Mi Luz ☆~Itadori Yuji~☆

Nanami

~~Kaori POV~~

Luego de aquel incidente, deje que los de segundo se encargaran y avise a Gojō que iría a ver a Itadori, para contarle cómo habían hecho polvo a Fushiguro... y así lo hice, entre al sótano en silencio, sabía que Itadori estaba con sus horribles películas pero se notaba bastante el aumento del flujo en su energía maldita, me gane detrás del sofa donde el estaba cómodamente acostado

-HOLA -Hable bastante fuerte, creo que por poco y se le sale el alma del cuerpo, lo que me dio algo de gracia y solté una risa, note que al escucharme reír Itadori sonrió hacía mi-

-Casi me matas del susto Kaori-chan -ok por esta vez se lo dejare pasar, ya que como dijo lo espante, se dio vuelta para mirarme- ¿El profesor vino contigo ? -miró detrás de mí y cómo dije antes, vine sola-

-Pues no, vine por voluntad propia, tengo que contarte un chisme de Fushiguro

Me acomode en el sofá junto a él mientras le iba contando como el gorila de Kioto le había dado una paliza a Fushiguro, quien de no haber sido por mi interrupción habría terminado medio muerto, en general estuvimos hablando bastante tiempo de todo y nada, olvidé mencionar que traje algunos dulces para compartir, y estaban deliciosos, después de un rato seguimos viendo sus aburridas películas, hasta que me quede dormida, y si, otra vez use el hombro de Itadori como almohada, pero por lo visto al contrario no le molesta....

~~~Así continuó pasando el tiempo, entre entrenar con los chicos de la preparatoria y en las tardes noche, entrenar y ver películas con Yūji, nos tomamos bastante confianza, al fin de cuentas estábamos casi casi todos los días juntos, prácticamente ha pasado un mes, me consta que el nivel de mi amigo ha aumentado bastante, así como también el de los demás estudiantes, lo cual es bastante bueno, tomando en cuenta que solo pasaron 30 días, pensé que seguiría todo tan tranquilo como hasta ese momento, sin embargo Gojō nos llevó a Itadori y a mi a una "misión" mientras íbamos de camino por un pasillo El maestro se disculpaba porque no iba a ir con nosotros

-Esta vez no podré guiarlos, pero no se preocupen, llame a un colega en quien confío -abrió la puerta frente a nosotros y nos encontramos un tipo con cara de amargado, cabello rubio y vestía un traje beige con una camisa azul y una particular corbata, el sensei se acerco a él y paso su brazo por el hombro de aquel sujeto, la verdad que verlos así, el rubio parecía ser un amargado y el albino todo lo contrario, contrastaban bastante, hasta que finalmente con alegría Gojō hablo- Este es Kento Nanami, antiguo oficinista y actual hechicero

-Deja de llamarme así-respondio borde el rubio-

-Aunque varios hechiceros son estrafalarios, él es bastante serio debido al todo El tiempo que fue oficinista, y es un hechicero de 1ra clase -seguía explicando el profesor, el porqué de la seriedad de aquel hombre de traje-

-No eres quien para hablar de los demás- hablo el rubio acomodándose sus extraños lentes-

-¿Eras oficinista? ¿Y como acabaste como hechicero? -hablo el pelirosa a mi lado-

-Lo primero es saludar -se inclino el mayor haciendo una pequeña reverencia- Mucho gusto Itadori-Kun, Kimura-san

-Ah si, igualmente -dijimos Itadori y yo al mismo tiempo haciendo una reverencia al mayor-

El rubio se coloco una mano en la cintura -Al estudiar en la preparatoria de Hechicería descubrí... ¡Que los hechiceros son un asco! -su tono de voz se escuchaba molesto(?) Razón por la cual Yuji y yo quedamos casi en blanco- Y tras trabajar en cierta compañía descubrí... ¡Que trabajar es un asco! -dijo ahora cruzado de brazos-

-¡¿De verdad?! - pregunto mi compañero bastante interesado en el tema-

-Siendo igual de asquerosos, elegí lo que se me daba mejor, esa es la única razón por la que regrese-dijo el hechicero de cabello rubio, y mientras este hablaba note como mi sensei peliblanco y mi compañero susurraban entre ellos- No crean que comparto La mentalidad de Gojō, admito que es alguien en quien confío- en ese momento mi sensei puso una cara más que presumida mirándonos a nosotros sus estudiantes mientras nuestra cara de fastidio creo y era suprema- ¡Pero no lo respeto!- La cara de Gojō fue épica, mientras el rubio se daba la vuelta comenzando a caminar- Detesto como actúan los peces gordos, pero si creo en las reglas y en las normas -volteo su rostro hacia nuestra dirección- Estoy comenzando a divagar, pero, para resumir, tampoco te reconozco como hechicero -Hablo refiriéndose a mi compañero- Puede que lleves contigo la bomba que conocemos como Sukuna, pero espero que me demuestres tu valía.