Blue Lights [Satosugu]

"Feliz cumpleaños"

Capítulo 10:

Después de lo sucedido con el cuerpo de plasma estelar los medios de comunicación estallaron. El cuerpo llegó a la fusión, tal como había sido pedido.

Pero yo no estaba bien, Satoru tampoco. Cuando me pidió que le diera permiso para matar a esas personas. Que no sentía nada en ese momento. Todo mi corazón se rompió en mil pedazos.

Pero fui capaz de pensar, pensar que si lo hacíamos la libertad. Todo se iría.

Eso no haría feliz a Riko.

Entonces le pedí que no lo hiciera. Cuando la emoción se le pasó, rompió en llanto y estuve allí para abrazarlo. Y decirle que todo estaría bien.

Antes de irnos a dormir. Decidí que teníamos que hablar de eso, de lo más importante.

Toji, Toji Fushiguro.

Lo acosté en la cama con cuidado mientras revisaba la marca en su cuello, estaba latiendo del dolor terriblemente, hizo lo posible por besar sus hombros. Calmarlo. Pero aún sentía el miedo y la adrenalina correr por sus venas como estrellas fugaces.

—Tu...lo conoces. ¿Verdad?

Hablo el fin. Su voz estaba rota, completamente, me miró de reojo mientras lo atraía un poquito hacia atrás.

—Fue...fue mi tutor.

—Perdoname...fue mi culpa.

—No, ¿que? Dios, no, Satoru.

—Tenia 10 años.— Explico con cuidado.— Era mi primer celo, y me cumpleaños...lo deje pasar. Por la ventana.— Señaló con ironía.— Me hizo pensar que me quería, le creí.

Las lágrimas se atoraron en mis ojos y me recosté del hombro de Satoru para dejarlas salir. Suspiro dolorosamente.

—Cuando estaba cansado...de su esposa. O eso decía. A pesar de eso, siempre decía que ella era mejor que yo...

Apreté la mandíbula, controle mis impulsos más profundos, por que estaba llorando. Nunca en su vida había llorado tanto en un mismo día.

—Un día me llevo a su casa...

—¿No eras muy joven para eso?

Pude escuchar sus sollozos silenciosos, mientras se mordía la palma de la mano buscando aire.

—Me dijo que era estupido. Que era para lo único que servía. Me quito la ropa y luego...

—Para. Por favor.

Mi ruego lo alertó, se volteó a verme hecho trizas. En brazos abiertos abiertos me abrazó sosteniendo mi cabello, brindándome apoyo emocional.

Respire tranquilamente sabiendo que estaba en sus brazos en ese momento, que nadie podía quitarme esto. Que estaba bien.

—De pensar que podría perderte...de solo pensarlo...Dios, no...

—Geto...— Sus manos me sostuvieron.— ¿Por que me quieres? — Las lágrimas abandonaron su rostro.— Mira...te he destrozado. Estas hecho polvo por mi culpa.

Negue con insistencia mientras lo abrazaba. Se aferró a mi hasta respirar tranquilamente.

Pero. ¿Y si el tenía razón?

—Lo engañe. Me lleve a Megumi con la esperanza de no volverlo a ver. Si no me podía oler, no nos encontraría. Desde que salí como Omega mi olor y paradero han estado en todas partes.

—Gracias a mi...también mi culpa. Me atreví a invitarlo a tu cumpleaños, maldita sea.

—No lo sabías.