Flowers in Winter🥀FirstKhao

꒰⁠🌼꒱ Capitulo 21.

Salgo de la cocina con una taza de leche caliente que Khao había llorado por tener y se la dejo en sus manos, el estaba en el sofá luciendo adorable con una campera enorme y sus cabellos alborotados. Yo dejó un dulce beso en su frente y me separo para poner leña en la chimenea.

Khao cumplía siete, casi ocho meses y ambos estábamos más que ansiosos por la llegada de nuestra pequeña.

-Bueno, no pudimos hacer el fogón en agosto pero septiembre es un buen mes.

El hace un sonido de afirmación mientras bebe.

-Sinceramente me gusta más la idea de que sea en septiembre. Me gusta el invierno cuando no tengo que pasar frío si o si.

Yo me acerco a dar un beso en sus labios.

-Nunca más

La puerta es tocada y cuando estaba por llegar Gun solo entro como un remolino junto a Ozzy. Khao se levanto y abrazo a los dos siguiendo con la conversación sobre su futura cachorra mientras el bebé en brazos de Gun miraba con ojos brillantes a todo el mundo.

-Adiós, alfa. Nos vemos ahí.

El me besa y sale enseguida.

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Ozzy trenzaba mi cabello con cuidado mientras yo le hablaba sobre algunos nombres que me habían gustado.

-Recuerdo que por estas mismas fechas hace un año también trenzaba tu cabello. Es como una nueva tradición.

-Lo recuerdo. Tambien quiero cortarlo un poco este año.

-Ni lo sueñes. First me odiara.

-No lo haría.

-En serio, la última vez que te lo corte me miro raro.

-Vamos, Ozzy.

El bufa pero agarra las tijeras y me corta el cabello un poco

-¡A cortar verdura!

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Estaba tarareando una canción mientras pintaba un par de constelaciones puntuales en su pecho. Lo hacía a escondidas de Khao ya que lo hacía por precaución, si los dioses querían llevarse un alma, irían por mi antes que a cualquier otra persona de la manada. No se lo conté a Khao porque el se pondría histérico.

Lo pintaba siempre que habían eventos y era algo tedioso.

Ojalá pudiese pintarme la piel para siempre. Si pudiera hacerlo me pintaría los ojos de Khao en la espalda.

Sonrió ante mi propio pensamiento.

La puerta fue atacada por cortos golpes y no pararon hasta que abrí, mis ojos bajaron hasta una pequeña niña morena de ojos celestes muy llamativos.

-Hola, ¿Estas perdida?

Ella rueda los ojos y yo levanto las cejas.

-Escúchame bien, se que vas a dudar de todo lo que te digo sólo por cómo me veo, pero si no confías en mi Khao podría perder el bebé, no gruñas.

De todas formas lo hizo.

-Una niña de-

-Doce años no va a venir a amenzarme. No tengo doce y no te amenazo, te advierto. Se supone que la alfa de la tribu dará su primera exhalación mañana, pero querrá darla hoy. Así que si no te apuras y sigues creyéndote mejor que yo por ser más alto solo cosas malas te pasarán.

-No necesito creerte.

-Te vi nacer, te vi mirar al bosque en busca de algo que no sabias que era, te vi convertirte en alfa a los dos días que ese maldito barco sarpara, fui amiga de tu abuelo y vine en el mismo barco que tus padres, me dejaron vivir con la condición de guiar al alfa de la manada, pero para guiar al alfa debía guiar al omega. Se que temes que Khao vuelva a ese bosque y en las  noches cierras la puerta con cerrojo porque da miedo que se vaya-

-¿Como demon-

-Así que corre, First ¿O necesitas que te diga cuantos dientes tienes para que me creas?

El alfa iba a contestar pero en vez de eso se puso la remera y salió de la casa, pero antes de irse la "niña" lo detuvo.

-Recuerda mi nombre, soy Ophelia. La mujer del bosque de la que Khao no tiene permitido hablar.

Yo me suelto de su agarre y comienzo a correr a la plaza.

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Los niños corrían al rededor de sus padres entre risas y gritos mientras los omegas cortábamos verduras sobre la gran mesa y contábamos historias sobre nuestra familia.

Un niño pequeño se acercó por detrás de mi y se me quedo mirando fijo.

-¿Te hiciste pis?

Me pregunta y yo lo miro curioso.

-¿Que?

-Yo tambien me hago a veces. No te sientas mal.

Solo pudo decir eso antes de que notara como todo el líquido bajaba por mis piernas y la primera contracción me atacó.

-¡Khao!

Mis rodillas se doblan pero antes de caer mi alfa me sostiene y pronto tengo a seis omegas médicos a mi alrededor y estaban llevándome al hospital entre gritos de dolor por las contracciones.

En menos de lo que me di cuenta estaba de piernas abiertas gritando para que mi bebé salga, First está a mi lado tomando mi mano.

-Vamos, amor. Tu puedes.

Soltaba palabras alentadoras y no dejó de hacerlo durante las siguientes seis casi siete horas que estuve en labor de parto. Estuvo lleno de lágrimas, gritos, y palabras alentadoras de First. Me daban ganas de gritarle que era fácil alentar cuando no era el quien estaba dando a luz

Pero no se lo dije porque hasta cierto punto sus palabras y su tacto me tranqulizaban.

Cuando el primer llanto se escuchó en la habitación yo descansé mi cabeza en la camilla. Sonreí cuando vi a First con la pequeña bebé en las manos.

-Es nuestra cachorra, omega. Lo hiciste perfecto, te amo tanto.

Se acercó a mi con la bebé en brazos pero a penas la vi caí completamente dormido.

Cuando me desperté ya era de día y vi a First balanceándose frente al ventanal con la bebé en brazos mientras tarareaba la canción que el había tocado para mi en este mismo hospital cuando recién había llegado a su manada.

-Conozco esa canción.

Le dijo débil y el voltea para recibirme con una gran sonrisa.

-Se la toque al omega más hermoso del mundo.

Si no estuviera tan débil hubiese discutido. Pero ahora solo pude aceptar a mi cachorra en brazos y alimentarla por unos minutos mientras mi alfa me miraba asombrado.

-Nunca hubiese podido imaginarlos- Dice despacio con lágrimas en los ojos y yo extiendo mi mano para acunar su mejilla. El la besa y pronto yo me encuentro llorando.

-Te amo omega.

-Yo a ti, Alfa.

Que hermoso. 💗