NECIO | YeonGyu

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—¿Qué es de lo que quieres hablar Beomgyu?– cuestionó mientras se sentaba en el sofá del apartamento –

—A– el castaño se sorprendió ya que no estaba acostumbrado a que el mayor lo llamará por su nombre, generalmente era por apodos cariñosos, tragó saliva antes de comenzar a hablar –A mi me gustaría saber qué fue la escena de hace un rato, ¿Quién es él para ti?– tomó lugar al lado del pelinegro –

—Supongo que es el momento de tocar ese tema– susurró –Él es alguien que me sigue molestando hasta la actualidad– apretó sus labios antes de retomar la palabra –¿Cómo debería empezar a hablar sobre eso?– el más alto se tomó su tiempo para pensar –Bien, comenzare diciendo que ese chico fue el encargado de hacerme quedar como un tonto durante dos años, porque yo fui el primero en enamorarme de él en ese entonces– suspiro –y cuando había logrado su objetivo principal solo lo termino diciéndome que me fuera porque ya no era necesario. Es bastante vergonzoso aceptar frente a ti que ese chico fue en algún momento mi pareja antes de conocerte– mencionó el pelinegro mientras miraba al frente a algún punto fijo –

—Yeonjun no deberías porque sentirte avergonzado de lo que pasó en el pasado, así como tú has estado todo este tiempo consolándome y protegiéndome de ciertas personas– sostuvo el rostro de Yeonjun entre sus manos e hizo que volteara hacia él –yo también quiero hacer lo mismo por ti, quiero dejar de ser la damisela en apuros y en cambio quiero ser alguien en quien puedas apoyarte cuando lo estés pasando mal. Por favor, confía en mí– lo miro a los ojos –

—Beom– retiro las manos del castaño de su rostro, las llevó a su regazo y las sostuvo –En verdad lo aprecio y en verdad no tienes nada de qué preocuparte. Sé que escuchaste la conversación que tuve con él hace un momento y como te habrás dado cuenta estaba demasiado molesto, en un principio me sentí muy sorprendido, no pensé que volvería a encontrarlo y mucho menos en la cafetería, después de todo vive bastante lejos– pudo percatarse de la expresión de confusión del castaño –Beom, ¿Alguna vez te has preguntado la razón por la que me mude de la casa de mis padres a este apartamento?

—Bueno, confieso que en un principio me causó curiosidad. Ya sabes, ese día cuando conocí a la señora Choi por primera vez, ella estaba molesta porque no los visitabas

—Bien, pues ese chico es la causa principal– fue inevitable mostrar una sonrisa ladina –parece patético ahora que lo digo en voz alta, ja– rio con ironía –el volverlo a ver hizo que todos aquellos recuerdos regresaran, después de que me dijera que ya no era útil para él deje de ir a clase por lo humillado que me sentía, en consecuencia perdí el año escolar, a pesar de que él me hiriera a mi, yo era quien no podía verlo a la cara, porque mientras él era feliz con alguien más yo me lamentaba todas las noches por lo idiota que debía haberme visto ante sus ojos, al menos eso fue en el inicio, después lloré porque a pesar de lo que hizo lo seguía queriendo y mi habitación estaba rodeada de los momentos que pasamos juntos en ella. Pase un buen rato sin salir de la cama– explico mientras mantenía la mirada en el suelo –Incluso pelee con Soobin después de que se le ocurriera aventarme un balde de agua helada como solución para sacarme de la cama y me diera un sermón que se sintió eterno, aunque he de aceptar que después de todo funcionó– esta vez mostraba una sonrisa sincera –En cuanto a mis padres... Después de haberme visto en esa situación optaron por cambiarme a una escuela lejana y cuando me gradué decidí mudarme a este lugar, un lugar mucho más lejos. Lo demás ya lo conoces– dirigió su mirada al castaño –entre a la misma universidad que tú y te conocí. Gracias por haber aparecido en mi vida Beomgyu– en un instante sintió como el castaño lo abrazaba con fuerza –

—Yeonjun hyung– hundió su cabeza en la clavícula del pelinegro antes de que se escuchara un sollozo –

—Oye Beom, ¿estás llorando?– palmeo la espalda del castaño –No pasa nada, ahora estoy mejor, no tienes nada de qué preocuparte, lo digo en serio– lo separó delicadamente de su pecho y limpio una a una las lágrimas que rodaban por el rostro de Beomgyu –

—No fue para nada justo por lo que tuviste que pasar, estoy realmente molesto. La próxima vez que lo vea tendré unas ganas inmensas de golpearlo por todo el dolor que tuviste que pasar por su culpa– la risa del mayor se hizo presente –

—Lo agradezco, pero no es necesario, no me gustaría que te metieras en problemas por mi culpa, en su lugar– giró la mirada pensativo –

—En su lugaaar– arremedo Beomgyu esperando impacientemente a que el pelinegro termine la frase –

—Podríamos intentar esto– robo un beso de los labios del castaño –es mucho mejor de esta manera– sonrió –así tu también podrás sonreír, ¿No te lo he dicho antes Beom? Luces más bonito cuando sonríes

—Yeonjun hyung

—Dime Beom

—¿Qué harás si vuelves a verlo?– cuestiono con preocupación –

—Honestamente, no lo sé. Aún no tengo el corazón para perdonarlo, así que espero que no aparezca por un largo tiempo, pero si lo encuentro en la cafetería será un cliente más que debo de atender, solo que me encargaré de hacerlo lo más pronto posible para que se marche y si vuelve a seguirme al apartamento supongo tendré que volver a decirle que me deje de molestar– volteo a ver a Beomgyu y acomodo uno de los mechones de cabello del castaño –eso es todo– sonrió –

—Está bien, pero si me necesitas puedes decirme, no guardes todos tus sentimientos hasta que no puedas más con ellos ¿De acuerdo?– señaló con su dedo índice al mayor –

—Lo haré señor. Ahora iré a tomar una ducha– se levantó del sofá –pero antes... ¿Vas a quedarte está noche o irás a casa?

—Hmmm, honestamente no quiero ir a casa el día de hoy. Q-Quiero estar contigo– miró a Yeonjun con ojos brillantes y mejillas rosadas –

—Entonces quédate aquí– le dio un beso en la mejilla a Beomgyu –prepararé un cambio de ropa para ti. Por cierto– sonrió con malicia –también puedes ducharte conmigo si quieres– bromeo y fue inevitable que saliera corriendo después de ver la reacción de Beomgyu –

—¡Ven aquí!– le soltó un golpe en el brazo a Yeonjun y su cara enrojeció rápidamente –si vas a proponer ese tipo de cosas asegúrate de al menos crear el ambiente– seguía nervioso –tonto

—¿Entonces estaría bien si creo el ambiente ahora?– tomo de la cintura al castaño y lo acercó a él, asegurándose de que quedará la mínima distancia entre ambos –

—Ese fue un buen intento, pero no– coloco sus manos en los hombros del más alto y lo alejó –ahora ve a ducharte– lo empujó en dirección al baño –

—A veces eres muy injusto Beomgyu

Al salir Yeonjun se encargó de sus deberes de la universidad, mientras era el turno de Beomgyu dentro de la ducha y una vez que termino se puso la ropa que le había prestado el mayor, que honestamente le quedaba algo holgada debido a que era más alto que él, por su parte Beomgyu había terminado con todos sus pendientes de la universidad a lo largo del día, pero no le importaba quedarse un poco más haciéndole compañía al pelinegro en aquella sala. El tiempo pasó bastante rápido, pues ya era de madrugada cuando Yeonjun despegó la mirada de la laptop y la dirigió a Beomgyu que se encontraba dormido en la esquina del sofá, esa era la señal de Yeonjun para saber que él también debería de ir a dormir, cerró la laptop para después colocarla en la mesa de centro y se acercó a Beomgyu tomándolo en sus brazos con dirección hacia su habitación.

—¿Qué haces hyung?– pregunto el castaño aun adormilado –

—Nada malo, solo vamos a dormir Beom

——— 🐢🩵 ———

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