A Jimin yo lo miraba solo como un amigo nada más, pero un día él me propuso ser amigos con derechos, cosa que me sorprendió.
No había que negar que entre los dos había bastante química y es que Jimin es muy apuesto, ¿Quien no querría estar con él...
El sonido de un auto estacionarse se escuchó y ella se levantó de la silla para ver por la ventana, corrió las cortinas dejando ver así a Jungkook bajar de su auto para luego caminar hacia la puerta principal y tocar el timbre.
Está noche había quedado de salir con él, era una cita así que se arregló de lo más bonita para él.
Terminó de retocar su maquillaje y alguien tocó la puerta, caminó hasta ella y la abrió.
- Tu noviecito te está esperando allá abajo
Fue lo único que dijo para luego dar la vuelta e irse por dónde vino, bueno no es de admirarse, la mayor parte del tiempo su primo es Así, hace las cosas de mala gana.
- Llegaste temprano
Dijo mientras terminaba de bajar los escalones con una sonrisa al ver a su querido novio, se miraba tan guapo y más vestido de un traje formal, casi no miraba a Jungkook usar ese tipo de ropa ya que a él no le gusta usarlo, pero cuando lo hacía se miraba extremadamente guapo y sexi.
- estás muy linda mi amor. -se acercó a ella y dejó un beso en sus labios
- tú no te quedas atrás kook, ese traje te queda muy bien
- Casi no uso por qué no es mi tipo de ropa, pero hoy quería vestirme así para mí princesa. -puso sus manos en la cintura de ella
- ¿Querías verte guapo para mí?
- así es y veo que tú te pusiste linda para mi también
- acertaste. -rien
- ¿Nos vamos?
Ella asiente y Jungkook estira su brazo para que ella lo tomé y así lo hizo; salieron de la casa que por cierto estaba vacía, los padres de ella no estaban ya que tenían reunión con los Park, solo estaba Yoongi, su primo, pero él solo permanecía en su habitación.
[...]
La música sonaba tan fuerte que parecía que los tímpanos de los oídos se iban a reventar en cualquier momento, él centro del lugar estaba lleno de parejas bailando y otras besandose.
Por otro lado en las habitaciones de arriba habían más parejas teniendo sexo por todos lados y en la barra más personas emborrachándose con todo tipo de alcohol que ofrecían y una de esas personas era él.
Ya llevaba más de tres horas sentado allí pidiendo más y más alcohol hasta no poder más, sus ojos estaban casi cerrados y su cara estaba roja debido a todo el alcohol que había consumido, ya no estaba en sus cinco sentidos.
La pantalla de su celular se encendía una y otra vez debido a que alguien estaba intentando llamarlo pero él no respondía por qué uno: estaba borracho, dos, la música era demasiado fuerte para que lo escuchará y tres, lo tenía en silencio.
Le dió un último sorbo a su vaso y lo dejó a un lado para luego apoyar su brazo en la barra y luego su cabeza, abría y cerraba sus ojos ya que le ardían.
- Soy un idiota. -susurró para él mismo
Intentaba no quedarse dormido pero estaba demasiado borracho que no pudo aguantar más y terminó de cerrar sus ojos por completo.
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