El agradecimiento de la bruja

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Sansa dormía plácidamente tras llorar varias horas, su padre les había ordenado dormir en la misma habitación. Entendía eso, tras lo que había sucedido.
Arya dormía pegada a la pared, abrazando el brazo de su hermana de pelo rojo. Mientras Jeanne estaba sentada junto a la ventana mirando al exterior, ya había terminado su figurita, una que había echo con un pedazo de madera que encontró y una daga.
Le preocupaba en donde se encontraba Fiera ¿La habrían encontrado? Solo esperaba que estuviera bien.
Extrañaba a su hermano. Pensó en el mientras el cielo se tornaba de colores cálidos pues el amanecer estaba cerca.

- Jon - llamó su nombre en un susurro - espero que por lo menos tú estés bien..

Escucho un ruido detrás de si, y miro a Sansa despertarse, sentándose en la cama y frotándose los ojos para poder tener una mejor visión, la de pelo negro azabache permaneció en silencio observando a su hermana y apretando el objeto que tenía en sus manos.

Sansa se puso de pie y se aproximó a la mesa para servirse un poco de agua, al momento en el que tomó la jarra. La mayor se  dio cuenta de que estaba temblando. Era obvio que todavía no estaba nada bien.

- Te ayudaré - le dijo para bajar de la ventana y aproximarse a ella, Sansa dejo que le sirviera agua sin decir nada - ¿Ya estás un poco más calmada? - tras la pregunta Sansa la miró aun con los ojos rojos, no. Le dolía demasiado lo que le hicieron a su loba - yo, quería disculparme por todo lo que te dije - vacilo, pues Jeanne no estaba acostumbrada a disculparse y menos con Sansa - no estuvo bien. Y aunque tú no me veas como hermana, lo somos. Y encima soy mayor que tú así que mi comportamiento y mis palabras no fueron muy aceptables, lo siento.

- Solo eres una bas.. - iba a decir tras un silencio pero Jeanne la interrumpió.

- Una bastarda, lo sé - asintió - lo eh sabido toda mi vida, y créeme que jamás lo podré olvidar. Y se que no te debí sermonear así, pero debes entender Sansa. Arya es tu hermana, tu sangre y tu familia - la miro a los ojos - te prometieron con el príncipe, serás reina ¿una reina miente? - Arya le había explicado todo lo que había sucedido y esa niña podría ser muchas cosas, pero jamás una mentirosa -  abre bien los ojos Sansa, la vida no es como en las canciones que tanto cantas, ni como en las historias que nos contaba la vieja Tata. Al lugar a donde vas está lleno de peligros, ya miraste de lo que es capaz la reina, ella ordenó lo de Dama y quería que me golpearan en nombre de Arya.
Padre me va a mandar de regreso a casa ¿Que crees que pase ya que no esté yo para que me castiguen en nombre de alguna de ustedes? No confíes en ellos Sansa, porque sea la reina no significa que sean buenas personas, lo supe en cuanto la mire. Ella es peligrosa y malvada.

- Lo dices por envidia, porque soy hija legítima y me convertiré en reina - contesto - y la primera orden que de será que te manden al exilio.

¿Que caso tenia hablar con ella? Suspiro.

- Piensa lo que quieras - dio un paso atrás y puso la figura que cargaba en su mano frente a ella en la mesa - lo hice para ti, un recuerdo de Dama. 

En ese momento llamaron a la puerta, por reflejo Jeanne jaló a su hermana para ponerla detrás de ella y sacó con rapidez la daga que tenia escondía bajo su falda.

- Buenos días mis Ladys - entraron tres  sirvientas y la hija de Pool, el mayordomo. Jeanne se relajó y guardó su daga de nuevo, la hija del mayordomo se aproximó casi corriendo a Sansa para consolarla por lo que había sucedido. - Mi Lord nos mando a alistarlas para el viaje, los baños ya están listos - dijo una mientras las demás buscaban ropa para Sansa ya que estaban en su habitación.

- De acuerdo- asintió la mayor de las hermanas para aproximarse a la cama donde descansaba Arya, movió a la niña levemente- Arya, despierta tenemos que ir a bañarnos.

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⏰ Última actualización: Jul 11 ⏰

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