Amor animal

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Sayaka no lograba apaciguar los nervios, se sentía como en una película de suspenso esperando a que Kirari le dirijiese la palabra, sin siquiera mirarla y decirle algo como "ven a lamer mis zapatos". Pero ya habían pasado exactamente dos horas y la única interacción que habían tenido era su saludo habitual.

De tanto carcomerse la cabeza pensando en cuándo llegaría su momento de ser mascota pareciera ser que lo atrajo, sin embargo, la realidad no se acercaría en nada a sus expectativas...

Kirari: ¿Sayaka?

Sayaka: ¡¿Sí?!

Kirari: Estaba pensando en lo que me habías dicho el otro día sobre el amor entre mascotas y... considero que tienes razón, lamento si llegué a ser algo recta en ese momento, ¿qué te parece esto?

"Regla N°6: Las relaciones entre mascotas están permitidas, siempre y cuando el amo de cada mascota lo apruebe. En caso de que la mascota no tenga dueño esta deberá presentarse en el salón del consejo estudiantil para negociar el permiso"

Sayaka sentía que había una gran incoherencia en esa decisión.

¿Por qué ella haría eso cuando odia a las mascotas?, ¿acaso es alguna especie de prueba?

Sayaka: Vaya... es... qué bien que lo haya tomado en cuenta, con esto su conflicto con las mascotas ya no tendrá tanta revolución.

[...]

Kirari: ¿Por qué sigues aquí?

La menor sintió como si una gran aguja la estuviera atravesando.

Kirari: Ya sabes... ayer dejaste de ser mi secretaria.

La aguja se adentró más en ella.

Sayaka: Eh... en realidad no lo sé, nunca fuí una mascota antes... he estado esperando a que me de algún castigo.

Kirari rió.

Kirari: Sé que mis actitudes y acciones dan a entender que soy una persona cruel... y en realidad si lo soy, siempre seguiré lo que quiera sin importar si eso lastima a alguien más, pero cuando se trata de personas que me importan mis deseos tienen un enfoque distinto...

¿A qué se refiere? ¿Que ella me quiere? Mmm, no, no es viable.

Sayaka: Entonces...

Quiso decir "Entonces, ¿qué tipo de castigo u orden me dará?" pero la albina se le adelantó.

Kirari: El resto de tus días harás lo que quieras.

Aquí viene...

Sayaka: ¡¿Qué?! ¡¿habla en serio?!

Kirari: ¿No te gusta?, no creo que haya alguna otra mascota tan afortunada como tú.

Sayaka: ¿Hice algo mal?

Kirari: ¿Sobre qué?

Sayaka: Mi trabajo, ¿hice algo que no le agradó para que me aleje de este modo?

Kirari: Quizás... -dijo vacilante-

A la menor se le derrumbó parte de su mundo.

Tú no la amasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora