Posesión De Los Vikingos

Lagertha

Sophia estaba en la pequeña ciudad, en el centro de todo. Vio a la gente haciendo sus cosas. Entonces, sintió algo en el corazón, un latido doloroso. Entonces, vio algo desde lejos: una flecha. Aterrizó junto a su pie derecho y casi no le dio. Entonces sintió algo en la cabeza: era lluvia.

Empezó a llover. Estaba empapada. Sophia quiso entrar corriendo en casa, pero sintió como si tuviera los pies pegados al suelo. Otra flecha voló desde el cielo e impactó en el tejado de una casa. Intentó gritar, pero fue inútil. Sophia vio a lo lejos a un grupo de hombres que corrían hacia la ciudad. Sus ojos se abrieron de par en par, horrorizados. La joven intentó gritar de nuevo, pero no salió nada.

Los habitantes de la ciudad dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se dieron cuenta de lo que ocurría. Todos gritaron; los vikingos de la ciudad recogieron sus armas y escudos. Ragnar fue uno de ellos que corrió hacia el enemigo. Sophia quiso gritar por él, pero de nuevo fue inútil. La gente huía o corría hacia el enemigo.

De repente, oyó un grito a lo lejos. "¿Lagertha?" Sophia giró la cabeza, intentando encontrar a Lagertha. Desde lejos, vio a Lagertha arrodillada en el suelo, cubierta de sangre. Sophia quiso ir hacia ella, pero el grupo de gente asustada le impedía ver. Incluso a través de la multitud, vio a Lagertha mirándola con lágrimas ensangrentadas y gritando.

"¡Ah!" Sophia se incorporó de la cama con el sudor cubriéndole la cara y el cuello. Miró a su alrededor y la vio en la casa de curación que Golm le había dado, a Estrid y a Maja. "Ha sido una pesadilla". Sophia vio que Estrid seguía dormida. Se levantó y quiso bañarse. Sin embargo, vio una bañera de madera llena de agua caliente.

"Estás despierta. Parecía que tenías una pesadilla", dijo Maja.

"Oh, buenos días. Sí, fue una pesadilla terrible, pero se sintió tan real. Además, no era la primera vez que soñaba con esta pesadilla".

Maja asintió. "Fue una visión".

Esto hizo que Sophia se quedara quieta por un momento. "¿Una visión? ¿Cómo lo sabes?"

"Han pasado dos veces desde que tuviste la supuesta pesadilla. Si es verdad, fue una visión; es como si los dioses trataran de decirte algo".

Sophia se frotó la nuca. "No creo en los dioses".

Maja parecía indiferente. "Cree lo que quieras. Tienes un don que no muchos tienen. Es un don que también puede ser una maldición. Tienes un papel importante, quieras creerlo o no. Si yo fuera tú, hablaría con Lord Ragnar. Lord Fridleif vino y me dijo que te informara que te espera en las colinas. Desea entrenar contigo y con Lady Lagertha. Te sugiero que te bañes rápidamente". La mujer mayor fue a cocinar.

Sophia suspiró, pues sabía que tendría un día largo y difícil.

Sophia salió de la casa de curación, y Fridleif la esperaba fuera con dos espadas de madera. "Fridleif, buenos días. ¿Vas a entrenar con nosotros?"

Asintió con la cabeza. "Sí, padre no tiene tiempo para entrenarme. Sé que tiene mucho que hacer ahora que nos hemos mudado a esta aldea. Madre, Padre y mis hermanas aún están comiendo, así que podemos practicar mientras llega Madre".

Sophia asintió, pero no pudo evitar sentirse ansiosa y nerviosa. Sabía que a Lagertha no le caía bien e intentaría hacerla sentir desgraciada. Sin embargo, Sophia tenía que superar su miedo y nerviosismo. No sabía por qué, pero sentía que algo iba a ocurrir tarde o temprano; quería prepararse para lo peor. La joven siguió a Fridleif fuera de la ciudad y hacia la zona de hierba abierta; no estaban demasiado lejos de la ciudad. "¿Nerviosa por mi madre?" preguntó Fridleif.

"Mentiría si dijera que no".

"Sé que mi madre no te tiene cariño, pero no le temas. No te matará".