~03~

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Cada paso que daba sentía más enojo, podía ver al idiota mitad y mitad hablando tan animadamente con Momo, que sentía que en cuanto llegara allí lo mataría, lo dejaría irreconocible, su familia ni siquiera reconocería sus restos y...

—¿Katsuki?

La voz de Momo lo sacó de sus pensamientos. Mierda. No pensó antes de actuar de nuevo.

La observó casi con vergüenza, ya estaba allí, ya no podía irse sin parecer sospechoso. Aunque ganas no le faltaban.

Shot saludó con la mano, Kirishima parecía algo nervioso, y Momo lo observaba con un semblante serio, exigiéndole una explicación.

Hubo un silencio de ultratumba, Katsuki parecía no reaccionar, y es que estaba pensando en qué decir.

—¿Qué estás haciendo aquí?— finalmente Momo rompió el silencio. Su semblante seguía igual de serio.

—Yo...— su ceño se frunció, recordando todas las pruebas que Kemy le había dado de que ella lo engañaba. —¿Qué mierda te importa a ti, cola de Caballo?

Todoroki y Kirishima quedaron sorprendidos.

—Tu fuiste la que de la nada apareció aquí.— sonaba furioso. —Vine a buscar a Kirishima, no te molestaré en tu cita con este idiota mitad y mitad, porque no me sorprende.

—Bakubro...

Kirishima intentó hablar, intentando calmar la situación, apelando a qué su amigo razone...

...Pero no contó con que Yaomomo iba a enfurecer también, levantándose de su asiento y empujándolo con fuerza, haciéndolo retroceder. —¡¡Eres un estúpido!! ¿¡Quién rayos te crees que eres para recriminarme que estoy en una salida que nisiquiera es una cita!?

Bakugo parecía bastante sorprendido, pero Momo continuó. —¡¡Lo que yo haga con mi vida es mi problema siendo que a ti no te importa y prefieres creerle a desconocidos antes que a mí!! ¡¡Pierdete!!

Y tomó a Todoroki de la mano con fuerza, haciendo que el bicolor tuviera que contener un quejido. —Vamonos, Todoroki-san. ¡Es una pena que en este parque tan bonito hayan personas con el cerebro de un insecto!

Y se marchó de allí, dejando boquiabiertos a Bakugo y al escuadrón suicida.

Uraraka y Deku se miraron fijamente entre ellos, para después ver a Mina, quién también los miraba con confusión e incredulidad. Se miraron entre los 3, sin entender nada de lo que había ocurrido.

Kirishima, aún en shock, se levantó de la banca, mirando a su amigo con confusión. —¿Qué acaba de pasar...?

Bakugo se enfureció aún más al salir de su trance. —¡Esa tonta!

Kemy miraba con satisfacción la escena, pasando desapercibida para todos, menos para la reina Alien, quién aprovechó que tenía un refresco en su mano y una peluca y gafas que la hacían irreconocible, y pasando al lado de Kemy, intencionalmente accidental, le tiró su refresco. —¡Lo lamento tanto!

Se rió para sus adentros al ver lo ofendida que se sintió esa rubia cabeza hueca. Siguió su camino sin importarle los reclamos de ella.

Bueno, volviendo con el par de amigos, Kirishima puso su mano en el hombro de su bro. —No fue muy masculino de tu parte haber tratado así a Yaomomo, Bakubro...

—Ugh, parece que todos están de su lado hoy.— refunfuñó el mencionado. —Le gusta jugar a ser tonta, ella sabe lo que hizo.

Kirishima lo miró con duda. —Pues... Yo no sé que hizo para que la trataras así, antes eran una bonita pareja y...

—Me engañó.

—¿¡QUÉEEE!?— Probablemente el grito del pelirrojo se había escuchado por todo el parque. Esto no era en serio, Katsuki debía estar de broma. —Bro, sin ofender pero... ¿Cómo carajos llegaste a esa conclusión?

—Era obvio, idiota. Además, cuando...

Y Kemy apareció allí, escupiendo maldiciones por su ropa arruinada. —¿Puedes creerlo, amor? ¡Una rubia estúpida de pelo corto derramó su refresco en mi ropa! ¡Es nueva!

Kirishima disimuló su risa con una tos falsa, sabía que hablaba de Mina.

—Ugh, parece que este día es de mala suerte y...— Kemy se detuvo, notando a un pelirrojo no deseado en la escena. —¿Qué haces aquí?

—Es un país libre, puedo estar dónde yo quiera...— respondió Kirishima, cómo si fuera lo más obvio del mundo. —Estudias derecho, deberías saberlo...

Ella tomó a Katsuki de la mano, y se fueron de allí sin siquiera despedirse, lo que logró hacer soltar un suspiro de decepción a Ejiro.

¡Atrás, gata rompehogares!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora