Capitulo 13:

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   Toda la clase retuvo el aliento y después surgieron algunas risas nerviosas. Nadie parecía creer que Mia hubiese tocado ese tema. Via estaba prácticamente echando fuego por las orejas y un sentimiento de pesadez se instaló en su estomago pero a juzgar por lo ajeno que se sentía seguramente era un sentimiento perteneciente a Rose o Lissa.

   La Sra. Meissner se puso roja, y el trío de amigas sospechó que era de rabia. Dimitri también estaba hirviendo de rabia pero si lo juzgaban por su cara no habría manera de darse cuenta, ya que tenía su mascara de guardián, lo único que lo podría delatar eran sus manos apretadas en puños ocultas detrás de su espalda.

─ Hoy estamos hablando de los lobos señorita Rinaldi. ─ a Mia pareció refalarle el regaño de la profesora. Le recordó a Via de una chaqueta impermeable en un clima lluvioso y cuando la chica se dio cuenta de que sus pensamientos se estaban yendo por las ramas se obligó a volver mentalmente a la clase.

   Unos instantes después la clase se dividió en parejas y Viatrice no dudó en trabajar con Christian, mientras que Rose trabajaba con Lissa. Los integrantes de ambas parejas se dieron cuenta de que Mia pasó la mayor parte del tiempo mirándolos y riendo. Por la conexión, Viatrice podía sentir la molestia de sus amigas, mientras que las imágenes del zorro todavía pasaban por la mente de Lissa y la de ella.

─ Tengo algo que te va a interesar. ─ lo dicho por Via había captado la atención de Christian. Ella sacó un libro de su cartera y lo puso frente al azabache abierto en una página en específico. 

─ Un hechizo de ataque con fuego. ─ susurró, claramente el chico estaba maravillado.

─ ¿Qué te parece practicar con un objetivo vivo, de carne y hueso? ─ preguntó mirando a Ralf Sarcozy, el mejor amigo de Jesse y otro bueno para nada. Lo había elegido como objetivo porque él se estaba acercando a Rose y a Lissa. 

─ Me encanta que tengamos la misma mente perversa y malvada cuando se trata de las personas. ─ dijo Christian con una sonrisa. Ambos amigos pusieron oído a la conversación en la mesa de las chicas.

─ Hey, Lissa. Admítelo, tu mataste al zorro. Estas intentando convencer a Kirova de que estas loca, para así poder volver a salir de nuevo. 

─ Que te jodan ─ le respondió Rose.

 ─ ¿Te estas ofreciendo? ─ preguntó el muy imbécil.

─ Por lo que he escuchado, no tienes con que. ─ le contestó la novata.

─ Wow. Has cambiado. Por lo que recuerdo, no eras tan exigente a la hora de elegir con quien estar desnuda. 

─ Y por lo que yo recuerdo, las únicas que tu viste desnudas estaban en Internet. ─ él levantó la cabeza con aires de superioridad y con un gesto excesivamente dramático.

─ Oye, acabo de darme cuenta: fuiste tu, ¿verdad? ─ primero miró a Rose y luego a Lissa. En otra mesa Chris y Via compartieron una mira junto con un pequeño asentimiento y luego ambos se concentraron en Ralf. ─ Ella mató a los animales por ustedes, ¿no? Algún tipo de extraño vudú lesbi... ¡ahhh! ─ el cuerpo de Ralf estaba cubierto de llamas, sus gritos de desesperación eran música para los oídos de los autores del hechizo, quienes no pudieron ocultar sus risas. 

─ Señor Ozera, señorita Velaryon, deténganse. ─ todos los ojos se posaron en los mencionados y ambos apartaron la vista de Ralf, por lo que las llamas comenzaron a desaparecer, y luego de un momento la única prueba lo que acababa de pasar era el olor de humo en el aire. ─ Vayan a la oficina de la directora ahora mismo. Por el siguiente pasillo a la izquierda y luego...

𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐛𝐮𝐫𝐧. | 𝐃𝐢𝐦𝐢𝐭𝐫𝐢 𝐁𝐞𝐥𝐢𝐤𝐨𝐯.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora