Dos. Fiesta de Halloween.

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Viernes.
Contaba los minutos para salir del trabajo. Menos mal que mañana sábado no trabajaba porque la jefa tenía un evento y nos había dado el día libre.
Mejor, necesitaba descansar y así, hacer algo en casa. Tenía que lavar mi ropa, limpiar mi habitación y este finde me tocaba hacer a mí el almuerzo del domingo (cada domingo hacíamos una el almuerzo para todas), así que tenía que ir al súper a comprar algunas cosas.
Y encima, a mis queridas amigas, les había dado la genial idea de celebrar Halloween con una fiesta en el local que los padres de una de ellas tenía para alquilar.
A mí no me gustaba celebrar Halloween, las cosas como son. No veo la gracia de disfrazarse de muerto. Me daba pánico todas estas cosas, pero bueno, haría el esfuerzo por ellas.
Así que este fin de semana, a parte de ir a comprar lo necesario para casa (Paula y Violeta me habían dejado la lista de cosas que les hacían falta), tendría que ir con Valentina y Jasmín a comprar las cosas para la dichosa fiesta.
Nosotras nos ocuparíamos de la comida, Carolina y Diana de las bebidas y, Paula y Violeta de la decoración.
No sabía cómo podía salir esto, y más escuchando a Violeta decir en casa, durante el almuerzo del domingo:
- Temática Ghost de Michael Jackson. Si, si, si- aplaudió ante mi cara de "¿Por qué mis amigas están locas?"
- Mary, te veo disfrazada de fantasma- dijo Paula apoyando su mano sobre mi hombro.
Me pasé las manos por la cara, diciendo:
- ¿Es necesario, Viole?
- Lo es - respondió ella.
Estaban tan entusiasmadas que no podía decirles que no, pero es que no me hacia ni pizca de gracia celebrar esto.
- Bueno, Mary, puedes disfrazarte de Michael. El pelo lo tienes cortado igual que él y los rizos también los tienes... - dijo Violeta en tono burlesco.
La miré poniendo los ojos en blanco.
- Eres un imposible - dije levantándome del sofá para dirigirme a mi habitación.
- ¡Pero me adoras!- gritó antes de que cerrara la puerta de mi habitación.
Me tuve que reír ante lo que había dicho, porque llevaba más que razón.
Me tiré sobre mi cama y miré el póster que tenía de Michael Jackson en la pared de enfrente. Era de la época HIStory, de una sección de fotos, donde se le veía sonriendo tan guapo como de costumbre.
- Ojalá pudiera conocerte. Ojalá estuvieras vivo.- suspiré.
A veces, hablaba sola con los pósters que tenía colgados en la pared. Si, quizás estaba loca, pero aquello me daba paz. Siempre le decía lo mucho que lo echamos de menos y que hubiera sido un honor haberlo conocido. Muchas veces pensaba que, esas historias que leíamos en Wattpad sobre él, fueran reales. Pero eran eso, solo historias. Aunque no perdía las esperanzas de conocer Neverland alguna vez. Y me gustaría hacerlo con mis amigas. Eso sí sería un sueño hecho realidad...

El día de la fiesta, llegó.
Otro miércoles más. Menos mal que mañana era festivo en Sevilla. Pero aún así, tenía que ir a la tienda y recoger un pedido de un cliente que tenía que entregar en un hotel. Era un cliente bastante adinerado que nos dejaba mucho dinero en la tienda y no nos convenía perderlo.
Bueno, eso sería algo rápido.
Me fui rápidamente desde el trabajo a casa para vestirme con el disfraz. Menos mal que tenía muchos pantalones negros y alguna camisa blanca. Casualidades de la vida, tenía una casi igual que la que usaba Michael Jackson en el videoclip de Ghost.
Al llegar a casa, Viole (era mejor llamarla así si no querías que te arrancara la cabeza por llamarla Violeta) estaba en la ducha y Paula estaba en su habitación preparandose.
Me vestí en mi habitación, y fui al baño para peinarme y maquillarme un poco, cuando vi que estaba libre. A las chicas, sobre todo a Jasmín, le encantaba como me hacía los ojos, pues decía que me los maquillaba como Michael.
Cuando estuve lista, fui para el salón, donde estaban mis amigas. Las miré asombrada, pues no me esperaba esos disfraces a tal nivel. Paula iba vestida exactamente igual que Michael en Thriller y Viole, como en Bad.
-¿De dónde habéis sacado esos disfraces?- pregunté sin poder apartar la mirada de ambas.
- ¿Sabes que hay una cosa que se llama internet donde puedes encontrar de todo?- preguntó Viole levantando las cejas.
- Nunca puedes hablar en serio, ¿Verdad?- dije mientras Paula se reía.
- Siempre estáis igual- dijo la chica.- Anda, vámonos, que las chicas están llegando- añadió mirando su móvil.
Salimos y nos montamos en mi coche. Paula no pudo coger el suyo pues lo tenían sus padres, así que el único coche que había en casa, era el mío. Viole no pensaba tener el carnet de conducir. Decía que sería un peligro mundial en coche.
Esta mujer ...

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