Amigos con derechos || Jimin Y TN

«13»

Después de unos minutos llegamos a la enorme casa de Jimin, él guardia abrió el portón y Jimin avanzó hasta llegar y estacionarse.

Una vez el auto ya estacionado, Jimin bajó de este y yo hice lo mismo, caminamos hasta la puerta principal y Jimin la abrió.

- entonces es verdad. -dije mirando por toda la enorme sala

- ¿Que cosa? -se acercó a la mesita y dejó las llaves en esta

- pues que no hay nadie en la casa

- ah sí, mis padres están en la empresa y las sirvientas hoy es el día libre de ellas

Jimin se acercó a mi y puso sus manos en mi cintura mientras me miraba fijamente con una sonrisa.

- ¿Que me miras? -él echó su cabeza hacia atrás mientras reía y luego se separó de mi

- ¿Acaso no puedo verte?

- No, no puedes -dije con una sonrisa y él entrecerró los ojos

- ven, vamos a mi habitación. -se acercó a mi y me tomó de la mano para luego jalarme hasta llegar a su habitación

Subimos las escaleras y al llegar a su habitación este abrió la puerta y yo entré primero, su habitación siempre estaba ordenada y el olor de su perfume se podía oler en toda la habitación.

Cerró la puerta a mis espaldas y luego sentí sus manos en mi cintura acariciando esta, cada toque de él me encantaba.

Sentí su respiración caliente en mi cuello y sus labios tocar mi piel, dejaba besos en cada parte de mi cuello mientras sus manos subían por debajo de mi camisa hasta llegar a mis pechos y apretar estos con sus manos.

Cerré mis ojos disfrutando de sus toques, apoyé mi cabeza en su hombro y el seguía besando mi cuello, sentía como succionaba la piel de este dejando así marcas en él.

- Te dije que hoy me las iba a cobrar, te has portado muy mal conmigo preciosa. -dijo susurrando en mi oído y luego mordió el lóbulo de este

- ¿Ah sí? ¿Y que me vas a hacer? -él me dió la vuelta quedando así frente a frente

- te voy a castigar mi amor. -dijo con una sonrisa ladina y yo mordí mi labio inferior

De un momento a otro sentí sus labios sobre los míos y sin pensarlo correspondí, pase mis brazos por detrás de su cuello y sus manos se fueron hasta mi trasero.

Sin dejar de besarnos caminamos hacia la cama y él se separó de mi, se sentó en el borde de esta.

- siéntate aquí. -palmeó sus piernas, me acerque a él y me senté en su regazo, ya podía sentir su erección empezar a crecer.

Con sus manos apartó el cabello de mi cuello y siguió dejando besos y marcas en éste, luego me quitó la camisa dejándome solo en sostén, tiró está en él suelo y siguió dejando besos por todo mi cuello, mientras una de sus manos acariciaba mis pechos y la otra bajaba a mi intimidad.

Desabrochó el botón de mi pantalón y bajo el cierre de este, su mano se escabulló dentro de mis bragas hasta llegar a mi vagina y con sus dedos empezar a jugar con mi clítoris.

- a-ah~ Jimin-ah ~ -gemidos empezaban a salir de mi boca

- gime mi nombre preciosa -dijo susurrando en mi oido y yo me empezaba a retorcer del placer

Después hizo que me levantara de sus piernas y me puso enfrente de él, con sus manos bajo mi pantalón dejándome solo en bragas y lo lanzó lejos, él se levantó del borde de la cama y empezó a desabrochar los botones de su camisa dejando a mi vista su bien trabajado abdomen.

Luego camino hacia otro lado de la habitación y yo lo miraba confundida.

- ¿Que estás haciendo? -pregunte confundida al ver que buscaba algo en uno de los cajones

- ya lo verás. -siguió rebuscando hasta que encontro lo que buscaba- ¡Bingo!

No pude ver lo que traía en sus manos ya que puso estás detrás de su espalda, luego se acercó a mi.

- ponte de espaldas. -lo miré confundida pero aún así le hice caso y me coloque de espaldas a él

Agarró mis manos y las puso detrás de mi espalda, entonces ya sabía lo que iba a hacer, las puso juntas y luego empezó a atarlas, ¡Maldito!, aunque admito que me encantaba la idea de que me follara con las manos atadas, totalmente sumisa ante él.

Una vez terminó de atar bien estás, me empujó hasta la cama y me puse de rodillas en esta, con el rostro apoyado en el cómodo colchón, quedando mi trasero completamente expuesto ante él.

Sus manos empezaron a acariciar mis nalgas y de un momento a otro me dió una nalgada fuerte, volvió a repetir la misma acción, acariciar estas y al final dejar una nalgada.

- te has portado muy mal, mereces un castigo preciosa. -volvió a pegarme una nalgada, de mi boca solo salían gemidos por lo rico que se sentía que el estuviera azotando mis nalgas con sus manos a tal punto de que estás se estuvieran poniendo rojas

Su mano izquierda estaba puesta en mis manos atadas y con la otra acariciaba mi vagina, luego con sus manos tomó el borde de mis bragas y las bajo hasta mis rodillas.

Llevó su mano derecha otra vez a mi vagina y con sus dedos hacia círculos en mi clítoris, haciendome retocer de placer.

- mmh~ Jimin que rico, a-ah~ joder. -gemía mientras sentia sus movimientos en mi clítoris

Él volvía a acariciar mi trasero y dejar nalgadas en este, luego de eso él se alejó un poco de mi y empezó a bajar su pantalón y boxer, dejando así a la vista su ya erecto pene, el cual con sus manos empezaba a masturbar.

Sentí la punta de este en mi trasero y me penetro de una, sacando un gemido de mi boca y él un gruñido, empezó a penetrarme lentamente hasta que después sus movimientos iban cada vez más rápido

- uff me fascina tenerte en esta posición a-ah~
- dijo con su voz ronca mientras me penetraba y seguía dando nalgadas

- a-ah~ si Jimin-ah, así, más rápido m-mh~
-pedí y él aumentó sus embestidas causando más gemidos de mi parte

Luego salió de mi y me levantó de la cama, quedando de espalda hacia él, con sus manos terminó de bajar mis bragas y desabrochó mi sostén, quedando completamente desnuda

Sus manos fueron hasta mis pechos y jugaba con mis pezones haciendo círculos en estos y apretandolos, llevó dos dedos hasta mi boca y los metió hasta mi garganta a tal punto de que me dieran ganas de vomitar, luego los sacó.

Me dió la vuelta quedando frente a él y atacó mis labios en un beso, di paso a su lengua y junto con la mía empezaron a jugar, luego se separó de mi y bajo su rostro hasta mis pechos y metió uno a su boca, con su mano acariciaba el otro.