Volver a la realidad

Señor Kent

Madison miró a Robin. Dick comprendió que sabía perfectamente quien era Superman.
—Nos conoces muy bien, demasiado —aclaró Robin.
—No es difícil reconocer esa mandíbula kryptoniana.
Dick lanzó una carcajada. Madison se ruborizó un poco.
—¿Cómo entramos? Bruce no está aquí, y... —dijo Madison cambiando de tema.
—Sí yo paso por allí y me ven entrar, se me echarán encima con preguntas de prensa rosa —Suspiró—, pero podemos intentarlo.
Dick se quitó el antifaz y se ató la capa en la cintura.
—Déjame tu chaqueta.
Madison se la dio. Se la puso por encima de la capa y ocultó gran parte del traje.
—Bien, vamos a intentar ir con el señor Kent.
Caminaron hasta la puerta y se alejaron de los periodistas.
—Superman está en medio de esa multitud. Habrá que llamarlo de alguna forma sin que nos vean —argumentó Dick.
—¡Clark Kent! —dijo, casi gritando Madison.
Robin se sorprendió.
—¿Qué demonios haces? ¡Nos van a ver, Madison!
Ella volvió a repetir el nombre unas cuantas veces.
Entre la multitud, Clark giró la cabeza bruscamente hacia ellos. Madison vio sus gafas de pasta negra con más claridad.
—¡Listo! —afirmó ella —Ahora vendrá para acá.
—¿Cómo has...?
—Dick, que Superman tiene súper oído, ¿recuerdas?
Dick parpadeó un par de veces.
Clark salió de la marabunta de periodistas con mucho sigilo y se dirigió hacia ellos.
—¿Sabías esto? —le preguntó Clark a Dick mientras señalaba a los periodistas.
—A ver, lo había dejado con una modelo sueca que había salido en un par de películas importantes, pero que sabía yo....
Madison río.
—Bruce ya viene para acá y algunos miembros de la liga también.
—¿Qué? —exclamó Dick —¿La liga? ¿Por qué?
Clark iba a contestar pero un gran estruendo sonó en el lugar. Madison miró a la mansión de golpe.
Un humo negro comenzó a salir por todas las partes de la casa. Los periodistas corrieron despavoridos.