·Ace Attorney and Investigations·

El caso de formación

·El caso de formación·

10 de Abril, 10:35 a.m.

Sala nº 2

Palacio de Justicia

Phoenix observaba el juicio con suma atención, aunque ahora, más que un juicio parecía haberse convertido en un simple juego extraño y bastante confuso con el tema, al menos lo era para el juez y su alumno.

El juicio era de Apollo contra Klavier, se trataba sobre un caso de asesinato.

-¡Protesto! –exclamó Apollo tras oír el testimonio del testigo que se encontraba en el estrado- ¡Eso contradice con su declaración!

-¿Qué me está diciendo? –espetó el testigo llamado absolutamente desconcertado.

-¡Protesto! –exclamó un divertido Klavier- No tan rápido, mi querido frente.

-¡Aguarda! Me acabas de decir, ¿"querido frente"? –cuestionó despacio, como si hubiera escuchado mal al principio.

-Eso es un tal vez, baby –comentó el fiscal Gavin sin dejar de sonreír, su sonrisa se amplió aún más cuando vio la expresión avergonzada del abogado.

-¿¡Q-Qué!? -

-Wau, él está llevando su coqueteo al extremo. Es muy divertido –parafraseó Trucy muy divertida por la situación.

-¡No lo es! –le respondió Apollo muy rojo por la vergüenza- ¿Qué demonios le está pasando al fiscal Gavin?

Tu-Tump. Tu-Tump.

-Ay, no otra vez –se dijo el abogado.

-Polly, estás muy rojo –

-¿¡No!? ¡Claro que no! ¡Son imaginaciones tuyas, Trucy! –puso, sin darse cuenta, el uso de sus Cuerdas de Acero.

-Achtung*, gritar solo se debe cuando tienes una protesta formulada, mi consejo sería que no te dejes caer por las emociones, Polly –

Apollo se congeló ante lo que acaba de escuchar recientemente, Phoenix miró divertidamente la escena, se preguntaba si su alumno esta vez sería capaz de darse cuenta.

-¿D-Disculpe? –inquirió torpemente.

-Oh, Polly. Te estoy poniendo... nervioso –preguntó curioso, aunque muy al fondo de sus pensamientos, lo hacía a propósito.

La cara de Apollo se puso más rojo que su traje.

-¿Q-q-qué? –fue lo único que pudo expresar.

-Ya basta de su discusión de amantes que me están poniendo incómodo –intervino el Juez, parecía que al observar la discusión de ambos lo dejó más confundido en el caso- Solicitaré un receso de veinte minutos para que ambos resuelvan esta confusión, me doy entender.

-El Juez acaba de decir ¿¡amantes!? –Apollo no podía creer que lo que acaba de decir el Juez- P-pero, Su Señor –un golpe seco del martillo de madera resonó en el tribunal, sin dejar al abogado la oportunidad de contradecir aquel comentario.

10 de Abril, 10:52 a.m.

Sala de acusados

Tribunal del distrito

Apollo sentía que iba perder su último nervio, el poco tiempo que el Juez le otorgó para pensar cómo resolver este enredo, su mente estaba en otra cosa. No podía ignorar aquella acción inesperadamente extraña que había hecho Klavier, ¡era totalmente vergonzoso! ¿En qué demonios estaba pensando?