Tú no la amas

El maletín

Luego de esa pequeña declaración las cosas se sentían diferentes entre ellas, era como si las dos quisieras descubrir el misterio de la otra.

Sayaka seguía confundida con el comentario que recibió de su presidenta el día de ayer, hace mucho que ella no le decía algo por ese estilo y no entendía la razón por la cual ella pudo haber hecho eso, aunque admite que algo dentro de ella se removió, como si un chispazo de emociones la hubieran aturdido en ese momento...

Tsubomi: ¿Estás bien amor? Tienes cara de no estar aquí.

Sayaka: No me pasa nada -la besó-

Hoy el escenario era casi el mismo, nuevamente las dos solas ordenando y leyendo documentos.

Kirari: Ya terminé lo de hoy, ¿no me falta nada verdad?

Sayaka: Solo quedaría resolver la deuda que nos tiene el club de Astronomía...

Las dos suspiraron, este era un problema que venían arrastrando hace años, desde la presidencia anterior.

Varias personas describían al club de astronomía como peligroso, no es un secreto que el nombre no concuerde en nada a sus prácticas, más bien debería llamarse "club de acosadores" ya que los telescopios de esa habitación pocas veces apuntaban al cielo...

Kirari: Terminemos esto rápido.

Mientras caminaban...

Kirari: Del 1 al 10 ¿qué tan difícil crees que será esto para mí?

Sayaka: N-no creo que estos sean momentos en los que pueda bromear con algo tan serio.

Kirari: ¡Que seria!... yo creo que un 1 por que estás conmigo.

Sayaka: ¿A qué se refiere?

Kirari: A que tu vas a hablar con ellos.

Sayaka: ¡¿Yo?! Oh... bueno si usted lo dice...

Kirari: -soltó una carcajada-¿realmente piensas que soy tan malvada?

Sayaka: ¡No, usted es la mejor!

Kirari sonrió

Al menos sigue manteniendo las buenas costumbres.

Su charla hizo que el gran viaje pareciera algo de segundos, parecía poco real que en tan "poco tiempo" ya hubiesen llegado a la otra punta de la academia.

Una chica llena de cortes superficiales por todo el cuerpo las recibió casi al instante de haber tocado la puerta.

Kirari: Hola, supongo que ya sabes a lo que vine, tráeme a tu presidenta.

"S-sí, pasen por favor, enseguida se las traigo"

La chica se esfumó de su camino y mientras se adentraban al interior del lugar se podían escuchar susurros de personas que se encontraban detrás de la pared que dividía la habitación de la bodega, como si los demás miembros estuvieran escondidos de ellas mientras comentaban sobre la visita de la presidenta.

Bastaron un par de segundos para que una chica saliera de la puerta que daba a la bodega.

"¿Si?, ¡Oh cariño, tanto tiempo sin vernos!" -le dijo mientras se abalanzó hacia ella sin pensarlo-

La albina se limitó a responder "tanto tiempo..." mientras suavemente la alejaba de ella, aunque la cercana distancia seguía firme ya que la chica no soltaba sus hombros.