Aire congelado.

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Capítulo 4:

Suguru había pasado la noche en el cuarto de Satoru, tocando su cabeza y midiendo su temperatura, eso de deber si que le hacía mal. Se notaba.

También había examinado la foto, ¿de donde se conocían? Era curioso que una persona tan importante para Geto hubiese sido pareja de Satoru...

Pero, ¿pareja?

Toco la foto una vez más, había marcas poco notorias en los brazos de Satoru, pero tenía una sonrisa sincera en su rostro, con Megumi en brazos y Toji tomando la foto hacia atrás.

Satoru se veía, demasiado. Joven

“Tal vez lo estoy mal intérpretando” se convenció a si mismo para dejar la foto donde estaba y salir de la habitación, o eso intentar.

Vio una pequeña bolita de cabellos azabache colarse por la ventana. Se sorprendió. Y corrió a abrirle. Ya habían comenzado a caer copos de nieve. ¿Ya había pasado tanto?

Megumi lo saludo de forma inmediata, Suguru se preguntaba cómo el niño podía tener tan buenos modales. Se acercó y abrazo a Satoru. Despertandolo de inmediato, como un reflejo.

—¿Meg?— Murmuró somnoliento.— ¿Abriste la ventana?

El pequeño negó y dirigió su mirada a mi. Satoru me noto y se sentó en la cama recibiendo a Megumi en brazos. Satoru con los cabellos rebeldes y sucios era muy tierno.

Pero recordó la foto y se le revolvio el estómago.

—¿Geto? Gracias por abrirle...— No recordaba mada. Gracias a Dios.— Eres el mejor.

Hubiese preferido que me dijeras lo de anoche pero...

—No agradezcas.— Sonrío para cerrar la ventana.— Ya viene navidad...

Megumi se movió emocionado en la cama. Satoru rió. Aunque sonó más como un sollozo a los ojos de Geto.

—En la escuela nos explicaron y haremos cositas para navidad. ¿Tendré un regalo como los otros?— Parpadeó llamando la atención del peli-negro.

—Si lo quieres. Te lo daré. Aunque, tendre que hacer dos. Uno por tu cumple y otro por navidad.—Sonrio un poco, se volteó al ver el peso en la cama, el cual era yo.

—¿Cumples en este mes?— Pregunté, Megumi sonrío ascendiendo.

—¡El 22! Pero mami cumple el 7, ¡faltan 7 días!

—Deja de decirme mami, me siendo ansiano.— Sus ojitos brillaron cuando Megumi le abrazó.

—Entonces cumples pronto y no pensabas decirme.— acuse y se rió.— Que malo eres. Satoru.

—No es algo que celebre en realidad, Megumi siempre tendrá su pastel. Pero la verdad...no me gusta hacer cosas para mí mismo.

—¡Cuando sea grande horneare mi propio para ti!

Pudo ver cómo los ojitos de Satoru se llenaban de lágrimas. Su olor se volvió ligero. Roto.

—Cuando seas grande. Harás una vida lejos de aquí. Muy lejos. Como hablamos.—Le toco la nariz y se rió.— Quiero que seas muy muy feliz...

—Soy feliz...¡contigo! Con ustedes.

Mi corazón también se movió a escucharlo, Satoru se sonrojo y abrazo a Megumi.

—No digas esas cosas. Lo estas presionando.—Comenzo a reír mientras Satoru lo regañaba.

Embose una sonrisa y me metí entre ellos abrazandolos a ambos mientras de reían y me acusaban. Una linda mezclas de olores se sentio en el ambiente.

Blue Lights [Satosugu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora