez que era degustada. Todo marchaba relativamente bien, hasta que llegó el momento del postre...
- Es una pena que tus padres no hayan podido asistir, Marinette. Solo faltaron ellos para tener a toda la familia reunida.
Aquella frase conmovió el corazón de la azabache, puesto que, desde esa última charla con el Agreste mayor antes de todo lo sucedido, aún seguía calando de vez en cuando su mente, en especial cuando de sus padres se trataba, pues aunque estaba orgullosa de ser su hija, el escuchar que una aristócrata como lo era Amelie Graham de Vanily, estuviera feliz por llamarlos "parte de su familia" era algo increíble y digno de enfatizar.
- Bien, creo que ha llegado el momento del postre, así que si no incomodo a nadie, me gustaría ser la primera en probar esta delicia. ¿Dijiste que se llama Cannelé, no? ¿Cómo los preparaste?
Marinette asintió y con un gesto nervioso respondió de la inmediata pregunta de la mayor, su leve titubeo le dio pie al ojiverde para que le tomase la mano y de algún modo calmara esas ansias que sabía que su novia podía estar sintiendo.
- Bueno, la receta no es de aquí sino de un lugar más al suroeste, tengo entendido. Pero le he pedido ayuda a mi abuelo, pues él tiene un estilo más clásico. -agregó con una sonrisa. Pues definitivamente su abuelo era bastante "clásico" por no decir anticuado. -pero le he dado el toque de modernidad necesario, adaptándolo a mis recursos y a mi estilo, por supuesto.
- Adelante, Tía Amelie. Pruébalo. Marinette es una de las mejores reposteras de París, muy por de cerca de sus padres, que tienen el número 1.
La azabache estaba agradecida por las palabras de su novio, sin embargo, no podría volver a respirar con normalidad hasta conocer la opinión de la inglesa, de su hijo y por supuesto de su amiga y novio.
- ¡Santo cielo! Esto está delicioso, adelante querido, debes probarlo. También tu, cielo. -dijo refiriéndose a Kagami. Y así a cada uno de los presentes hasta culminar con ella. -Tienen un sabor peculiar, como ¿a ron?
- Si, es parte de la receta, he usado uno que guardaban mis padres en la bodega y también les hice una corteza de caramelos, se suele hacer con miel de abeja, pero en esta época eso es un poco difícil de conseguir en la ciudad.
No sabía porque se explicaba tanto si bastaba con ver la expresión de la Graham para darse cuenta de que le había encantado, pues luego del primero, le siguió uno más y mientras daba apertura a la conversación acerca de la relación que mantenían su hijo y Kagami, no dejó de tomar uno tras otro. Quizás...
Si, definitivamente no debió utilizar tanto licor...
Las horas habían pasado y entre tanta charla amena y el descanso de la deliciosa cena, aquel charol lleno de cannelés había desaparecido, la mayoría por Amelie, quien ahora no dejaba de reír animada, acompañada de una risueña Nathalie. El único que no parecía muy contento era Félix, pues su madre lucía algo "entonada" debido al postre y a la tercera copa de vino que se servía.
- ¿Me pueden explicar tú y tu novia que tanto les divierte la situación? ¡Mi madre esta completamente ebria! Y todo debido a ese bendito postre de caramelo. -el otro rubio se había dirigido a ambos, Adrien y Marinette.
- Relájate, cariño. Tu madre se ve feliz y mira, no la había visto así desde que hicimos oficial nuestro noviazgo . -tuvo que intervenir Kagami.
- Da lo mismo. Adrien más vale que me ayudes a lidiar con ella o te juro que la próxima vez pondré una orden de restricción para tu novia y sus postres. -advirtió antes de volver cerca de su madre en compañía de una también alegre Kagami.
Adrien lucía divertido, pues nunca había visto tan feliz a su tía como ahora, mucho menos a Nathalie quien siempre había tenido una personalidad centrada y estoica. De hecho, no había visto así de feliz a nadie en su vida y todo gracias a Marinette.
— Lo siento, yo solo... No creí que el ron fuera tan fuerte en compañía del dulce.
— No tienes que disculparte, amor. Mira que felices están todos... Bueno, no todos -hizo un mohín en modo de burla en dirección a su primo, quien cada vez lucía más agitado por el comportamiento de su progenitora. -No le prestes atención. En el fondo también se alegra de ver a su mamá así. No ha habido ese nivel de alegría en esta casa desde lo ocurrido hace 5 años, lo sabes. Ya sea por un motivo u otro, siempre traes felicidad a mi casa y a mi vida.
Marinette no pudo evitar dibujar una sonrisa amplia en sus labios, si se había sentido fatal por un momento al causar esa situación tan embarazosa, Adrien lo había borrado en solo un parpadeo. Su novio era tan especial y sabía como reconfortarla. Después de todo, ambos eran un pilar esencial en la vida del otro.
— Solo a la próxima trata de no usar un licor tan añejo o tendremos los chistes de tía Amelie hasta año nuevo. -aquello le arrancó una divertida risa, seguido de un pequeño beso que luego culminó al son de. -Ven, vamos a unirnos a la diversión. Después de todo, sigue siendo víspera de Navidad.
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MINI RELATOS MIRACULOUS (NAVIFICS 2023)
FanfictionReto Navideño para X Organizado por @MiraculousFics Pequeñas historias de un capítulo que harán recobrar el espíritu navideño en este año que se está acabando, espero les guste. Es mi primera dinámica oficial ❤️