·El caso de la tormenta·
Parte 1
19 de Diciembre, 09:30 a.m.
Camino al Palacio de Justicia
El frío reinaba en el aire de Los Ángeles ahora con las calles cubiertas de nieve blanca y nítida, a pesar que nevara con lentitud, sentía mucho frío y eso que estaba abrigado de pies a cabeza.
Sin embargo, tenía que darse prisa para llegar al Palacio de Justicia si no quería llegar tarde para entregarle el caso que su jefe se le había olvidado.
A pesar de tenerle todo el respeto, este hombre nunca dejaba de exasperarlo.
¿Por qué tenía que ser él que le llevara las pruebas que se le había olvidado?
Claro, Trucy no podía porque tenía escuela hoy y Athena estaba ocupada ahora mismo un caso contra Blackquill.
Como si él no estuviera ocupado. Bueno, admitía que hace poco cerró un caso contra (para su desgracia) el fiscal Gavin y hoy tenía que confirmar una cosa antes de dar por finalizado el archivo.
Parecía como si el destino le estuviera jugando una mala pasada.
Se encogió de hombros cuando una suave y helada brisa sopló, el frío se colaba en cada parte de su cuerpo amenazándolo con arrebatarle los pequeños rastros de calor, que aún conservaba gracias a sus abrigos de lana.
-D-Dios, si e-el cami-no no es-tuviera tan cubierto d-de nie-nieve po-podría haber usado...mi bicicleta –el joven abogado no dejaba de temblar ni de castañear sus dientes, al igual que maldecir a su jefe por su torpeza- S-Sr. Wright... ¿cómo puede ser tan descuidado de olvidar sus archivos?
Sin duda, Apollo comenzaba a sospechar que su jefe le gustaba hacerlo sufrir. No cabía duda que el hombre tenía una mente un tanto humorística como retorcidamente sádica.
Para el colmo, este día de frío parecía empeorar tanto que podría convertirse, en cualquier momento, una paleta de hielo.
Como le gustaría llegar en cuanto antes al Palacio para estar bajo el cobijo de la calefacción con un vaso de café caliente y amargo.
Un sonido de un coche en movimiento lo detuvo, a pesar que el sonido no sentía intenso debido que la nieve lo amortiguaba eso, no quitaba el ruido del motor en funcionamiento.
Dejándose llevar por la curiosidad, el joven abogado se giró para observar un auto moderno color violeta oscuro y vidrios polarizados negros, situado a su lado.
Se preguntaba quien podría ser el dueño de aquel vehículo moderno, aunque muy en el fondo, tenía una ligera sospecha de quien sería sumando un mal presentimiento.
El vidrio polarizado se deslizo automáticamente, de la ventana salió un rostro muy familiar, piel bronceada, ojos llamativos azulados, cabello rubio platino y una sonrisa deslumbrante.
-Hallo, Herr Frente –saludó el fiscal Gavin con una sonrisa galante.
El abogado se quería golpear la cabeza, debió haberlo imaginado que se trataba de él.
-Buenos días, fiscal Gavin –saludó cansinamente el pelicastaño, sin dejar de temblar de frío.
-Herr Frente, se puede saber que estás haciendo con este terrible frío –se atrevió a preguntar al fiscal al notar castañear sus dientes mientras se abrazaba de forma protectora.
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·Ace Attorney and Investigations·
FanficMiles Edgeworth regresa a Los Ángeles después que haya pasado casi 8 años, la razón no sería para retomar casos sino su deseo de volver a ver a su viejo rival al enterarse de la pérdida de su distintivo de letrado. En su camino encontrará a ciertos...