Extra #2

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La fortaleza.

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-¿Ya llegamos? -Jaskier pregunta por milésima vez.

-¿Te parece? -Geralt gruñó por la misma cantidad de veces. Jaskier bufa, cansado, llevaban demasiados días intentando llegar a Kaer Morhen. Se suponía que habían tenido que llegar antes de la primera nevada, pero con el incidente en el bosque sus planes se habían retrasado. Y Jaskier estaba comenzando a arrepentirse por no haberse quedado en el último pueblo por donde pasaron. El clima se estaba volviendo tan frío, que sentía que podría congelarse en cuestión de segundos si fuera posible. Sin embargo, eso no era lo que más le preocupaba, sino su bebé.

Enrollado en la tela más gruesa, Jaskier lo lleva contra su pecho para darle todo el calor posible. Debido al ataque anterior, incluso habían perdido parte de la comida que tenían para el viaje.

—¿Debería cantar una canción para que el tiempo pase más rápido?

—Sería completamente lo contrario. —Geralt se queja con una sonrisa. Con una expresión de ofendido, Jaskier está a punto de reclamar, pero el tropezar con algo en el suelo le hace caer de rodillas.

—¡Oh! —la caida no es grave, pero Geralt se preocupa arrodillándose a su lado. Jaskier bufa con molestia, viendo la tierra en sus manos. —¡Basta! —chilla irritado. —Esto es lo peor —realmente no lo era. Sin embargo, la brusca caída asusta al bebé amarrado con telas contra su pecho, lo que le hace llorar. Y Jaskier también está muy molesto, así que acompaña a su hijo en su pequeño momento dramático.

Si, Geralt también ya quería llegar a Kaer Morhen.

[...]

—La gran fortaleza Kaer Morhen —Jaskier, sentado sobre Roach, la admira finalmente. La nieve había comenzado a caer unos días antes de llegar, pero por suerte había sido manejable. —El hogar del gran lobo blanco. —entrando, se dirigen al establo del lugar. Jaskier está fascinado con las primeras vistas del lugar, solitario, silencioso, un poco descuidado... —Se parece tanto a ti, podría hacer una canción sobre esto.

Sin decir nada, Geralt deja a Roach en su lugar, sonriendo cuando toma a Jaskier en sus brazos para ayudarle a bajar. Besa su cabeza antes de tomar el equipaje, lo que hace a Jaskier hacer silencio, sonriendo con amor.

—Vamos. —Geralt le espera en la salida del establo, extendiendo una mano hacia él para que la tome. Es una vista que Jaskier nunca imaginó que sería posible, apresurandose a su lado para sostener la mano de Geralt, quien le sonríe antes de comenzar a caminar. Sólo en sus fantasías más absurdas Jaskier soñó con este momento. Caminar al lado del gran lobo blanco, sonriéndole a él, no como un compañero sino como su pareja. En el pasado, que Geralt le sonriera hubiera sido más que un milagro.

—Este es el gran salón. —Geralt le muestra parte del lugar a Jaskier mientras caminan hacia los dormitorios. Luego de semanas sin descansar apropiadamente, era necesario dormir en una cómoda cama en lugar de la fría tierra del bosque.

Jaskier observa la enorme chimenea que sobresale en el solitario lugar, lleno de mesas desocupadas. —No parece haber nadie.

—Somos los primeros. —usualmente los demás llegaban cuando comenzaba a nevar, cuando el lugar se llenaba de viejos conocidos. Sin embargo, a Geralt siempre le gustaba llegar antes.

Antes de que Jaskier pueda decir algo, Geralt voltea bruscamente la cabeza hacia una de las puertas del lugar, como si hubiera oído algo. El bardo está por preguntar, pero no es necesario cuando la puerta se abre para mostrar a Cirilla, la princesa de Cintra. Jaskier sabía que se encontraría con ella, pero no esperaba verla el primer día allí. Geralt le había dicho que estaba con Yennefer, con quién se encontrarían allí junto a la leoncilla. La última vez que la vió era mucho más pequeña.

Inesperado | Geraskier |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora