Ver dormir a Khao con mi cachorro creciendo en su vientre era más de lo que alguna vez hubiese imaginado tener. Pensé que terminaría con algún omega y tendría un lazo sin sentimiento, que mi corazón no volvería a tener ese calor que en su momento fue desconocido y ahora es familiar y mi casa sería triste toda la vida.
Pero Khao ya había cumplido casi un año desde que llegó a la manada y lo había cambiado todo.
No recordaba sonreír tanto en mi vida como sonreía con el.
Mi cumpleaños ya había pasado y solo esperaba a que sea esa fecha otra vez porque él quería celebrarlo por ellos.
Tenía mucho que agradecerle a la vida.
Estábamos en junio. El invierno gobernaba otra vez y los recuerdos de los únicos días de calor me invadían.
Llevar a Khao hasta el río y verlo sonreír al meter su cuerpo en el agua.
Volvería muchas veces a esos días.
-Alfa quiero ir a visitar a Gun hoy, en unos días es su cumpleaños y va a hacer un pastel. Nos invitó.
Eso es lo que había dicho Khao apenas despertó.
-Buenos días amor, entonces ve.
-Yo también quiero tener un cumpleaños. No recuerdo cuando es el mío.
-Puedes elegir una fecha.
El lo pensó.
-Puede ser en los días que hubo calor, como cuando fuimos al río, en febrero. El primer día del mes.
Iba a responder cuando el se enderezó en su lugar con rapidez y un grito ahogado.
-¡Alfa!
Me asusto y también me siento en la cama.
-¿Que paso?
-¿Cuando es tu cumpleaños?
Yo bufo y vuelvo a acostarnos a los dos en el nido.
-En diciembre.
-¡Pero me dijiste que era en julio!
-No quería preocuparte. Ya paso.
-En diciembre yo estaba...
-Nunca festejó mis cumpleaños pero festejare el que sigue. Y el tuyo.
-Y el de la bebé.
Dice tocando su barriga y yo sonrió. Khao estaba completamente seguro de que era una niña.
No iba a contradecirlo.
Tenía unos tres meses de embarazo y ya tenía una pequeña panza redondeada.
-Quiero que tenga tu sonrisa.
Le digo y el se sonroja. Vivía y moría por verlo así de tranquilo siempre.
-Yo quiero que tenga tus ojos.
-Yo quiero que tenga los tuyos.
-Bueno, tu nariz
-No, la tuya.
-¡Alfa! Es hija de los dos, no puede tener todo mío.
-Ojalá si pudiera. Una mini Khao, así podría enamorarme una vez más.
El gruñe.
-No. Solo puedes enamorarte de mi
Yo me carcajeo.
-Solo de ti, mi flor
Lo besó y el me sigue el beso lentamente acariciando mi cabello. Yo paseo mis manos por su cintura y bajo hasta sus nalgas.
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Flowers in Winter🥀FirstKhao
LobisomemEn una tribu donde el invierno dura más que cualquier otra estación se encuentra el frío corazón del alfa de la tribu, que había dejado de sentir ese calor reconfortante en el pecho cuando amas a alguien cuando sus padres murieron. No creyó poder vo...