Volver a la realidad

No puede ser

Las noches oscuras, son aquellas , en las que no se ve ni un alma en las calles ni un ruido de los coches. Por mucho que queramos algunas son de un tono más gris que otras, las noches, claro. No solo si tienes un mal día y el anochecer te parece eternamente desagradable. Me refiero, si vives en un lugar negro de día más lo será a la madrugada. Una experiencia así, la tuvieron dos chicas. La dos, estaban magulladas y inconscientes el la orilla del puerto. Vivas a duras penas. Su respiración era ronca y les costaba coger aire. Su estado era debido a extrañas circunstancias. No hace más de tres horas se encontraban en un edificio abandonado. Preguntándose donde se encontraban. Las dos, asustadas , miraron a la ventana más cercana, viendo la gran ciudad que les rodeaba. Ninguna sabia que ciudad era.

-¿Dónde coño estamos?-dijo una de ellas y acto seguido se sentó en el suelo junto la pared. La otra hizo lo mismo. Llevaban gafas, una más alta que otra. Una rubia y otra de pelo negro. Estuvieron allí un buen rato, haciéndose preguntas la una a la otra y casi lloriqueando. Por fin cogieron fuerzas, se levantaron para salir a la calle. Bajaron unas escales y llegaron a la entrada. Todo el lugar era viejo y lleno de basura. Solo daba la luz de la calle. Al salir, vieron una gran calle, grandes arquitecturas. Muchos coches de diferentes colores y gente caminando alborotada. Por calcular una hora seguramente eran las nueve. Las dos se miraron y empezaron a caminar.

-Vale, oficialmente esta no es nuestra ciudad, Madison- dijo la chica rubia mientras su amiga asentía.

-Ni una cuarta parte.

- Busquemos algún policía y contemos lo ocurrido. Difícilmente nos creerán pero intentémoslo.

- ¿Y qué le decimos? ¡Señor, esta no es nuestra ciudad, no sabemos donde estamos, hemos aparecido en un edifico por arte de magia!- lo dijo entre dientes.

-Repito, intentémoslo.

Siguieron con paso rápido. Una señora venía de frente y no dudaron.

-Disculpe, ¿cuál es el nombre de esta ciudad?- dijo la rubia

La señora las miro-¿Sois extranjeras?

-¡Sí!- Madison se le adelanto a contestarle

-Oh, claro. Ya decía yo que tenia acento raro. ¿Venís con el instituto?

Las dos buscaron algo que decirlo.

-El bus esta reponiendo gasolina y nos han dejado un tiempo para ver la ciudad. Al entrar con el autobús nos quedamos dormidas y no vimos el nombre. Del... cartel que lo anunciaba... claro esta...

La mujer con cara de asombro contesto rápidamente- Gotham - y se fue sin despedirse.

No salían de su asombro. La gente les miraba con curiosidad pero pasaban de largo.

-Es una broma seguro, Gotham no existe, es una ciudad ficticia ¿verdad, Camy?- la chica más pálida que un fantasma señalo temblando a enfrente de la calle. Madison miró. Había una tienda que ponía en el cartel "Recuerdos de Gotham City" Las dos tuvieron un escalofrío.

- Eso no significa nada, quizá sea otro Gotham pero no puede ser "ese" Gotham- dijo temblándole las manos. Las dos estaban asustadas, porque si era verdad que estaban en esa ciudad. Por magia o lo que fuese. Los cómics y las series que habían visto les decían a sus sentidos que esa ciudad era muy peligrosa.

En ese preciso momento vieron a un policía, sujetando a la puerta de uno de los coches del cuerpo. Se acercaron corriendo.

-Señor, por favor necesitamos ayuda, esto no puede ser Gotham ¿verdad? Es una ciudad ficticia... U otra ciudad llamada así pero...- al girarse el hombre se quedaron petrificadas. Su cara era blanca y tenía una gran sonrisa aterradora.

-Joker.