En una tribu donde el invierno dura más que cualquier otra estación se encuentra el frío corazón del alfa de la tribu, que había dejado de sentir ese calor reconfortante en el pecho cuando amas a alguien cuando sus padres murieron.
No creyó poder vo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Gun había tenido a su bebé ayer. Lo que significaba que hace nueve meses u ocho había llegado a la manada.
Ahora estaba dándoles agua a sus flores blancas y bonitas. Las tenía en el interior y de vez en cuando las sacaba al aire libre.
Eran las flores que había dado la flor que le dio First cuando aún era invierno.
Flores en invierno.
Quien lo pensaría.
Aún no sabía de que tipo eran.
Ahora la nieve estaba derritiéndose porque el invierno terminaba y venía la primavera.
First salía a cazar mas seguido pero ahora la casa es más bonita. Tenía decoraciones y yo no me aburría porque a la tardes estaba con mis alumnos.
Ya no hablaba con los maestros. Pero como si fuera un milagro, Ozzy, el que me corto el cabello en el fogón. Ahora era maestro también y todo era más llevadero.
First sale de la cocina sin remera porque le gustaba estar así ahora y se veía muy guapo.
Yo de vez en cuando me paseaba con pantalones que llegaban a menos de la mitad del muslo por la casa. Y algunas veces eso terminaba conmigo en cualquier parte de la casa siendo anudado.
Se nos estaba terminando el té.
Pero si todo salía como yo quería no iba a ser necesario.
Hoy en especial me había puesto unos pantalones más cortos y apretados. Llevaba los guantes de mi alfa en mis manos y estaba agachado de más para darle agua a las flores.
-Creo que esas flores ya tomaron mucha agua, ¿no crees?
Me dice mi alfa y yo me sonrojo parándome bien.
-Quizá tienes razón. Iré a darme un baño.
Menee mis caderas por las escaleras y cuando me volee mi alfa me veía como hipnotizado.
-¿Vienes?
El corrió detrás de mi.
.🌼.
Me estaba besando contra la pared. Ambos siendo rociados por la lluvia artificial del baño, el me levanto por los muslos y masajeo mis nalgas. Un gemido se me escapó de los labios y el lo atrapó con los suyos.
-Quiero un cachorro.
Digo separándome y el se queda quieto.
-¿Que?
-Quiero un cachorro, alfa.
El sonríe.
-¿Tu quieres un cachorro?- Le pregunto.
-Claro que quiero uno, mi amor. Quiero todos los que quieras darme.
Yo me carcajeo.
-Por ahora solo uno.
El asiente.
-Claro que te haré un cachorro.
Dice y comienza a presionarse lentamente en mi húmedo interior. Se sentía tan bien como la primera vez y siempre quería más.
No podían culparme.
Un mes y medio después miraba mi pequeña barriga en el espejo del baño en la escuela.
Esperaba algún cambio.
Vomitos, cambios de humor, mi olor más dulce, antojos.
Lo único que tenía eran problemas para dormir en la noche por el pensamiento de no poder darle un hijo a mi alfa.
Habíamos intentado dos veces más después de esa vez en la ducha y aún así no pasaba nada.
Alguien entro al baño y yo baje mi remera al instante.
Mis ojos viajaron hasta el maestro que al parecer me odiaba.
Que bien.
-No me digas, ¿Ya preñado? No me extrañaría para nada.
Ruedo los ojos.
-¿Y que si lo estuviera? Tendría un bonito cachorro con mi alfa como cualquiera- Le digo.
-¿No lo estás?
Bajo la mirada con las mejillas rojas y el se carcajea.
-¿Enserio? Ni para eso sirves, vienes de afuera y ahora no puedes darle un heredero al alfa de la tribu ¿No te da vergüenza?
Mis lágrimas caen y salgo del baño con pasos fuertes. Me detengo en el aula de arte, los niños aún no llegaban porque era temprano así que estaba vacía.
"Ni para eso sirves"
Los recuerdos de su papá dándole golpes en el piso cuando se olvidaba de limpiar algo en la casa llegaron a su mente.
"¿No te da vergüenza?"
Mucha.
Le daba mucha vergüenza.
Su padre borracho en la obscura sala.
"¿No puedes hacer nada bien? Eres un Omega inservible. Nadie te amará nunca y si te dicen que te aman, que lo dudo, será mentira."
First no le mentiría.
Estaba seguro de que el lo amaba. Pero se merecía un hijo que el no iba a poder darle.
Camino a la sala de maestros y ahí estaban ellos. Todos riéndose de él frente a su cara.
-Deberias volver a irte Khao. Yo si podría darle un hijo fuerte a First, tenlo por seguro.
Tomo su bolso violeta viejo. Que había sido su único compañero durante mucho tiempo y se fue de la escuela corriendo.
Lágrimas caían por sus mejillas.
Llego a la casa de First y se abrigo todo lo que pudo aunque no hacía tanto frío. Corrió a la cocina para llevarse mucho pan y algunas frutas.
Serviría por un tiempo.
Sollozaba con fuerza. Debía hacerlo rápido antes de que First volviera.
Lleno una botella pequeña con agua y miro las paredes coloridas.
Los atrapasueños colgando de las paredes.
Se puso los guantes que le había dado su alfa, era lo único que le quedaría de recuerdo.
Eso y el fantasma de sus labios.
El recuerdo de sus brazos cálidos y sus manos cariñosas.
Entre lágrimas abrió la puerta de la casa y se marchó en silencio.
