Me levanté temprano aquella mañana de sábado. Había dormido poco, pero tenía que ir a dejar un paquete a un hotel.
Así que, me levanté de la cama, fui al baño a lavarme los dientes, peinarme, y volví a mi habitación a vestirme.
Fui a la cocina a prepararme un café. Estaba poniendo la cápsula en la cafetera, cuando Paula llegó frotándose los ojos.
- ¿Qué haces despierta tan temprano?- le pregunté.
- No podía dormir más. ¿Vas a llevar el paquete?- preguntó y yo asentí.- ¿Te acompaño y no vas sola?
- Te lo agradecería mucho, Paula.
Ella sonrió.
- Voy a vestirme, ¿me preparas un café? Enseguida vengo.
- ¡Por supuesto!
Mi amiga se marchó y yo preparé los cafés, mientras ella venía. Regresó a los pocos minutos, vestida con unos vaqueros y una sudadera. Desayunamos en la cocina y, al acabar nos fuimos hacia la tienda a recoger el paquete para llevarlo al hotel.
Por el camino íbamos hablando de nuestras cosas, de la fiesta de la noche anterior y de la decisión de formar el club.
- Suena genial eso de tener un sitio donde reunirnos- dijo Paula.
- La verdad es que sí. Además, lo bien equipado que está el local con su cocinita, su baño... Es ideal. Parece echo a la medida para nosotras.
-¿Te imaginas hacer una pijamada entre todas alguna vez?- dijo Paula riéndose.
- Conociendo a Viole, nos da la noche - dije riéndome con ella.
Llegamos al hotel Alfonso XIII de Sevilla, una auténtica maravilla. Era tan bonito por fuera como por dentro. Llegamos a recepción, donde tendría que dejar el paquete para aquel cliente. Fue rápida la entrega y, después de firmar unos papeles, salí con Paula de aquel hotel.
- Una noche aquí tendrá que valer medio sueldo -dijo mientras salíamos.
- Mejor ni preguntemos- respondí con una sonrisa.
- ¿Damos un paseo por el parque de ahí enfrente? Total, no tenemos nada que hacer- surgirió Paula.
- Me parece genial.
Cruzamos la calle rápidamente antes que viniera un bus o un coche de caballos que usaban los turistas para pasear y conocer la ciudad. Llegamos al parque y no habíamos dado ni diez pasos, cuando vimos a un grupo de tres o cuatro chicos riéndose escandalosamente casi al final del paseo del parque. Mi amiga y yo nos miramos.
No tendrán más de quince o dieciséis años, pero parecían estar divirtiéndose mucho. Pensé que quizás alguno estaba contando algo gracioso. Pero pronto me percaté que no era así. Me di cuenta rápidamente, que estaban incomodando a una persona.
¡Pero que poca educación tienen estos jóvenes! Desde luego, hoy en día que pocos valores enseñan, de verdad.
Iba a decirles algo, cuando de repente, oí decir a uno de ellos:
- ¿Y este que se cree el Michael Jackson ese? ¿Cuanto te has dejado en operaciones, colega?
Mis pies, al oír ese nombre, aceleraron sus pasos hacia donde se encontraban aquellos chicos. Paula trotaba a mi lado.
- Mary, tranquila.- dijo casi llegando a donde estaban esos chicos.
- ¿No os da vergüenza de meteros con una persona por su apariencia?- no me pude callar.
Miré de reojo a aquel chico que tenía la cara tapada, supongo que estaría avergonzado por lo que le estaban diciendo.
- ¿Y a ti que mierda te importa lo que hacemos?- dijo uno de ellos, vacilandome.
Solté una risa.
- Dejad a la gente en paz e iros a casa. - dije en plan tranquilo.
-¿Vas a ponerte chulita?- dijo otro, que me sacaba al menos medio metro.
Me estaban sacando de mis casillas, respiré hondo. No quería perder los nervios.
- Si hace falta, si- dije.
En ese momento, agradecí que Viole me hubiera dado clases de defensa personal. Sentía la adrenalina correr por mis venas, era una mezcla de miedo y valor. Aunque si ese chico me daba un golpe, me derribaria al instante. Sentí que Paula se colocó a mi lado, también preparada para lo que fuera.
El chico alto se acercó más a mí y con una mano, me empujó en el hombro.
- Vete de aquí, esto no es de tu incumbencia.
Los amigos se rieron y aquel chico, seguía con la cabeza escondida entre sus manos. ¿Por qué sentía en mi interior que debía de protegerlo? ¿Sería por qué habían nombrado a Michael? No, no, no me gustaban las injusticias.
Así que, aunque por dentro me estuviera muriendo del miedo, junté todo el valor que tenía y me encaré de nuevo con ese chico.
- ¿Y por qué no te largas mejor tú? Ya que estamos, te vas tú con tus amiguitos y dejas a ese muchacho en paz. Que más te da a ti a quien se parezca o no.
- ¿Encima defiendes al negrata ese que se puso blanco y violaba a niños? - se mofó el tipo.
Se giró hacia sus amigos riéndose y de repente, todo pasó demasiado rápido. Vi pasar una sombra por mi lado y lo siguiente que recuerdo es oír gritar de dolor a ese tío.
Parpadeé varias veces y vi como sangraba por la nariz mientras mi amiga Paula estaba delante de él, a la vez que le gritaba:
- Vuelves a decir algo más de Michael Jackson y te reviento la cara.
- Serás puta, tía. Te voy a reventar la cabeza y me da igual que seas mujer ¡Me has roto la nariz!- dijo tapándosela.
La sangre le caía por la camiseta y la chaqueta que llevaba mientras se acercaba a mi amiga, que lo esperaba. Levantó su mano para golpearla, pero ella fue más rápida y le pegó una fuerte patada en sus partes nobles que me dolió hasta a mí. El chico cayó al suelo, retorciéndose de dolor.
Los amigos se acercaron y uno de ellos, me tomó del brazo, tirándome de él. Me giré de tal manera que le di una patada en la barriga. El otro no intentó nada, solo ayudó a su amigo a levantarse. Nos miraron y no dijeron nada, solo salieron corriendo de ahí.
- Ahora me alegro que Viole nos enseñara defensa personal - dije con el corazón acelerado.
- Si, ha valido la pena, pero hemos tenido una escena pura de una peli americana.- dijo Paula riéndose - Pero no veas cómo me duele la mano, pero no pude reprimir la rabia al escuchar lo que dijo sobre Michael.- Se tocaba la mano derecha con gesto de dolor.
- Has estado muy bien, no esperaba que tuvieras tanta fuerza - dije riéndome -¿Te duele? Ahora cuando lleguemos a casa, te pones hielo.
Ella simplemente asintió, pues si teléfono empezó a sonar y mis ojos se posaron en aquel chico que seguía igual. Me acerqué a él y pregunté:
- ¿Estás bien?
Él se destapó la cara y me miró. Sentí mi corazón pararse, al igual que mi respiración.
Esos ojos...
De repente, todo se volvió negro y sentir mi cuerpo caer.
-¡Mary!
Lo siguiente que recuerdo es oír mi nombre de lejos, y como me daban pequeñas cachetadas en las mejillas.
Abrí los ojos lentamente y vi a Paula encima de mí, con gesto preocupado.
-¿Qué te ha pasado?- preguntó ayudándome a levantar.
- Debo de estar soñando. Creía que ese chico que hemos ayudado era Michael Jackson - solté una carcajada mientras me sacudía el pantalón - ¿Te imaginas a Michael vivo y en Sevilla, en pleno 2023?
Miré a mi amiga que desvío la mirada hacia un lado, donde estaba el chico. Luego me miró, con una amplia sonrisa.
- Pues somos dos entonces la que hemos visto lo mismo.
-¿Qué?- pregunté confusa.
Ella me hizo un gesto con la cabeza hacia el lado, al cual miré donde ella indicaba. Ahogué un grito, tapándome la boca con las manos. Luego, casi lo tiro al suelo de cómo me abracé a él, diciendo:
- ¡Eres tú, eres tú!
Sentí sus manos abrazándome y yo creí en ese momento que podía morir en paz.
Pero... Un momento, ¿cómo era esto posible?
Me separé de él y lo miré atentamente. Y no, no había dudas de que fuera él.
Tenía delante al mismísimo Michael Jackson.
Un Michael Jackson de unos 38 o 39 años, sobre la época del HIStory tour.
No entendía nada...
- Perdón, ¿me podéis decir dónde estoy?- dijo con ese tono de voz que era reconocible sin alguna duda.
- En Sevilla, en España - respondió Paula en un perfecto inglés.
- ¿Cómo?- si nosotras estábamos sin creerlo, él aún más.
- ¿Qué sucedió? ¿Cómo has aparecido aquí?- pregunté también en inglés.
En ese instante, agradecí mentalmente que mis padres me apuntaran a clases de inglés desde bien pequeña.
- No sé - pasó su mano por sus perfectos rizos - Estaba paseando por Neverland y al llegar al bosque, vi una luz, mi collar se iluminó y cuando me di cuenta, estaba aquí. Quise preguntar a esos chicos, pero comenzaron a burlarse de mí. No entiendo mucho español, pero sabía a qué se referían.
- Esto es subrealista - murmuré. - No te preocupes, nosotras te ayudaremos sin problema.
- Si, Michael. Aquí estamos nosotras- dijo paula.- Por cierto, mi nombre es Paula.
Extendió su mano derecha y Michael se la estrechó.
- Yo soy Mary, la histérica que se ha desmayado - dije con una leve sonrisa y repitiendo el gesto de mi amiga.
- Encantado, chicas. Gracias por vuestra ayuda. Que dios os bendiga.
Ambas sonreímos y decidimos irnos para casa con Michael. Paula le surgió que se recogiera el pelo de otra manera y le dejo sus gafas de sol. Michael solo llevaba una camisa azul, con una camiseta blanca debajo, un pantalón negro y sus tipicos mocasines con calcetines blancos.
Sólo esperaba que pasara desapercibido un poco, pues quien fuera fan de él, sabía su manera de vestir, pero aún así, tuvimos mucha suerte que nadie dijera nada.
La cuestión era la siguiente ¿Como era posible todo esto? ¿Acaso aún estaba dormida y esto era un simple y hermoso sueño? ¿Era realidad?
Sólo puedo confirmar que, desde ese día, nada será igual.Yo no sé qué haría sin cierto personaje de esta historia...
Este capítulo va para ti PaulaOrtegaGar97
Espero que os guste!!!
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Another Part Of Me
Fanfiction¿Qué pasaría si Michael Jackson viajara en el tiempo, más concretamente al futuro, y se encuentra con un grupo de amigas que serán las encargadas de ayudarlo a regresar a su tiempo? ¿Serán capaces de ayudarlo? Si quieres describir las aventuras de e...