II

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El tiempo había pasado muy lento para Roscoe pero en esos años habían pasado muchos cambios, era 2018 y ahora veía mucho más a Sergio, y al parecer ya se habían convertido en una "manada".

Para Roscoe no fue difícil adaptarse pues Checo siempre se portó amable, lo sacaba a pasear e incluso se adaptó a que él era vegano.

Nunca cuestionó la crianza de Roscoe e incluso ayudaba a prepararle su comida.

Incluso en los parones de verano el mexicano se la pasaba en Mónaco con ellos o aveces en Inglaterra.

Aunque esta vez se sentía diferente, el parón de verano estaba por comenzar y estaba en su casa de Inglaterra esperando por el regreso de sus padres pero mientras esperaba notaba que sus padres tardaban.

Hasta que escucho un auto llegar y se levanto para acercarse a la puerta y cuando abrieron fue a ver a sus padres se sorprendió un poco por el aroma de él Hamilton sr.

Ya que olía un poco agrio, pero aún así le dio una sonrisa y acarició al pequeño.

-Hey amigo ¿me extrañaste?- le dio unas palmaditas en su cabeza, pero Roscoe fue a la puerta buscando a Checo pero no lo vio y eso lo puso un poco triste.

-Checo hoy no va a acompañarnos en este mes, tuvo cosas que hacer campeón, así que estaremos solo tú y yo, como en los viejos tiempos.-

Intento animar a su amigo pero este aún así se sintió triste.

Pasó el cumpleaños de Roscoe y a pesar de que estaba con sus amigos perrunos aún le hacía falta su otro padre.

Estuvo esperando pero nunca llegó. Lewis tampoco lo había llevado al paddock y cada vez se sentía muy triste.

Lewis no sabía cómo explicarle a su más grande amigo/ hijo que las cosas entre él y Sergio se habían acabado.

Hasta que un día se fui cuenta que seguía esperando en la puerta la llegada del mexicano, y ya no pudo aguantar y lo llamo y el pequeño fue con su otro padre.

-Amigo Mío debo decirte algo, se que Sergio se ha vuelto muy importante para ti, al igual que lo fue para mi, pero Sergio no va a volver.-

El pequeño giro su cabeza sin entender mucho mientras soltaba un quejido que rompió a Lewis.

-Tuvimos unos problemas, y el ya no va a venir, tal vez lo veas después, pero ya no vendrá con nosotros, no más Checo.- Intentó no llorar al ver los ojitos tristes de Roscoe quien había comprendido todo y soltaba quejidos lastimeros.

Desde ese día veía con menos frecuencia a su otro padre, lo cual hacía deprimir mucho al pequeño bulldog

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ROSCOE ADVENTURES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora