En las entrelazadas sombras de las calles de Elianta, una choza se yergue en la penumbra, iluminada solo por la luz titilante de velas danzantes. La luna llena, como un testigo silente en el cielo, arroja su luz plateada sobre el humilde rincón. En el interior, los gritos de una madre en pleno parto se entremezclan con el murmullo de voces susurrantes.
Dentro de la choza, un oráculo, envuelto en túnicas oscuras, guía el nacimiento. Sus manos, curtidas por el tiempo y cargadas de un conocimiento ancestral, reciben al recién llegado, al elegido para cambiar los destinos entrelazados de Elianta. Entre los ecos agonizantes de los alaridos de parto, un suspiro de vida se libera en la choza.
El oráculo, con ojos nublados por la conexión con lo sobrenatural, toca la piel del recién nacido. En ese instante, una visión del futuro se despliega ante sus ojos. Guerras se avecinan, sombras que se extienden como mareas oscuras, y en el epicentro de la tormenta, el Elegido surge como un faro de esperanza.
Horas de profecía fluyen a través del oráculo, mientras su mente se sumerge en el torrente de visiones. La madre, exhausta pero radiante con el regalo de la nueva vida, sostiene al bebé, ajena a las revelaciones que su pequeño ha traído consigo. Sin embargo, en la maraña de destinos, el oráculo vislumbra el sacrificio y la desaparición del cuarto materno. La madre y su tesoro desaparecen ante sus ojos, como si las sombras mismas los hubieran engullido.
Una sensación de inquietud se posa sobre el oráculo, quien queda sumido en la certeza de que tiempos sombríos se ciernen sobre Elianta. Con sus últimos suspiros proféticos, murmura palabras en un lenguaje antiguo, sellando el destino del reino en la trama del tiempo.
La noche, que comenzó con gritos de vida, termina en un susurro de presagios. La profecía ha sido tejida en los hilos de la realidad, y Elianta, envuelta en la oscuridad de la incertidumbre, aguarda la llegada del Elegido.
Dos años después, nos encontramos dentro del majestuoso castillo de Elianta. Desde la entrada, con sus altas torres que se alzaban hacia el cielo, hasta el gran salón donde la realeza forjaba su destino, resonaban los ecos de la historia. Los pasillos de piedra pulida vibraban con la magnificencia del reino.
Con pasos apresurados, el Jefe de Guerra Nolan avanzaba hacia el salón principal. Su armadura dorada, ahora marcada por cicatrices de batallas libradas en nombre del reino, relucía con el peso de la historia. Una cicatriz en su ojo izquierdo, testigo mudo de las guerras libradas, le confería una autoridad imperturbable.
Frente al trono, donde el rey observaba con ojos curiosos, Nolan hizo una reverencia respetuosa antes de dirigirse a él.
— Mi señor, la sombra del Rey Nigromanta se proyecta nuevamente sobre nuestras tierras. —Sostenía una carta en la mano, cuyo contenido llevaba la carga de noticias sombrías.
— Nolan, mi leal Jefe de Guerra, has vuelto en un momento crucial. ¿Qué novedades traes de la frontera norte?
Nolan desplegó la carta con cuidado, sus ojos reflejando la gravedad de la situación.
— Seguidores del Rey Nigromanta han desatado su furia. Nuestra frontera norte ha sido testigo de su oscuro asedio. Cinco aldeanos, apenas sosteniéndose con vida, lograron escapar de las garras de la muerte. Piden una audiencia ante ti, mi señor, antes de que sus heridas los consuman por completo.
El rey asintió con seriedad, y desde una posición inferior en las escaleras, Seraphina, la hechicera real, y Edgar, el consejero real, observaban la escena.
— Las sombras se ciernen más cerca de lo que imaginábamos. —murmuró Seraphina.
— El Rey Nigromanta no descansará hasta que todo esté sumido en la oscuridad. ¿Qué hará, mi rey? —preguntó Edgar con preocupación.
Nolan se mantenía en espera, atento a la decisión del rey.
— Convoquemos a esos aldeanos. Que cuenten su historia ante la corte. Elianta no se doblegará ante la oscuridad. Nos enfrentaremos a esta amenaza juntos.
La sala real se sumió en un silencio solemne mientras los aldeanos, seguidos por dos guardias, hacían una reverencia ante el trono donde el Rey Darian presidía con seriedad. Edgar, el consejero real, tomó la palabra dirigiéndose a los exhaustos aldeanos, temblando por las heridas que llevaban consigo.
— Por favor, contadnos los detalles de este ataque. Necesitamos entender lo ocurrido —dijo Edgar con compasión, su mirada buscando comprender el sufrimiento que los aldeanos llevaban consigo.
Uno de los aldeanos alzó la cabeza con humildad y, con una voz entrecortada por la fatiga, comenzó a relatar los horrores que habían enfrentado.
— Estábamos recolectando la cosecha de este año cuando, de repente, un grupo a caballo asedió nuestra aldea. No discriminaron, niños y mujeres, ancianos, todos fueron golpeados sin piedad. Quemaron nuestras chozas, y el llanto se regodeó en nuestra aldea.
El aldeano continuó narrando, describiendo cómo fueron reunidos en un punto fijo después del caos, mientras el líder del grupo, con voz imponente, justificaba su brutalidad.
— Tomaron a las mujeres y saquearon nuestras reservas de comida. Decían que sufríamos a causa de nuestro rey, por negarnos a someternos a las leyes y sumisión de Nigromanta. Luego, secuestraron a las mujeres y niños, dejándonos solo a los hombres y ancianos.
El Rey Darian escuchaba con semblante serio, absorbiendo la crudeza de la narrativa. Después de los relatos, el rey se puso de pie con determinación.
— Llevad a estos aldeanos a los curanderos reales. Que sus heridas sean atendidas con prontitud. Y convocad de inmediato a la corte real. Nos enfrentamos a una amenaza que no podemos ignorar.
Los aldeanos, agradecidos por la atención del rey, fueron escoltados fuera de la sala, mientras las puertas se cerraban, marcando el fin del primer capítulo.
"¡Este es el primer capítulo de Reino Olvidado, esperamos que haya sido de su agrado! Si les gustó, por favor, dejen un comentario con su opinión, siempre estamos atento hacia cualquier duda o incongruencia que puedan encontrar en la obra.
"¿Qué piensan sobre el futuro oscuro que se cierne sobre Elianta? ¿Qué decisión tomará el Rey?
Nuevamente muchas gracias por leer, esperamos ver sus votos y que añadan esta historia a sus listas de lectura. ¡Nos vemos en la próxima entrega de Reino Olvidado! plumas confluente
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EL REINO OLVIDADO
FantasyEn "El Reino Olvidado", dos mundos colisionan en una épica lucha por la libertad y la magia. Entre las sombras de un pasado perdido, el Rey Nigromanta desata su oscura ambición sobre reinos desgarrados por la guerra. Solo un Elegido, un forastero de...