Another Part Of Me

12. Cuidado con la vecina

Veníamos Paula y yo de hacer unas compras por la tarde de aquel martes de finales del mes de febrero. Como vivíamos en un segundo, a veces no usábamos el ascensor para subir a casa.
Subíamos los últimos escalones, cuando oímos las voces de algunas vecinas hablando.
- Si, si, lo que os digo. Esas tres han metido a un tío en su casa. Seguramente, se revolcaran con él...
Paula y yo nos miramos, paradas en el ultimo tramo de escaleras, para que no nos vieran.
- No seas mal pensada, Teresa. He oído que es primo de una de ellas. Creo que de Mary.
- No seas ingenua, Pili, siempre se ha dicho que cuanto más primo, más me arrimo. Esas van de mosquitas muertas y no lo son.
- ¿Por qué eres así con esas chicas?- preguntó Rocío, otra de las vecinas.
Ella y Pili, siempre eran amables con todos y unas excelentes personas. En cambio, Teresa no lo era.
Le gustaba estar metida en todo y querer saber de la vida de los demás. Para ser algunos años mayor que nosotras, era un poco amargada.
Paula, con el entrecejo fruncido, empezó a subir los escalones que nos separaban de nuestras vecinas. Yo, alarmada por lo que podía suceder, la seguí, quedando ambas detrás de Teresa, quién, hablando con Pili y Rocío, no se dió cuenta de que estábamos detrás de ella.
Pili y Rocío, al vernos, comenzaron a hacer gestos para que se callara, pero Teresa seguía relatando en contra nuestra. Hasta que, pasado unos segundos, dijo:
-¿Se puede saber que os pasa?
- No, mejor dicho habría que decir que te pasa a ti con tanto cotilleo - soltó Paula.
Noté como Teresa se tensaba y se giró hacia nosotras, fingiendo una sonrisa.
- Hombre, chicas. ¿Qué tal estáis?- preguntó.
- Deja esa falsa amabilidad con nosotras porque no cuela. Te acabamos de escuchar todo lo que has dicho de nosotras.
-¿Yo? ¡Qué va! ¿A qué yo no he dicho nada?- preguntó mirando a Pili y Rocío.
Ellas se miraron pero no dijeron nada. Sabíamos que ellas no eran malas personas como Teresa.
Miré a Paula, quién la miraba con las cejas levantadas y con cara de pocos amigos, cosa que me daba miedo, pues sabía lo que rondaba por su cabeza.
- Te hemos oído, Teresa. No somos sordas - dije abriendo la puerta de casa.
Hice entrar a Paula y mientras entraba yo en casa, oí decir a Teresa:
- ¿Quién es el chico que vive con vosotras?
- ¿Y a ti que mierda te importa? - le gritó Paula desde dentro de casa.
Di gracias al cielo porque Michael había salido a tomar algo con Yas y no escuchara lo de esta mujer.
- ¿Os estáis acostando las tres con él, cierto?- preguntó con malicia.
Solté las bolsas dentro de casa y me dirigí hacia Teresa, con gesto muy serio.
- Que sea la última vez que dices algo así de nosotras. No es de tu incumbencias saber quien es Miguel... - dije y me volví hacia casa.
- Asi que se llama Miguel... Ya sabemos el nombre con el tipo que metéis en vuestra cama.
Me giré de nuevo hacia ella, pero Paula fue más rápida que yo, dándole una bofetada en la cara, y después le dijo:
- Al menos, tenemos quien nos caliente la cama, no como tú, que estás amargada porque hará años que no sabes lo que es un buen polvo.
Y me tomó del brazo, llevándome hacia dentro de casa, cerrando la puerta y dejando a nuestras tres vecinas mudas.
- ¿Dime qué no le has pegado una bofetada a Teresa, Paula?- pregunté sorprendida tras ver lo que mi mejor amiga había hecho.
- No la soporto a la amargada esa. Tendría que dar las gracias porque Viole no está aquí, si no, la tira por las escaleras, aunque ganas me han dado a mí...
- Pero tu respuesta ha sido épica, amiga.- dije y de repente, me entró un ataque de risa.
Paula se unió a mí.
Y así nos encontró Viole, quien llegaba de trabajar.
-¿Qué os pasa?
Paula, más tranquila, comenzó a contarle lo sucedido de inmediato.
Viole levantó las cejas y preguntó:
- ¿No me digas que le has abofeteado la cara a la del tercero?
- Así es- respondí.
- Llego a estar yo y directamente, la tiro por las escaleras - añadió Viole.
- ¿Ves? Te lo dije - dijo Paula volviéndose a reír.
- Pero Pau, es verdad, esa tiene que llevar siglos sin que un hombre le ponga un dedo encima, así está de amargada. - dijo Viole uniéndose a nuestras risas.
- Al menos, Michael no ha tenido que escuchar las barbaridades que ha dicho... Que pena me daría si lo hubiera hecho.- dije.
- A estas alturas, Michael estará curado de espanto ya en el tiempo que lleva aquí.- dijo Viole.
- Bueno, chicas, guardemos la compra y preparemos la cena. Que ya es hora.
Y así hicimos.

Lo bueno de todo aquello, es que no oímos decir nada más a Teresa en un tiempo. Pero había que tener mucho cuidado, pues sabíamos que ahora estaría más pendiente de cada movimiento nuestro y sobre todo, habia que tener mucho cuidado en proteger la verdadera identidad de Michael.

Este capítulo es cortito, pero quería que conocierais al nuevo personaje...
Habrá que tener cuidado con Teresa.... Creéis que llegará a descubrir quien es en realidad "Miguel"????