CHAPTER THREE

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         UN SILENCIO incomodó era lo último que ambos querían, es decir, esperaban que las cosas salieran mal pero ya estaban preparados para lograr buenos resultados

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         UN SILENCIO incomodó era lo último que ambos querían, es decir, esperaban que las cosas salieran mal pero ya estaban preparados para lograr buenos resultados. Aunque no vieron venir que este silencio producido por un atónito Conde fuese tan... incómodo y prolongado, maldita sea.

...quizás debieron ser más cuidadosos con sus palabras. Ningún padre reaccionaría bien ante aquello.

Entonces mientras Cale (que mantenía su rostro con su indiferencia habitual... no se dio cuenta del silencioso pánico que le causaba al Conde) pensaba en una buena solución para la extraña situación, Lin'er se le adelantó:

—Uh, disculpe, no me he presentado como corresponde —murmuró lo bastante alto para que fuese audible, alguien debía acabar con la incómoda situación rápido o se volvería loca con los comentarios inapropiados del sistema —. Soy Mo Xiao Lin, una insignificante huérfana que se lanzó al mundo en busca de una buena vida.

Lin'er le sonrió al Conde y este quedó momentáneamente boquiabierto por los vívidos sentimientos que se transmitían en esa sonrisa, además, su nombre sonaba extraño.

El Conde relajó su postura y observó mejor a la niña que parecía brillar.

Ella no miente, todo en ella grita inocencia... como alguien que solo pudo salir adelante debido su esperanza de encontrar felicidad.❜ Un suspiro más y dejó que toda cautela se desvaneciese, sabía como leer a las personas más si estas presentaban una amenaza para su familia. Además, Cale se veía muy relajado, cómodo a su lado.

Valía la pena arriesgarse para hacer feliz a su hijo mayor.

—Y si me lo permite —comenzó Lin'er al darse cuenta que tanto padre como hijo parecían estar metidos en sus pensamientos —, puedo trabajar; se usar magia, tengo conocimientos de herbología, puedo lavar y confeccionar ropa, soy decente en repostería--

—No. —Cale frunció el ceño, sin gustarle la idea de que se viese forzada a hacer ese tipo de trabajos; Lin'er ya había hecho más que suficiente al sobrevivir a tanto, le gustaría que simplemente se relajara. —Ya habíamos hablado de esto, no harás nada de eso.

—Dijiste que me ayudarías, pero... ¿como conseguiré dinero si no trabajo? —Lin'er se volvió para mirarlo con sospecha y el Conde tuvo que parpadear un poco más y forzar su vista, por un segundo le pareció ver a un conejito inocente a punto de ser engañado por un astuto zorro... pero eso no podía ser posible, ¿no? —No caeré en la misma trampa dos veces.

Ante aquello, Cale se sintió molesto; en la novela se mencionaba que antes de llegar al territorio Henituse, Lin'er lo había pasado realmente mal.

Se había equivocado de palabras.

—No es nada malo, lo prometo, pero aún te faltan los documentos correspondientes para tener un buen trabajo. —No era del todo una mentira, pero definitivamente le estaba complicando las cosas a la chica. Y Deruth sintió que sí, su hijo era un astuto zorro engañando a un inocente conejito. —Mi padre se encarga de ellos, pero lleva un tiempo.

SIGNAL; trash of the count's familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora