A Jimin yo lo miraba solo como un amigo nada más, pero un día él me propuso ser amigos con derechos, cosa que me sorprendió.
No había que negar que entre los dos había bastante química y es que Jimin es muy apuesto, ¿Quien no querría estar con él...
Desperté por los rayos del sol que daban en mi rostro, me senté en la cama y estire mi cuerpo, me levanté y luego fui a darme una ducha, después de 20 minutos salí y me puse algo cómodo, necesito ir al hospital, aunque Jimin no me dijo en cual están, le mandaré un mensaje.
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Salí de la habitación y baje las escaleras hasta llegar donde se encontraban mis padres desayunando ya que debían ir a trabajar.
- ¡Buenos días hija! Ven sientate y desayuna con nosotros -dijo mi padre en tono alegre
- no voy a desayunar, necesito ir al Hospital. -ellos dejaron de comer para verme con una cara de preocupación
- ¿Al hospital? ¿Te sientes bien mi princesa?
- yo si, pero Ae-cha está en el hospital, necesito ir a verla
- ¿Que le paso a tu amiga?
- hubo un enfrentamiento en una fiesta, unos hombres entraron disparando y una de las balas le dió en la pierna a ella
- ¡que mal! Ves ______, por eso no me gusta que salgas a fiestas, cualquier cosa puede pasar
- lo sé mamá, ¿Puedo ir a verla al hospital? -los mire con súplica
- está bien hija, yo te paso dejando -corri a su lado y lo abracé
- gracias papá, te quiero -le di un beso en la mejilla
- bueno ahora desayuna algo, no quiero que caigas desmayada por allí -asentí y luego me senté con ellos en la mesa y mi mamá sirvió mi desayuno
Antes de comer decidí mandarle un mensaje a Jimin para decirle que si iba a llegar.
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