Sólo existen tres cosas que el gran Rey Leónidas Primero de Esparta disfruta en este mundo: leer libros en una hamaca, beber vino con queso espartano como aperitivo, y... una tercera cosa.
Para un hombre de su calibre, pocos premios eran mejores que permitirse un descanso eterno en las mansiones del Valhalla tras haberse ganado el cielo en la afamada batalla de las Termópilas.
Lastimosamente, no todo el mundo había recibido el mensaje que su muerte en glorioso propósito tan contundentemente había enviado: "No te metas con Esparta".
—¡Hey!—gruñó perezosamente, tumbado a la sombra de un árbol mientras trataba de disfrutar de su bien merecida paz—. ¡Bajen el puto volumen allá atrás!
Aquella sonora música que lo había arrancado de su sueño no hizo más que aumentar sus decibeles, acompañada ahora por cantos y palmas que hacían temblar la tierra.
—¡No lo voy a repetir! ¡Dejen dormir al espartano!
Ante el insistente y siempre creciente sonido, el antiguo monarca se puso de pie con un salto, rugiendo como animal furioso. Se sacó las lagañas de los ojos, se metió un cigarro en la boca y apretó los puños.
—Geirölul—llamó—. Tenemos trabajo que hacer, ¿estás lista?
La quinta hermana valquiria se incorporó de golpe, sacando la cabeza de entre las almohadas que usaba para amortiguar el sonido que llegaba a sus oídos.
—¡Pensaba que nunca lo preguntarías!
¡¡FORJA DEL DIVINO TESORO!!
¡¡¡VÖLUNDR: DESTINOS ENTRELAZADOS!!!
—¡¿Qué demonios está ocurriendo aquí?!—exigió saber el espartano, mientras irrumpía en uno de los jardines del cielo.
La musica se detuvo en seco, decenas de miradas se volvieron hacia el hombre. Un cerco de dioses se había formado alrededor del destructor de mundos, Shiva, quien se había estado divirtiendo con el grupo bailando y cantando como tanto le gustaba hacer.
—Oye, humano, no seas aguafiestas—dijo el deva—. ¡Únetenos! ¡Tengo entendido que los griegos sabían organizar unas fiestas increíbles!
Movió la cadera y sacudió los pies en una breve danza, invitando al espartano a festejar junto con ellos por ninguna razón en particular.
—Lo voy a decir sólo una vez—gruñó Leónidas—. Apaga esa música y déjame dormir. De lo contrario, habrá problemas.
Shiva sonrió divertido.
—¿Problemas, viejo?—su expresión se tornó seria—. ¿Por qué no te vas al infierno y dejas de molestar un rato?
Leónidas encendió su cigarro con un mechero, asió con fuerza su escudo y soltó un gruñido.
—¿Qué curioso? Iba a decirte exactamente lo mismo...
La multitud ahogó un grito de terror y se dispersó a toda prisa en busca de refugio cuando el espartano se abalanzó sobre el dios hindú como una bala de cañón. Shiva miró al humano cernirse sobre él, con todos los ojos muy abiertos.
Leónidas dio un poderoso salto, alzó el escudo por sobre la cabeza y llenó sus pulmones hasta el punto de casi tragarse su cigarro. Concluyó su ataque con un devastador golpe descendente que hizo estallar el suelo a sus pies, levantando una enorme polvareda que cubrió el campo en su totalidad.
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Record of Ragnarok: Batallas Alternativas
FanfictionLa idea es bastante simple, estaremos explorando distintos escenarios hipotéticos en donde los distintos personajes de Shuumatsu no Valkyrie puedan enfrentarse los unos a los otros fuera del torneo. No hay limitaciones con respecto a bandos y la exc...